Perspectiva Bursamétrica

¿Qué hará Banxico?

La debilidad económica, una inflación dentro del rango de Banxico y la baja en las tasas de la Fed fortalecen la expectativa de un recorte a la tasa de referencia, pero...

Imagínese que esta mañana recibiera una llamada de un banco para ofrecerle un crédito hipotecario que en lugar de cobrarle una tasa de interés, le genere un rendimiento por tomar el dinero prestado a 20 o 30 años. ¿Qué haría? ¿Lo tomaría? ¿O les diría que no le interesa, como suele hacerlo cuando le ofrecen una nueva tarjeta de crédito?

Los bancos centrales en el mundo han dado un fuerte viraje a la trayectoria de sus políticas monetarias en los últimos meses, y esto está generando fenómenos nunca antes vistos.

Después de la crisis hipotecaria global, que afectó al mundo en 2008, los bancos centrales del mundo desarrollado adoptaron experimentos de políticas monetarias extremas, tratando de evitar una gran depresión, bajando las tasas de interés de referencia al 0 por ciento o inclusive con tasas negativas, como las que todavía mantienen en la Zona Euro en donde el Banco Central del Euro paga el -0.40 por ciento anual por los depósitos de los bancos comerciales en el Banco Central, o el Banco de Japón que tiene su tasa de referencia en -0.10 por ciento anual, y lanzaron sendos programas de compras de bonos gubernamentales a los bancos comerciales, creando dinero en cantidades nunca antes vistas en unos cuantos años.

Lo lógico es que una vez que el fantasma de la deflación crónica fuera desapareciendo, los bancos centrales tendrían que subir gradualmente su tasa de referencia, y recoger el dinero en exceso. Esa era la expectativa que teníamos hacia finales del año pasado. Entre marzo y julio las cosas cambiaron radicalmente. Los bancos centrales están bajando de nuevo sus tasas o nunca las han subido, y están pensando en volver a crear dinero, si es necesario.

Hoy en día, en una muestra de los 30 principales bancos centrales del mundo, se observa que cinco de ellos tienen una tasa de referencia en cero o negativa nominalmente y que 13 de los mismos, incluidos los cinco anteriores, tienen una tasa de referencia por debajo de la inflación, lo que significa que su tasa de referencia es negativa en términos reales.

Ordenadas de menor a mayor tasa, el Banco de México ocupa el lugar 29 con la tasa del 8.25 por ciento anual vigente. Lo antecede el Banco Central ruso con una tasa del 7.25 por ciento y en el último lugar aparece el Banco turco con una tasa Repo del 19.75 por ciento. En tasa real, casi empatamos con Sudáfrica en el puesto 27 con una tasa anual del 4.47 por ciento.

Los rendimientos negativos no solo se dan nominalmente en las tasas de referencia a un día, sino que también se han generalizado en los rendimientos de los bonos de deuda soberana a largo plazo de varios países en Europa y en Asia.

La semana pasada un banco danés, el Jyske Bank, lanzo un producto de crédito hipotecario con tasa negativa. Hipotecas tu casa o compras una, y tomas el 'crédito' a 10 años, y en lugar de cobrarte, te pagan el 0.5 por ciento anual, por hacerle el favor al banco de tomar el dinero 'prestado'. Esto que parece absurdo, es posible porque el fondeo promedio del banco está a una tasa de interés aún más negativa. No dude que este tipo de productos vaya generalizándose en el futuro en Europa, ante la caída en la actividad económica que se profundizará con el Brexit desordenado. Sé de muchos mexicanos comprando con hipotecas inmuebles en España al 2.5 por ciento anual. La masa de crédito global se ha expandido en forma impresionante, y hay que aprovecharla con responsabilidad. Pocas empresas mexicanas la están aprovechando.

Este 15 de agosto se tiene programada la reunión de la Junta de Gobierno del Banco de México, en donde prevemos que se tendrá una nueva discusión sobre si se tiene que bajar la tasa de referencia o todavía no. La economía está estancada, la inflación ha convergido dentro del rango objetivo del 3-4 por ciento. La Fed ya redujo su tasa de referencia, y podría volver a bajarla en septiembre o en diciembre, por lo que se podría reducir en un cuarto de punto la tasa de referencia para regresar al diferencial que se tenía previo a la reducción de la tasa de Fondos Federales.

En el otro extremo, la inflación subyacente anual de julio (3.82 por ciento anual), ha rebasado a la inflación general anual (3.78 por ciento anual), la guerra comercial de Estados Unidos y China puede generar una recesión en Estados Unidos. Las calificadoras tienen puesto el dedo en el gatillo con la perspectiva negativa en las calificaciones de Pemex y de la deuda soberana. El plan de rescate de Pemex 3.0, volvió a decepcionar. La presentación al Congreso del Presupuesto para 2020 es clave; un planteamiento de un superávit primario haría más seguro bajar la tasa de referencia hasta septiembre.

COLUMNAS ANTERIORES

El milagro económico de la India
Desaceleración: México pudo haber crecido 1.4% anual en el primer trimestre

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.