Es bien sabido que la economía de Estados Unidos tiene una influencia importante sobre la mexicana. También las decisiones con respecto a la tasa de interés de los bancos centrales de los dos países han tenido una coordinación importante en el pasado. Sin embargo, en lo que queda del año, las sendas proyectadas para las tasas de interés en Estados Unidos y México son divergentes. ¿Qué está llevando a estas instituciones a tomar diferentes posturas?
El Banco de México y la Reserva Federal (Fed) coincidieron en dejar sin cambio su tasa de interés de referencia en su última reunión. Sin embargo, difieren en lo que dicen acerca del comportamiento futuro de esas tasas. Jonathan Heath, uno de los subgobernadores de Banxico, mencionó en un foro organizado por la Bolsa Mexicana de Valores que la Junta de Gobierno del Banco Central podría mantener la tasa sin cambio en varias reuniones para, finalmente, empezar a reducirla, probablemente, en noviembre.
En contraste, Jay Powell, presidente de la Fed, en conferencia de prensa comentó: “Casi todos los participantes del comité (Comité Federal de Mercado Abierto) ven probable que algunos incrementos posteriores en la tasa sean apropiados este año”. De hecho, la información dada a conocer por la Fed implica que se pueden esperar dos aumentos más de un cuarto de punto porcentual en lo que queda del año.
La tasa de inflación en Estados Unidos fue de 4 por ciento en mayo, mientras que la parte subyacente (la que incluye los precios menos volátiles) tuvo una variación de 5.3 por ciento. Por su parte, en México la inflación fue 5.84 por ciento en el mismo mes y la subyacente ascendió a 7.39 por ciento.
Recordemos que los aumentos en la tasa de interés se han hecho con el objetivo de controlar la inflación y llevarla hacia los niveles objetivo de los bancos centrales. En Estados Unidos este objetivo es de 2 por ciento, por lo que necesita bajar la tasa todavía dos puntos porcentuales. En cambio, en México el objetivo es de 3 por ciento por lo que la inflación tendría que bajar 2.84 puntos porcentuales para alcanzarlo.
Ahora bien, si la tasa de inflación es menor en Estados Unidos y está más cerca del objetivo del Banco Central, ¿por qué en ese país se plantea subir la tasa y en México reducirla? Se me ocurren tres posibles explicaciones, las cuales no son necesariamente excluyentes y podrían cada una explicar, en parte, esta situación.
Primero, puede ser que el Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed esté formado por personas más preocupadas por la inflación que quienes integran la Junta de Gobierno de Banco de México. En el lenguaje usado para describir a las y los encargados de política monetaria, la Fed estaría formada más por halcones y Banxico por palomas. Si esto fuera así, en México la tasa podría bajar este año porque a quienes se encargan de su política monetaria les preocupa relativamente poco la inflación a pesar de que, como se lee en la página del Banco Central: “El objetivo prioritario de Banco de México es mantener una inflación baja y estable”.
Segundo, la diferencia puede deberse a que en México el ciclo alcista de tasas empezó antes y ha sido más restrictivo que en Estados Unidos. La tasa de referencia en nuestro país es más alta (11.25 por ciento) que en nuestro país vecino (5-5.25 por ciento). Más importante aún es que esto implica que la tasa de interés real (descontando la inflación) es positiva y elevada en México desde hace algunos meses, mientras que en Estados Unidos esta tasa es apenas positiva. Esto implica que la postura monetaria en el primer país es bastante más restrictiva que en el segundo.
Por último, habría que considerar la efectividad de la política monetaria. Manuel Sánchez, quien fue subgobernador del Banco de México, afirma en un excelente artículo que escribió para El Financiero que la mayoría de los canales de transmisión de la política monetaria en México no están funcionando. Probablemente, los integrantes de la Junta de Gobierno del Banco Central no están dispuestos a continuar con una política monetaria altamente restrictiva que no está cumpliendo con su objetivo. En ese caso, deberían buscar la forma de mejorar la efectividad de la política monetaria. En este espacio he afirmado que una mejor comunicación, con el público en general y no sólo con especialistas, podría ayudar.
La inflación en México está lejos del objetivo del Banco Central y la inflación subyacente indica que no será fácil la convergencia a dicho objetivo. Me parece que el hecho de que la Junta de Gobierno de Banco de México pueda considerar una baja en la tasa de interés de referencia con una inflación que está lejos de estar controlada es, cuando menos, irresponsable.