Perspectiva Bursamétrica

¿De qué magnitud está siendo la caída económica en México?

Es evidente que el bienestar, el desarrollo y la equidad van a deteriorarse en todos los niveles de la sociedad, pero siempre los más pobres van a sufrir la peor parte.

El autor es presidente de Bursamétrica .

La constante revisión a la baja de los pronósticos económicos de la economía global, de la de diversos países y de la economía mexicana ha sido una constante. Cuando hay volatilidad en las expectativas, la dispersión de las estimaciones se amplía. Es algo natural. La econometría no es una ciencia exacta, aunque se utilicen metodologías cuantitativas rigurosas, dado que los supuestos y las premisas bajo los cuales se hacen estas previsiones son al final de cuenta subjetivas.

Para el caso concreto de México, el consenso de los analistas se ha estado generalizando hacia una previsión de una caída en el PIB para este año de alrededor de 7.0 por ciento anual. Lo inaudito es la parálisis que se ha vivido en diversos países y en México, inducida por las medidas de contención de la pandemia que han tenido que tomar los gobiernos. Aquí exponemos lo que con algunos datos oportunos que ya conocemos para el mes de abril nos arroja nuestro indicador oportuno más oportuno, el IBEM. Las cifras a las que llegamos son impresionantes.

Nuestro Índice Bursamétrica de la Economía de México/(IBEM) (el más oportuno, pero no el más preciso) para el mes de abril se ubicó con base en cifras originales (no desestacionalizadas) en 55.39 unidades vs. 116.8 puntos de marzo, con un decremento de 52.58 por ciento mensual, equivalente a una variación negativa de 56.81 por ciento anual. Al analizar los componentes del indicador se observa que en general, tanto los que se refieren a la actividad industrial y a la exportación como los del mercado interno, presentan una severa contracción. Ninguno de los componentes del índice favoreció al mismo en esta ocasión. (Lo que no había sucedido nunca). Los factores que afectaron al indicador fueron:

• El Índice ISM del sector Manufacturero de Estados Unidos marcó contracción al bajar de 49.1 en marzo a 41.5 en abril.

• El Indicador Mexicano de Confianza Económica del Instituto Mexicano de Contadores Públicos/Bursamétrica en su componente de la percepción actual observó una reducción importante a 47.53 puntos respecto a los 53.08 unidades registradas en marzo. Con esto el Indicador IMCE general bajó de 48.75 a 43.10 puntos. Estos registros implican nuevos mínimos históricos.

• El Indicador del IMEF del sector manufacturero marcó su mayor debilidad al bajar de 44.2 en marzo a 40.5 unidades en abril; situándose en zona de contracción, en un nuevo mínimo histórico. El Indicador IMEF no Manufacturero también cayó a un nuevo mínimo histórico de 35.5 puntos desde 38.7 de marzo.

• El precio de exportación de la mezcla mexicana de petróleo en pesos bajó 74 por ciento anual. Aunque el precio en dólares mejoró, el tipo de cambio bajó.

• El Índice de la Bolsa Mexicana de Valores, como un indicador de expectativas, presentó una variación negativa anual de 24.85 por ciento.

• El número de trabajadores afiliados al IMSS bajó en 555.2 mil plazas, una variación de -2.21 por ciento anual, mientras que en marzo la reducción fue de 130.6 mil plazas. De noviembre a abril se han perdido 850 mil plazas.

• Walmart México ha dejado de publicar sus ventas mensuales desde marzo pasado. Estimamos que en tiendas y semanas comparables bajaron en abril 21.91 por ciento real anual, mientras que en marzo subieron en 18.16 por ciento real anual, por las compras de pánico que se dieron en ese mes.

Con el resultado del Índice Bursamétrica de la Economía de México (IBEM) de abril, estimamos preliminarmente una contracción del IGAE de abril cercana a 24.1 por ciento real anual. De resultar acertada esta estimación, el PIB de México podría sufrir un decremento al segundo trimestre de 19.7 por ciento anual; y el PIB para todo el año 2020 lo estamos estimando ahora en -8.0 por ciento anual, asumiendo que no vamos a tener brotes subsecuentes de la pandemia ni en Estados Unidos ni en México. Ya que de lo contrario, las estimaciones podrían ser mucho más negativas.

Ante esto, es evidente que el bienestar, el desarrollo, y la equidad van a deteriorarse brutalmente en todos los niveles de la sociedad. Pero siempre son los más pobres los que van a sufrir la peor parte. Es un hecho que el desempleo se va a disparar aún más, así como los índices delictivos. Ya no nada más vamos a tener los delitos del crimen organizado, sino el de los individuos desesperados por llevar el pan a sus familias, y no debemos descartar asaltos masivos a las unidades de las cadenas comerciales. Es indispensable una acción mucho más contundente de la política económica en su conjunto, tanto en el brazo de la política monetaria que está haciendo su parte, como de la política fiscal, que tiene atadas sus manos por tabúes ideológicos y una equivocada óptica política. No hay pretexto. Solo tenemos que convencer a una sola persona. Y ¿cómo lo podemos hacer?... Pues de buen modo.

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