Esta semana el Banco de México llevará a cabo su primera reunión programada de política monetaria del año y dará a conocer su decisión sobre la tasa de interés. Los cinco temas que considero más relevantes son: (1) Aumento de la tasa de referencia en 25 puntos base (0.25 puntos porcentuales); (2) desacoplamiento de las acciones del Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed); (3) nuevo miembro de la Junta de Gobierno; (4) posibilidad de un voto disidente; y (5) cambios a la trayectoria proyectada de inflación.
(1) Decisión de política monetaria. Se anticipa ampliamente que este jueves 9 de febrero la Junta de Gobierno decida elevar la tasa de referencia en 25 puntos base (pb) a 10.75 por ciento, su nivel más alto desde mediados de 2001 (utilizando la tasa de fondeo bancario por razones de disponibilidad de la serie de datos, debido a que Banxico adoptó la tasa de referencia como instrumento de política monetaria en 2008). El alza de tasas de esta semana sería la decimocuarta consecutiva que Banxico incrementa la tasa de referencia desde junio de 2021. De dichas alzas, Banxico ha ‘acompañado’ al Fed en las últimas siete, manteniendo el diferencial entre la tasa de referencia de Banxico y la tasa de fed funds del Fed en 600 pb. Cabe señalar que ésta es una de las razones por las cuales el peso ha mantenido la fortaleza que ha observado en los últimos meses frente al dólar.
(2) Desacoplamiento del Fed. Considero que el alza de tasas de Banxico de esta semana será la última del ciclo actual de restricción monetaria. Sin embargo, por el lado del Fed, tanto el consenso de analistas como los precios de los activos financieros relacionados con la tasa de fed funds en Estados Unidos y las propias indicaciones de los miembros del Comité de Operaciones de Mercado Abierto del Fed (FOMC), anticipan que el banco central de Estados Unidos elevaría la tasa en 25pb al menos una vez más en marzo. Eso quiere decir que, si Banxico eleva la tasa por última vez en este ciclo de alzas este jueves, Banxico se estaría efectivamente desacoplando del Fed. Reconozco que no sería ‘un gran desacoplamiento’, pero al menos Banxico podría ‘dejar que la política monetaria actúe’ sobre la economía, para que la inflación continúe su camino hacia el objetivo de 3.0 por ciento. Veo difícil que en el comunicado que acompaña la decisión de Banxico, la Junta de Gobierno haga explícito que con esta alza terminaron su ciclo de alza de tasas. Normalmente los bancos centrales no se ‘atan las manos’ y prefieren dejar las opciones abiertas, en caso de ser necesario volver a elevar la tasa en el futuro. Sin embargo, sí podrían ser explícitos en que se desacoplarán del Fed y que sus decisiones futuras sobre el nivel de la tasa de referencia pondrían estar más en función del comportamiento de la inflación (así como sus expectativas y sus determinantes).
(3) Nuevo miembro de la Junta de Gobierno. Esta será la primera reunión de política monetaria para el subgobernador Omar Mejía, recientemente nombrado por el Ejecutivo y ratificado por el Senado. En mi opinión y habiendo conocido a Omar en su faceta de subtesorero de la Federación, considero que es un funcionario público comprometido con nuestro país y con el mandato del Banco de México. Así, más que en el comunicado, en las minutas observaremos un tono institucional y centrado de su parte, similar a la argumentación que ha llevado a cabo la subgobernadora Galia Borja desde que Omar se unió a su equipo como su asesor principal en marzo de 2021 (pueden leer sobre su trayectoria en la siguiente liga: https://www.banxico.org. mx/conociendo-banxico/d/%7B 682A9C46-C481-241B-EB5E-85 A9AC48E0DB%7D.pdf).
(4) Posibilidad de un voto disidente. Considero que el escenario base es que los miembros de la Junta de Gobierno voten por un alza de 25pb de manera unánime. No obstante lo anterior, creo que existe una probabilidad no negligible de que la subgobernadora Irene Espinosa vote por un alza de 50pb, argumentando que todavía no hay claridad de que la inflación subyacente se encuentre en una tendencia a la baja. En mi opinión, una votación así mandaría un mensaje a los participantes de los mercados financieros de que, aunque haya parado su ciclo de alza de tasas, Banxico dejaría ‘el dedo en el gatillo’ por si se torna necesario continuar elevando la tasa de referencia.
(5) Cambios a la trayectoria proyectada de inflación. Si bien considero que este no va a ser el punto focal de los participantes de los mercados (por eso lo puse en número cinco), creo que sería una buena oportunidad para que Banxico elevara su proyección de inflación, sobre todo para 2023 a una trayectoria más realista con respecto al comportamiento pasado en el que la velocidad de desinflación fue muy similar a la velocidad con la que se incrementó. Esta revisión al alza les permitiría a los miembros de la Junta de Gobierno estar más tranquilos, dejando la tasa sin cambio por un cierto periodo de tiempo y no tener que aumentar la tasa o enviar señales restrictivas en caso de que la inflación se muestre más ‘necia’ para bajar, como considero que será el caso.
* El autor es economista en jefe para Latinoamérica del banco Barclays y miembro del Comité de Fechado de Ciclos de la Economía de México.
* Las opiniones que se expresan en esta columna son a título personal.