Perspectiva Bursamétrica

Los grandes desafíos de Edgar Amador como Secretario de Hacienda

Edgar Amador tiene un perfil muy adecuado para la cartera hacendaria. Es un excelente economista, Es además un gran conocedor de materia fiscal, tiene amplia experiencia en la academia, en el sector público y en el ámbito privado.

Nombrado hace unos meses subsecretario de Hacienda, Edgar Amador ha sido ratificado en el Senado, por unanimidad, como el nuevo Secretario de Hacienda, la semana pasada. Edgar tiene un perfil muy adecuado para la cartera hacendaria. Es un excelente economista, Es además un gran conocedor de materia fiscal, tiene amplia experiencia en la academia, en el sector público y en el ámbito privado, es un experto financiero, y es buen comunicador al haber participado por muchos años en los medios de comunicación.

Un modelo de gobierno que en sus políticas públicas privilegian los programas sociales respecto de los servicios básicos de Gobierno, tiene que lograr, para su permanencia en el tiempo, finanzas públicas sanas, evitar que exista un déficit fiscal elevado, y que la deuda pública aumente irresponsablemente.

La administración anterior estableció este modelo de gobierno y lo incorporó en la Constitución. Pero tuvo un entorno mucho más benigno para operar, al contar inicialmente con una mejor calificación de la deuda soberana, un nivel de endeudamiento mucho más bajo que el que hereda la nueva Administración, así como una serie de fondos de contingencia que fueron agotados en su totalidad por el gobierno anterior. El margen de acción del actual gobierno es muy reducido, y es imperativo mantener la calificación de Grado de Inversión.

En esta complejidad no hay otra solución que el crecimiento económico, lo que también constituye la mejor forma de disminuir la desigualdad. El problema es que en los últimos meses el Congreso se ha empeñado en tirar la confianza de los agentes económicos, y para completar el cuadro del horror, ahora el presidente Trump está inaugurando una nueva era de irracionalidad proteccionista e incertidumbre global.

Con la limitante del espacio que tenemos en una columna, a continuación vamos a enunciar cuáles son los principales retos que se ven en el panorama:

1. Reforma Fiscal: Mantener finanzas públicas equilibradas con obligaciones crecientes de programas sociales implica una enorme necesidad de recursos y gran eficiencia en el gasto. Se dice que no hay las condiciones políticas para impulsar una Reforma Fiscal. Me parece que esta visión es equivocada. Si la incertidumbre interna y externa tiran la inversión, la actividad económica puede contraerse y la captación fiscal puede reducirse sustancialmente, con lo que el déficit fiscal y el endeudamiento podrían dispararse, dado que el gasto no puede reducirse tan fácilmente como se hizo en el pasado. La Reforma Fiscal no debe de orientarse a ser recaudatoria y confiscadora, sino impulsora de la Inversión Productiva y del empleo formal. Es imprescindible empezar por una auditoría o revisión a los padrones de los programas sociales.

2. Las finanzas de Pemex: El agujero negro que presenta Pemex debe de ser solucionado desde sus causas. No aguanta más soluciones paliativas. El enfoque de “Usar el balance del Gobierno Federal” para apoyar a Pemex, lo que significa trasladar la deuda de Pemex al gobierno es una aberración, peligrosísima. Debe revisarse en profundidad el modelo de negocio, así como el concepto de soberanía energética.

Pemex puede ser una empresa muy rentable, que vuelva a apoyar a las finanzas del Estado mexicano, en lugar de ser una carga para el erario. Los tabúes “ideológicos” deben abandonarse. Por ejemplo: Le decimos NO al petróleo o gas ‘Shale’, para salvar al planeta, pero importamos el 90 por ciento de nuestras necesidades de gas, del Gas Shale de los texanos, que lo extraen de la misma cuenca (Eagleford – Burgos) que compartimos con ellos. La vulnerabilidad que tenemos con esto es de terror. No tenemos inventarios de gas para más de dos días. Si a Trump se le ocurre algún día cerrarnos el gas, nos quedamos sin suficiente electricidad, dado que el principal consumidor de gas es la CFE en sus plantas de ciclo combinado. Es estratégico invertir en los hidrocarburos shale y en la capacidad de almacenamiento. Los texanos producen 2.2 millones de barriles diarios equivalentes, en tan solo esa cuenca. 70 por ciento más que lo que producimos en todo el país.

