Bursamétrica sostiene que los mercados financieros internacionales se encuentran en la formación de una gran burbuja especulativa desde hace más de dos años y medio. El comportamiento de distintos mercados o de diversas clases de activos así lo corrobora. No todos los activos terminan el año en máximos históricos, pero en 2024 vimos nuevos máximos en mercados financieros que normalmente están inversamente correlacionados entre sí. He aquí algunos ejemplos…
Los índices de los mercados accionarios americanos creciendo en más de 25 por ciento anual (Índice S&P 500), tocando nuevamente máximos históricos y con parámetros de valuación (precio/utilidad promedio 30 veces) de más del doble del promedio histórico de largo plazo (P/U 15 veces).
El Índice Nikkei 225 cerrando cerca de 40 mil puntos.
El precio del oro que llegó a tocar más de 2 mil 800 dólares la onza, nuevo máximo histórico.
El bitcoin que alcanzó 100 mil dólares por unidad.
El origen de este boom global multimercados se haya principalmente en el exceso de liquidez global que se generó a partir de la creación de dinero por parte de los bancos centrales durante la pandemia, que en 2024 se combinó con un exceso de gasto fiscal electorero al realizarse elecciones presidenciales en más de 70 países. La megaburbuja tiene para rato. La Fed ha estado reduciendo el ritmo al que se contrae la oferta monetaria.
El recorte generalizado de las políticas fiscales electoreras representa una inercia de desaceleración en la actividad económica, pero el inminente inicio de la segunda administración del presidente Trump en la Casa Blanca, con el control del Congreso, hace factible que se concreten las promesas de campaña de reducir la tasa de ISR corporativa de 21 por ciento a 15 por ciento y se instrumente una policía comercial proteccionista. En adición, se prevé que se refuerce la guerra comercial con China, y se tienen dos grandes conflictos bélicos que implican riesgos geopolíticos de enormes dimensiones. Es en este entorno que planteamos las siguientes alternativas para la conformación de portafolios de inversión.
Oro: el oro como alternativa de inversión y de cobertura ante un escenario de posible inflación alcista en el mediano plazo y ante los posibles eventos geopolíticos. El consenso de las 10 principales instituciones globales analistas del oro es que el precio cerrará en 2 mil 906 dólares por onza, pudiendo tocar más de 3 mil dls/onza.
Acciones de EU en los sectores de inteligencia artificial, microchips, bienes de consumo, armadoras automotrices y autoparteras americanas de tamaño mediano cuyas valoraciones no sean tan elevadas o invertir en ETF’s que replican el Índice Russell 2000.
Acciones de empresas de India: el país con la mayor población en el mundo, pero con una economía pequeña en comparación a las economías de China, Corea del Sur o Japón, es la que está teniendo el mayor crecimiento en el PIB, de más de 7 por ciento anual, con políticas económicas ortodoxas, con una democracia y un Estado de derecho fuertes y con una mano de obra bilingüe y bien capacitada, está sabiendo aprovechar de una manera óptima el fenómeno del nearshoring, y presenta una de las alternativas de inversión más interesantes.
Acciones europeas: si bien la economía europea está creciendo lentamente, la valoración de las acciones alemanas, suizas, francesas, italianas, holandesas y españolas presenta un descuento de entre 40 y 50 por ciento en relación a la valoración de las acciones de empresas de EU. Se sugieren en particular en empresas farmacéuticas, en alta tecnología, aeroespacial, electrodomésticos y en procesadoras de alimentos y las industrias cerveceras y del vino.
Desarrollos inmobiliarios en México: uno de los países con mayor potencial de desarrollo en el plano turístico y residencial por su cercanía al mercado norteamericano, y por las maravillas naturales que presenta, es México, en diversas regiones y distintas categorías.
Petróleo: el precio del petróleo puede también ser un activo de protección contra eventos geopolíticos, independientemente de que las políticas de Trump favorecen a los hidrocarburos y pretenden retrasar las medidas hacia las energías renovables.
Udibonos: la resistencia de la inflación a seguir bajando, hace atractivo tomar posiciones en bonos indizados a la UDI, cuyo valor se va ajustando al paso de la inflación. Sugerimos tomar emisiones de plazos medios y largos.