Leer es poder

¿Con la 4T o con México?

El presidente pide definiciones claras y tajantes, lo que no abona mucho al pluralismo, ni ayuda a distender el fuego de la polarización que ha atizado justo ahora que enfrentamos una emergencia sanitaria.

La verdad es que la cuatro té nos ha regalado una colección de personajes variopintos que será difícil de olvidar.

Como el doctor que a mitad de la pandemia decidió convertirse en político para poder responder cuando se le pregunte cuántos fallecidos ha cobrado el Covid-19: los que usted guste, señor presidente.

O como el doctor-doctor que ha rebajado sus doctorados al decir que el presidente es "un científico" y que escucha sus conferencias matutinas para "llenarse de energía por las mañanas". El mismo doctor-doctor de las casas y noble defensor de los que menos tienen.

En cuanto a la secretaria Sandoval. No hay piedra verbal que el presidente arroje con mayor fuerza que la de "hipócritas". "Hipócritas", dice, alzando la voz y con el índice levantado. En lo personal creo que no hay nada más hipócrita que aquel o aquella que esgrime un discurso de ayuda a los necesitados a la par que va enriqueciéndose. 'Hipócrita' debió pensar el presidente de su colaboradora más cercana (en corto la llama "mi hija") con la publicidad sobre su pasión inmobiliaria. Con gran uniformidad de tono y tiempo, todos en el gabinete salieron a defender a la ministra del "terrible ataque" de haber exhibido sus casas. Todos menos el presidente, que bien haría en exigirle que pida licencia mientras se realizan las investigaciones por la sencilla razón de que la Secretaría no puede investigar imparcialmente a la secretaria.

No podremos olvidar fácilmente al director del Fondo de Cultura por el que cambiaron la ley para complacer al presidente. No ha dicho nada respecto al señalamiento de corrupción contra el amigo suyo al que dio un puesto en el Fondo en Colombia, pero se apresuró a mostrar su solidaridad con la secretaria Sandoval, la misma que hace algunos meses exoneró a Bartlett por un asunto de exceso de propiedades. El funcionario, en un gesto que conmovería al mismo Ché, solapó a la ministra.

Yeidckol Polevnsky –ferviente admiradora de Hugo Chávez y de Fidel Castro, cuyo partido la expulsó de la dirección que ocupaba y la acusó de lavado de dinero–, es un personaje difícil de entender. Han salido a relucir sus casas y el desaseo en los manejos financieros en su partido. Se habla de una cantidad cercana a los 800 millones de pesos. No la acusan 'los adversarios' sino sus correligionarios y viejos amigos. Lavado de dinero en el partido de 'primero los pobres'.

Definitivamente algo no está funcionando en la estrategia del presidente. Ni la curva de la epidemia se aplana ni la economía repunta. La cifra de muertos aumenta. La economía se hunde. La delincuencia crece y se siente con la fuerza de hacer atentados en la capital. Dice Ricardo Monreal que debemos confiar, que el presidente va a cambiar, que va a modificar su discurso hacia los empresarios, que suavizará su tono y se reconciliará con los inversionistas. Que ya entendió y pronto lo veremos actuar con sensatez. No acababa de decir estas alentadoras palabras Ricardo Monreal cuando el presidente anunció su descabellado viaje para visitar a Trump justo ahora que es temporada electoral. No pudo elegir peor momento para realizar esa visita. Primero se dijo que era para la firma del TMEC. Como Trudeau no dio señales de vida, abiertamente se dijo entonces que era para agradecer a Trump por la ayuda en la pandemia. Pero no fue por la pandemia. Fue por el petróleo. Cometieron un error enorme en la reunión de la OPEP. Trump le tendió la mano para sacarlo del atolladero. No sabía López Obrador que Trump le cobraría rápidamente ese favor.

El presidente pide definiciones claras y tajantes, lo que no abona mucho al pluralismo, ni ayuda a distender el fuego de la polarización que ha atizado justo ahora que enfrentamos una emergencia sanitaria. ¿Estás con la transformación o en contra? ¿Estás a favor de nuestro gobierno que ayuda a los pobres o quieres devolverles a los canallas conservadores sus privilegios e irte al infierno? Puestas así las cosas, es un asunto complicado. Sin embargo, por la pandemia y por la pésima conducción económica, es muy probable que a este gobierno le toque la mala fortuna de ser el que más lleve gente a la pobreza y el que haya hecho retroceder la economía hasta niveles que no se veían en décadas. El horizonte es de desempleo, delincuencia y desesperanza.

Sólo hay algo peor que el desempeño del gobierno: la oposición. El partido en el gobierno llegará a las elecciones intermedias luego de haber pasado una pandemia y su secuela de miles de muertos, una crisis económica como no hemos visto en nuestras vidas y una agudización del crimen organizado. Si la oposición no aprovecha estas circunstancias es que no merece ganar ninguna elección. La fórmula no es muy difícil: que las dirigencias nacionales permitan a las dirigencias locales alianzas con otros partidos a nivel local (gobernadores, diputados, alcaldes). Que las dirigencias nacionales saquen las manos de los procesos locales.

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