Volvemos a plantear que la reestructura de Pemex va a requerir dividir a Pemex en un ‘Good Pemex’ y un ‘Bad Pemex’, para que el gobierno vaya absorbiendo los activos tóxicos y los pasivos contingentes que hoy representan una enorme sangría para Pemex y el erario, de una manera ordenada.

3. Revisión de los sistemas de pensiones: Otra gran oportunidad se presenta en las enormes deficiencias que tenemos en nuestros sistemas de pensiones. Un tema que ya no puede esperar más, porque también representa un enorme riesgo para la sociedad y para las finanzas públicas. El mensaje central es que hoy tenemos duplicidades en los beneficios. Por otra parte, hemos matado al potencial de ahorro de largo plazo que tiene el país, y no hemos sabido aprovechar el ahorro que existe para canalizarlo a la actividad productiva.

4. Revisión del Marco Regulatorio del Sistema Financiero. Desde la crisis bancaria de los noventa, cada convención bancaria presumimos que tenemos una banca ‘muy bien capitalizada’. Una banca que genera miles de millones de dólares de utilidades anuales. De las más rentables del mundo. Sin embargo, el nivel del crédito respecto del tamaño de la economía es ridículo. Y si le metemos lupa al análisis, llevamos décadas en que los bancos se dedican cómodamente a dar crédito al consumo, y se quejan de que no hay proyectos ni empresas sujetas de crédito en el país.

Somos el socio comercial más importante de los Estados Unidos, y no tenemos un Eximbank que funcione. Después de varios intentos fallidos, en el sexenio anterior liquidamos al Banco de Desarrollo del campo y los productores se han quedado abandonados. Solo funciona el FIRA con ciertos programas muy acotados.

Nuestro mercado de valores sufre una fase de fallecimiento progresivo silencioso. Hoy no hay como hacer una oferta pública de acciones, y tampoco una emisión de deuda, de tamaño mediano. Cada vez hay menos inversionistas y menos emisoras. Los “inversionistas institucionales” crearon sus propias SERPIS, cancelaron sus áreas de análisis de proyectos de inversión y contrataron a asesores de inversiones internacionales, que invierten el ahorro de los mexicanos en campos de golf en Minnesota o en la Florida. Al mismo tiempo surgen plataformas que compiten agresivamente por colocar masivamente tarjetas de crédito y ya hemos visto varias que quiebran por una estrategia comercial depredadora sin sentido.

5. Plan Nacional de Desarrollo: Quizás al nuevo Secretario no le dé suficiente tiempo para rehacer el Plan Nacional de Desarrollo por lo acotado de los tiempos, y la cantidad de problemas que hereda. En los planes sectoriales quizás pueda meter más su experiencia y conocimientos para que el esfuerzo de planeación del sexenio sea más fructífero.

Por último, será muy importante y relevante ver si al nuevo secretario le permiten ir poniendo a su equipo de trabajo, o no. A Rogelio Ramírez de la O nunca le dejaron poner a nadie. Ni en el SAT, ni en Aduanas, ni en la Procuraduría Fiscal, ni en los Bancos de Desarrollo, ni en las Comisiones (CNBV, Condusef, CNSF, CONSAR). Que a mí me conste, solo pudo poner a un vicepresidente en una de estas comisiones. La pregunta es: ¿Qué fuerzas ocultas inciden en estos nombramientos de personas que ni siquiera reúnen los requisitos de Ley para los cargos que ocupan?

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