Perspectiva Bursamétrica

Los factores determinantes de los mercados

Independientemente de lo que pudiera suceder en los siguientes meses con la evolución de los contagiados por el Covid-19, nuestra economía tiene sus propios riesgos.

El autor es presidente de Bursamétrica.

El jueves pasado los mercados accionarios globales iniciaron un importante proceso de ajuste que ha despertado una gran inquietud. ¿Será sólo una corrección técnica, o pudiera ser el inicio de un ajuste de mucho mayor envergadura? ¿Estará reflejando de nuevo un cambio en las expectativas, o es un simple desplazamiento de los inversionistas hacia activos menos sobrevalorados?

Después de un importante crack que vivimos en la segunda mitad del pasado mes de marzo, como resultado del dimensionamiento del impacto de la pandemia por Covid-19 en las economías, de más de -30 por ciento en los principales índices bursátiles, los mercados entraron posteriormente a un acelerado proceso de recuperación en los siguientes meses.

Al miércoles pasado, antes del ajuste de los últimos dos días, el índice Nasdaq, el mercado de empresas de alta tecnología que se ha visto más beneficiado con el entorno del confinamiento, llevaba un rendimiento positivo acumulado en el año de 35 por ciento, en ocho meses. El incremento en el valor de capitalización de una sola de sus empresas, Amazon, provocó que su principal accionista, Jeff Bezos, quien ya era el hombre más rico del mundo desde 2017, incrementara el valor de su patrimonio en unos cuantos meses en una cantidad superior a la fortuna acumulada de magnates como Carlos Slim o Amancio Ortega juntos. El mismo miércoles el S&P 500 acumulaba un rendimiento positivo de cerca de 10 por ciento en el año. Pero en los últimos días acumula un ajuste de -4.3 por ciento al bajar de tres mil 580 a tres mil 426 puntos.

En otra ventana, la misma película tiene otra óptica: hemos visto una importante recuperación de varias divisas. El peso mexicano que llegó a cotizar arriba de 25.35 pesos por dólar, se ha revaluado a 21.50 pesos (+15.3 por ciento). El precio del petróleo cotizó hace dos semanas por arriba de 43.40 dólares por barril, después de haber cotizado en negativos, ante el desplome de la demanda, y la falta de capacidad de almacenamiento que se observó en abril, y ahora cotiza a 39.70 con un -8.5 por ciento de ajuste reciente, y el precio del oro ha venido descendiendo desde los dos mil 69 dólares hasta los mil 930 por onza (-6.72 por ciento).

Los mercados financieros están fuertemente influidos de manera positiva por el exceso de liquidez que se genera por los programas de creación de dinero y los niveles de las tasas de referencia cercanas a cero o en negativos, por parte de los bancos centrales, más la ejecución de los paquetes de medidas fiscales que han lanzado los gobiernos. También han estado reaccionando sensiblemente a las noticias en relación al desarrollo de las vacunas contra el Covid-19.

Pero del otro lado, han reaccionado negativamente frente a alguna noticia sobre el agravamiento de la tensión entre EU y China, o por el incremento en los casos de contagios dl Covid-19, y algunos indicadores recientes que parecen evidenciar que la recuperación esta perdiendo fuerza.

Esto es lo que parece decirnos el reporte de la nómina no agrícola del mes pasado. La economía americana creó en agosto 1.371 millones de nuevos empleos luego de los 1.734 millones generados el mes previo. Esta fue la menor ganancia en cuatro meses y apunta una recuperación gradual del mercado de trabajo. La tasa de desempleo cayó en agosto a 8.4 por ciento desde el 10.2 de julio, la menor desde abril, pero por encima del 3.5 por ciento de febrero. El ISM del sector servicios en EU bajó a 56.9 puntos en agosto luego de mejorar a 58.1 en julio.

Esta misma impresión nos da el reporte de nuestro indicador IBAM para junio, en donde la estimación que hacemos del IGAE para ese mes es de una caída de 12.5 por ciento anual, después de una contracción de 14.5 para junio. Por algunas cifras que ya conocemos de agosto como las de la industria automotriz, es probable que nuestra estimación del IGAE de agosto siga presentando caídas de dos dígitos en términos anuales. Parece que la recuperación en México será sumamente lenta.

En el mismo reporte, nuestra estimación de la producción industrial es de una caída de 14.4 por ciento anual, luego de una caída de 17.5 anual en junio. De aquí que el mercado accionario mexicano sea de los más afectados en el año, con una caída de 16.3 por ciento en relación al cierre de 2019.

Independientemente de lo que pudiera suceder en los siguientes meses con la evolución de los contagiados por el Covid-19, que se teme continúe en ascenso, nuestra economía tiene sus propios riesgos que ya hemos comentado. El gobierno sigue teniendo la solución a este complicado entorno en sus manos. Solo tiene que respetar el Estado de derecho y replantear una política económica amigable a la inversión y al empleo.

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