Perspectiva Bursamétrica

Concretar un plan viable para Pemex y CFE

Para sanear a Pemex y CFE deberían permitirles colocar un monto de su capital no superior al 25 por ciento entre el gran público, entre otros temas.

En colaboraciones anteriores hemos hablado de la importancia que tiene el saneamiento definitivo de las Empresas Productivas del Estado para asegurar la buena marcha de nuestra economía. Hemos visto en las últimas semanas cómo se va reduciendo en las encuestas la expectativa de crecimiento de la economía, para este y los siguientes años por parte de los analistas del sector privado y por distintas agencias internacionales. Inegi acaba de publicar la caída de la inversión en diciembre en más de 6 por ciento real anual, el principal motor de la economía.

Las calificadoras internacionales han estado anunciando reducciones en la perspectiva de las calificaciones de la deuda soberana y de la deuda de Pemex y CFE argumentando principalmente el menor crecimiento y un cuestionamiento severo a los planes de negocios de estas dos empresas.

Ante esto, y con el único afán de contribuir a la resolución de esta peligrosa circunstancia en el que el deterioro de las expectativas nos puede llevar a un círculo vicioso, proponemos en concreto atender el saneamiento de ambas empresas con los siguientes puntos:

Propuesta:

1. Revisar el artículo 25 de nuestra Constitución y las leyes secundarias que derivan de éste para permitir que las Empresas Productivas del Estado puedan colocar un monto minoritario de su capital no superior al 25 por ciento entre el gran público.

2. Escindir tanto a Pemex como a CFE en dos principales subsidiarias cada una, en donde queden aislados los activos improductivos y pasivos denominados tóxicos de los activos productivos y los pasivos que permitan un plan de negocios viable, alta eficiencia y rentabilidad, una adecuada estructura de capital. En cada caso, la subsidiaria con los activos improductivos y los pasivos tóxicos, como los pasivos laborales, deben tener un plan de solución y liquidación de mediano y largo plazos.

3. Elaborar nuevos planes de negocios en ambas empresas, seleccionando los activos y proyectos más rentables y de mayor contribución al desarrollo del país.

4. Dentro de los planes de negocios, debería fijarse la meta de colocar en el mediano plazo una parte minoritaria de su capital en las bolsas mexicanas, colocándose entre inversionistas nacionales, principalmente en las Afore, reservas de compañías de seguros, fondos de pensiones y otros inversionistas institucionales nacionales.

5. En la nueva Pemex en particular, sugerimos concentrar el plan de negocios en incrementar la inversión en exploración y producción de crudo, en aguas someras, sin descartar contratos de Servicios y contratos farmouts, más exploración en aguas profundas y en los hidrocarburos de lutita en nuevas rondas de licitación.

6. Redefinir las cargas fiscales para ambas empresas para ponerlas en igualdad de circunstancias que las empresas privadas.

7. Creemos conveniente que podría estudiarse el sustituir un tramo de deuda financiera equivalente a 10 mil millones de dólares por un programa de emisiones de petrobonos.

8. Consideraríamos conveniente manejar la división de refinación en otra subsidiaria aislada, en donde el proyecto de una nueva refinería y la inversión para la reconversión de las refinerías existentes podría financiarse con recursos privados.

9. En la nueva CFE sugerimos regresar a las subastas de generación eléctrica y a permitir asociaciones que permitan la generación más eficiente posible de energía y fortalecer la división de transmisión de energía.

10. Orientar los planes de negocios de ambas compañías a tener también una incursión global en sus actividades y no concentrar su actividad en el territorio nacional exclusivamente.

Las grandes empresas estatales de petróleo en el mundo, no se limitan a explotar sus propios recursos naturales dentro de su territorio. Todas ellas tienen una fuerte presencia global. Por ejemplo, Petrobras, Statoil de Noruega (Equinor), o la Petrolera de China (CNPC), han listado o colocado paquetes minoritarios de sus acciones en los centros financieros internacionales, se financian por deuda y capital privado; aunque mantienen la mayoría del control en manos del Estado, reportan sus estados financieros a los mercados internacionales, y se sujetan a las mismas regulaciones de revelación y gobierno corporativo que las empresas privadas públicas (entendiendo empresa pública como la que tiene listado su capital en las bolsas de valores, no como empresa estatal). Hoy Pemex y CFE tienen emisiones de deuda en los mercados nacionales e internacionales y cumplen con las regulaciones de revelación de sus estados financieros y con prácticas de gobierno corporativo limitadas, pero solo emiten deuda y no emiten capital y se siguen manejando con criterios políticos, con enormes desventajas respecto a las empresas privadas.

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