Perspectiva Bursamétrica

Perspectivas del mercado internacional de hidrocarburos

Los precios de los energéticos han fluctuado de manera importante en el año y el problema para México es su deficencia en hidrocarburos.

En los últimos meses hemos visto una fuerte volatilidad en el mercado internacional de hidrocarburos. Los precios del petróleo, de las gasolinas y del gas han cambiado radicalmente, así como sus expectativas. Unos cuantos meses después de ver al precio de los principales marcadores ubicarse por arriba de los 70 dls por barril, en el pasado verano, hemos observado una drástica caída hasta los 50 dls. A mediados de este año la OPEP y sus aliados acordaron implementar un incremento de 1.8 mbp en la oferta de crudo para evitar que los precios se fueran hacia los 100 dls que pronosticaban algunos bancos de inversión, y 3 meses después algunos analistas ya veían el riesgo de volver a precios por debajo de los 40 dólares por el exceso de oferta y una débil demanda futura.

Tradicionalmente los precios del crudo aumentaban en el invierno por el incremento de la demanda estacional para calefacción, y disminuían en el verano. En la última década la mayor demanda se da ahora en el verano por la época vacacional en Estados Unidos y Europa, y porque en el hemisferio occidental se utiliza el gas como combustible para calefacción en invierno. Esta es una razón adicional, que explica por qué los precios del crudo han bajado desde los 70 hasta los 50 dls mientras que el precio del gas ha aumentado desde 2.80 hasta 4.60 dls por millón de BTU.

A finales de 2016 los países de la OPEP y un grupo de países productores no miembros establecieron un límite máximo de producción de un total de 32.5 millones de barriles diarios; acuerdo que fue más o menos respetado, con éxito, lo que permitió una estabilización de precios después de la debacle de los dos años anteriores.

Ante una fuerte tendencia alcista, más reciente, el 26 de junio pasado la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) acordó ampliar la producción diaria con lo que se alcanzó la cuota total máxima que se había impuesto el cartel ya a finales de 2016.

Unos meses después, el pasado viernes, en la reunión de Viena, la OPEP ha alcanzado un nuevo acuerdo para recortar de nuevo la extracción en 1.2 millones de barriles diarios (mbd).

Irán, Venezuela y Libia no recortarán su bombeo. Rusia se comprometió a una reducción en su producción de 250 mil bd. Los recortes se concretarán a partir de enero y estarán vigentes por todo el primer semestre de 2019.

La razón principal de esta estrategia es volver a compensar en el mercado este recorte en la producción con el incremento de la oferta de hidrocarburos por parte de los productores de Estados Unidos. La Agencia de Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA por sus siglas en inglés) informó que en la última semana de noviembre Estados Unidos registró un nuevo récord de exportaciones de crudo de 3.2 mbd. Si se consideran todas las exportaciones e importaciones de crudo y derivados, Estados Unidos registró un superávit de 201 miles de barriles.

De cumplirse el acuerdo, se estima que los precios podrían mantenerse en un rango entre los 60 – 70 dls. Bursamétrica estima que el precio promedio de las operaciones de cobertura del precio de exportación de petróleo para el 2019 ronda los 58 dls.

El problema que tenemos es que somos deficitarios en hidrocarburos en general. Importamos el 70% de nuestro consumo de gasolina y el 80% del consumo de gas. Y no tenemos cubierto incrementos en los precios del gas y de las gasolinas. Si AMLO promete no aumentar los precios de la gasolina ni de la energía eléctrica más que solo en la proporción en que la inflación aumente, esto implicaría que el Gobierno tendría que subsidiar a los consumidores.

Existen aproximadamente 120 mm dls de tenencia de valores del gobierno mexicano en pesos en manos de residentes extranjeros. Estos recursos son relativamente estables, dado que replican diferentes benchmarks de mercados emergentes que tienen los grandes bancos de inversión. En el momento que las calificadoras nos llegasen a quitar el grado de inversión, en cuestión de nanosegundos, los inversionistas institucionales internacionales saldrían a rematar sus tenencias al precio que fuera, y convertir los pesos a dólares, lo que presionaría fuertemente al tipo de cambio.

De aquí que Bursamétrica ha presentado una propuesta para que el nuevo Gobierno adopte una política de Administración Integral de Riesgos en donde además se cubran incrementos en las tasas de interés en pesos y en dólares para la deuda pública. Se cubra el riesgo cambiario para los pagos de la deuda pública y la importación de equipos y medicamentos. También creemos urgente la constitución de reservas físicas de crudo, gasolinas y gas.

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