Economía empresarial

China dejará atrás a México en desarrollo económico

China pasó de ser un país que experimentó una terrible hambruna entre 1959 y 1961 a tener un nivel de desarrollo similar al de México: PIB per cápita en 2023 de 13 mil 642 dólares.

China ha logrado una transformación económica sin precedentes. De acuerdo con el Banco Mundial, pasó de tener más del 90 por ciento de su población en pobreza (medida como personas con menos de 2.15 dólares diarios) en 1981 a menos del 1 por ciento en 2016. Desde otra óptica, China pasó de tener un PIB per cápita de 307 dólares (lugar 130 de 138 países en la base de datos del FMI) a uno de 12 mil 514 en 2023 (lugar 74 de 191 países).

De esta forma, China pasó de ser un país que experimentó una terrible hambruna entre 1959 y 1961 a tener un nivel de desarrollo similar al de México (PIB per cápita en 2023 de 13 mil 642 dólares). Sin embargo, lo más interesante no es el desarrollo económico que ha alcanzado el gigante asiático, sino su proyección hacia el futuro.

Aún cuando tienen niveles de desarrollo similar (medido por el PIB per cápita), México y China tienen un dinamismo económico diferente. El crecimiento promedio de China en los últimos diez años ha sido de 6 por ciento, mientras que el de México llega tan sólo al 1.5 por ciento. Lo más probable es que esta divergencia continúe en el futuro.

A México le ha sido difícil superar la ‘trampa del ingreso medio’. Muchos países que han logrado pasar de ingresos bajos a ingresos medios encuentran que es difícil sostener un elevado crecimiento que los lleve a lograr ingresos altos. Sin embargo, China ha logrado sostener tasas de crecimiento relativamente elevadas.

Un elemento que ayuda a explicar el dinamismo de la economía china es que ha sabido reconocer el agotamiento de un modelo de desarrollo y la creación de uno nuevo. El modelo de crecimiento de China tenía como base a las exportaciones y a la inversión extranjera directa atraídos por una mano de obra barata y un tipo de cambio subvaluado. Este modelo ha dado lugar a uno nuevo en el que el desarrollo tecnológico tiene un lugar estratégico.

China se ha planteado como meta el liderazgo tecnológico mundial y para ello ha desarrollado diversos planes estratégicos, entre los que destacan el plan Hecho en China 2025 y el plan de desarrollo para una nueva generación de inteligencia artificial. Estos planes tienen como objetivo lograr el liderazgo en varias tecnologías a nivel internacional en esta década.

La base del desarrollo tecnológico está en el progreso científico. La revista The Economist publicó un artículo recientemente en el que destaca que, en 2003, Estados Unidos producía 20 veces más documentos científicos de alto impacto que China. Esta diferencia se acortó a cuatro veces en 2013 y, en 2022, este país ha logrado producir más documentos científicos de alta calidad que Estados Unidos y la Unión Europea combinados.

El gobierno chino ha invertido fuertemente en infraestructura para el desarrollo de la ciencia como, por ejemplo, campos magnéticos y detectores de neutrinos. Por otro lado, las universidades chinas cada vez se posicionan mejor a nivel internacional. El ranking QS de 2025 posiciona a la Universidad de Pekín y a la Universidad Tsinghua entre las 20 mejores del mundo. Estas universidades alcanzan una mejor posición que la Universidad de Chicago, Princeton y Yale, por ejemplo.

La inversión más importante que ha hecho China para el logro de sus objetivos ha sido en su capital humano y esto es algo que no es reciente. Muchos científicos chinos se han educado en las mejores universidades del mundo. De acuerdo con la asociación Open Doors, en el ciclo 22/23 la mayor parte de los estudiantes extranjeros en Estados Unidos eran chinos (más de una cuarta parte del total). El gobierno chino ha implementado, con éxito, varios programas para repatriar a este talento. Aunque hoy, China ya educa a científicos de primer nivel, internamente.

Como se comentó anteriormente, China y México tienen un nivel de desarrollo económico similar. Sin embargo, México se ha estancado con bajo crecimiento económico al tiempo que China continúa creciendo a tasas relativamente elevadas. Un plan de desarrollo a largo plazo, la promoción del emprendimiento y, principalmente, la inversión en educación de calidad son algunos factores que están contribuyendo a que China continúe su desarrollo, al tiempo que México se está quedando atrás.

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