Perspectiva Global

Convención Bancaria 2023

El balance de la Convención Bancaria fue positivo; permitió destacar la solidez de la banca mexicana y tratar temas estructurales de alta relevancia.

La semana pasada se llevó a cabo la octagésima sexta reunión anual de la Asociación de Bancos de México (ABM), conocida como “Convención Bancaria”, en la blanca y bella ciudad de Mérida, Yucatán. Si bien Mérida ya había sido sede de este evento hace dos décadas aproximadamente, para los asiduos participantes esto significó un cambio relevante después de que por más de veinte años consecutivos –salvo en 2021 por la pandemia–, la Convención se llevó a cabo en el Hotel Princess de Acapulco. Mérida es de las pocas ciudades en nuestro país que considero que tiene la infraestructura para recibir a los más de mil convencionistas, ponentes y demás invitados que regularmente asisten cada año. Considero que fue una gran elección desde la capacidad del aeropuerto y el número de vuelos, hasta la oferta hotelera alrededor de un centro de convenciones de calidad mundial. Asimismo, la oferta gastronómica no tiene igual. No niego que se extrañó el bello puerto de Acapulco, pero estuvo muy bien por ser un cambio, que rompe paradigmas y permite ampliar fronteras y formas de pensar, máxime en un mundo cada vez más cambiante y en un país con tanta necesidad de inclusión y penetración bancaria. Felicito a los organizadores de la Convención en la ABM por haber tomado el reto del cambio.

Normalmente el evento trata de enfocarse en temas estructurales a nivel global, para encontrar oportunidades, en medio de los retos que se plantean. Sin embargo, un tema ampliamente discutido fue la coyuntura por la que atraviesa el sistema financiero a nivel mundial con el reciente colapso de dos bancos en Estados Unidos (“Silicon Valley Bank”, 16 de marzo), así como la afectación del banco First Republic en EU y del banco suizo Credit Suisse. Sin embargo, no creo que esto haya ensombrecido el espíritu de la Convención, no solo por el soleado clima de Mérida, sino porque afortunadamente esto se tomó como una oportunidad para destacar la fortaleza y solidez de la banca mexicana. Después de la crisis de 1994-1995 (”’Crisis del Tequila’ en México 1994-95″, 30 de agosto, 2022), el sistema financiero mexicano tuvo que crear e instrumentar regulación muy restrictiva para evitar que algo similar hubiera podido surgir de nuevo. Así, no solo se percibe que el problema de los bancos anteriormente mencionados se encuentra acotado –sobre todo al no haber un entramado de derivados exóticos como la Crisis Financiera Global de 2008-2009 y por las decisivas y oportunas acciones que llevaron a cabo las autoridades en EU y Suiza–, sino que México fue el primer país en el mundo en cumplir con los requerimientos de capital y liquidez de los acuerdos llamados “Basilea III”, con índices de capitalización que sobrepasan significativamente o hasta duplican o triplican los requerimientos mínimos.

Esta convención se tituló “Retos y Oportunidades: Inclusión, sostenibilidad y nearshoring” y contó con la participación de ponentes de talla mundial como Raghuram Rajan, exgobernador del Banco de la Reserva de India, ex economista en jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI) y actualmente profesor de la Escuela de Negocios Booth de la Universidad de Chicago –que brindó su visión sobre el crecimiento económico mundial–, Brett King, ‘futurólogo’ de clase mundial, especializado en banca y autor del libro Bank 4.0 y Hillary Clinton, exsecretaria de Estado, exsenadora y ex primera dama de Estados Unidos. Además de la presencia del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, así como de las autoridades financieras, los presidentes de consejo y directores generales de la mayoría de los bancos en nuestro país y demás directivos de la banca y de instituciones de apoyo al sector bancario.

Asimismo, se llevaron a cabo conferencias sobre innovación, la inserción de México en el mundo y varios paneles de discusión sobre perspectivas socio-políticas, inclusión de género, la integración de políticas ASG (Ambiental, Social y de Gobernanza o ESG en inglés) y de perspectivas económicas, en el que tuve la oportunidad de participar, al lado de Valeria Moy –directora general del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco)–, y Carlos Serrano –economista en jefe de BBVA México–, moderado por Gaby Siller, economista en jefe de Banco Base. Tocamos seis temas: (1) Coyuntura que se encuentra experimentando el sistema financiero global; (2) tipo de cambio peso-dólar; (3) crecimiento económico en México a la luz del abanico de posibilidades sobre la recesión o la no recesión próxima en Estados Unidos; (4) nearshoring; (5) inflación y política monetaria en México; y (6) finanzas públicas. Considero que fue una charla agradable y productiva, pero dejo que lo juzgue el público que nos honró con su tiempo para escucharnos.

En resumen, considero que el balance de la Convención fue positivo y lo más importante, permitió destacar la solidez y fortaleza de la banca mexicana y a su vez, tratar temas estructurales de alta relevancia para la industria (además de permitirme ver a muchos amigos tanto del sistema financiero, del equipo de autoridades, de la prensa y algunos ponentes, a quienes les tengo un cariño entrañable).

* El autor es Economista en Jefe para Latinoamérica del banco Barclays y miembro del Comité de Fechado de Ciclos de la Economía de México.

* Las opiniones que se expresan en esta columna son a título personal.

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