Perspectiva Global

Las seis recesiones de México en los últimos 40 años

Un ‘punto de giro’ es el momento en el que la actividad económica toca un ‘pico’ e inicia una recesión y luego la fecha en que ésta termina, a la que se le denomina ‘valle’.

La semana pasada el Comité de Fechado de Ciclos de la Economía de México (CFCEM) dio a conocer el resultado de los trabajos de identificación de los ‘puntos de giro’ de la economía mexicana de 1980 a 2020. Cabe señalar que la identificación de dichos ‘puntos de giro’ se llevó a cabo a partir de 1980 y no antes, debido a que a partir de ese año contamos con datos trimestrales del PIB (antes solo se encuentran con frecuencia anual), así como con diferentes bases de datos de actividad económica con periodicidad mensual. Un ‘punto de giro’ es el momento en el tiempo en el que la actividad económica toca un ‘pico’ e inicia una recesión y en qué fecha termina dicha recesión, a la que se le denomina ‘valle’. A partir del ‘valle’ inicia una fase de ‘expansión’. Un ‘ciclo económico’ está formado por una recesión y una expansión. Dicho ‘ciclo económico’ no es un fenómeno observable directamente, sino un concepto económico, por lo que se necesita echar mano a metodologías de identificación. Sin embargo, no existe una metodología ampliamente aceptada para la identificación de los puntos de giro, por lo que este proceso ha recaído mundialmente en un comité de expertos.

Para llevar a cabo la labor de identificación de los ‘puntos de giro’ de la economía de nuestro país, el 3 de febrero de 2021 se estableció el Comité de Fechado de Ciclos de la Economía de México (CFCEM), al amparo del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) y con el apoyo técnico del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). El objetivo del CFCEM es identificar los ‘puntos de giro’ de la economía mexicana. (“Comité de Fechado de los Ciclos de la Economía de México”, 16 de febrero, 2021). El resultado del proceso de selección del comité fue la integración de un grupo formado por siete personas: (1) María de Lourdes Dieck Assad, (2) Luis Foncerrada Pascal, (3) Graciela González Farías, (4) Jonathan Heath, (5) Gerardo Leyva Parra, (6) Pablo Mejía Reyes, y un servidor (7) Gabriel Casillas. Confieso con toda emoción que haber sido seleccionado como integrante del comité, así como las discusiones que se sostuvieron y la responsabilidad histórica que representa, ha sido un sueño hecho realidad para un servidor.

La semana pasada, el comité presentó los ‘puntos de giro’ identificados desde 1980 hasta 2020. La información sobre los ciclos económicos, así como del comité, se puede encontrar en la página de Internet del CFCEM en la siguiente dirección https://comitefechadocicloseconomicos.mx. El comité identificó doce puntos de giro que enmarcan seis recesiones y cinco periodos de expansión. La responsabilidad del comité es identificar y comunicar las fechas de los ‘puntos de giro’ y no se pronuncia sobre las causas de las recesiones, ni sobre la política económica instrumentada.

Así, además de comentar sobre las fechas y la duración de las recesiones identificadas, a título personal comentaré sobre la contracción económica correspondiente a cada recesión y decidí asignarle un nombre: (1) Crisis de la deuda externa de 1981, que tuvo una duración de 19 meses, de diciembre de 1981 a junio de 1983, en donde la actividad económica se contrajo 7.2 puntos porcentuales (pp) del PIB. Esta es la recesión más larga que identificó el comité; (2) crisis cambiaria de 1985, que duró 15 meses, de octubre de 1985 a diciembre 1986 y que le costó a la economía 5.6 pp del PIB; (3) crisis del ‘tequila’ de 1994, que aunque tuvo un impacto muy severo y duradero en la economía de nuestro país, la recesión como tal solo duró seis meses, de diciembre de 1994 a mayo de 1995, con una caída del PIB de 10.4 pp; (4) crisis de las empresas de internet (dot com), que inició en octubre de 2000 y terminó en enero de 2002, observando una duración de 16 meses, la segunda recesión más larga de las que el comité identificó, después de la ‘crisis de la deuda externa’ de 1981. No obstante lo anterior, esta crisis registró la contracción económica más baja de las seis recesiones identificadas, con una caída de 3.4 pp; (5) crisis financiera global de 2008, con una duración de 11 meses –de julio de 2008 a mayo de 2009–, y una contracción económica de 8.9 pp; y (6) Covid-19, que inició en junio de 2019, con una duración de 12 meses y culminó en mayo de 2020. La contracción económica que se observó en dicho periodo fue de 21.5 pp, la más profunda de las seis recesiones. Cabe señalar que a pesar de que el comité identificó que la recesión inició nueve meses antes de la pandemia, decidí llamarle ‘Covid-19′ debido a que la contracción económica se concentró de marzo a mayo de 2020, en el momento en el que la pandemia tuvo un mayor impacto en la economía. De hecho, en este periodo de tres meses la economía se contrajo 21.3 pp (de los 21.5 pp que la economía se contrajo durante el periodo completo de la recesión).

En resumen, en los últimos 40 años, nuestro país ha enfrentado seis recesiones con una duración promedio de 13 meses y una contracción promedio de 9.5 pp (o 0.9 pp promedio por mes). Cabe destacar que en general se aprecia que las recesiones cada vez ocurren con una menor frecuencia. Por ejemplo, la recesión de 1985 ocurrió poco más de 28 meses después de la de 1981, mientras que la de 2008 inició casi 80 meses después de la de 2000 y la de 2019 empezó casi 123 meses después de que terminó la de 2008.

Un día como hoy hace 22 años te fuiste de este mundo papá. Estoy seguro que entre muchas otras cosas, te hubiera gustado ver que tu hijo participó en la primera identificación ‘oficial’ de los ciclos económicos de nuestro país.

e* El autor es conomista en jefe para Latinoamérica del banco Barclays y miembro del Comité de Fechado de Ciclos de la Economía de México.

* Las opiniones que se expresan en esta columna son a título personal.

COLUMNAS ANTERIORES

México 2025
¿Qué nos depara 2025?

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.