Perspectiva Global

FMI/BM–Reunión anual de primavera 2023

En la reunión anua de primavera del FMI/BM fue sorpresivo ver un mejor sentimiento en torno a la economía y los mercados financieros.

La semana pasada se llevó a cabo la reunión anual de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) en Washington, DC, en Estados Unidos. Como cada primavera, se reunieron funcionarios de los bancos centrales y de las secretarías de Economía y Finanzas de los 190 países miembros del FMI, así como participantes de la academia, intelectuales y de instituciones del sector privado, para discutir los temas más relevantes para el mundo en materia económica y financiera. Si bien el enfoque es más en temas de coyuntura –dado que es lo que la política macroeconómica buscar atajar–, también se tratan temas de carácter estructural.

En esta ocasión, la agenda coyuntural estuvo centrada en tres temas: (1) Bajo crecimiento mundial; (2) alta inflación, sobre todo del componente subyacente (que generalmente excluye alimentos y energía, que usualmente son los grupos cuyos precios son más volátiles), en donde se aprecia que está tomando más tiempo de lo anticipado para que baje (a este fenómeno también se le clasifica como sticky o “pegajosa” en español); y (3) estrés en el sistema financiero, sobre todo a partir de las altas tasas de interés a nivel global y el reciente colapso de algunos bancos regionales en EU y la situación de Credit Suisse.

En cuanto a los temas de carácter estructural estuvieron: (1) Cambio climático y políticas ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza o ESG en inglés), que cada día ocupan un mayor espacio en las agendas de foros globales; (2) inteligencia artificial (o por sus siglas en inglés, AI), con especial énfasis en regulación, cosa que no me sorprende porque ya no se habla de AI como tema del futuro, sino como algo con lo que hemos empezado a vivir. En particular, se abordaron las dos formas en que se ha pensado regular la AI: (a) horizontal y (b) vertical. La ‘horizontal’ se enfoca más en regular el uso de los algoritmos de AI, mientras que la ‘vertical’ busca regular el algoritmo per se, desde el simple registro del algoritmo ante una institución regulatoria, hasta el código mismo. Las discusiones que tuve la oportunidad de escuchar concluían que era mejor instrumentar regulación mixta, tomando lo mejor de la ‘horizontal’ con la ‘vertical’; y (3) digitalización, criptomonedas y sus posibles consecuencias.

En este último punto, la discusión estuvo sesgada hacia la volatilidad de los depósitos de la banca, particularmente por lo que ocurrió con Silicon Valley Bank (SVB), que podría ser una forma en la que nos estemos acercando, con cierta gradualidad, a que los bancos ya no dependan de los depósitos como fuente principal de financiamiento. Al final del día, uno de los aspectos más esenciales de las criptomonedas es justamente que no requiere un lugar en donde se tenga que depositar (para quienes me honran con seguir mis publicaciones, esto no quiere decir que haya cambiado de opinión y ahora apoye las criptomonedas “libres”. Sigo pensando que son una pésima inversión. Las únicas criptomonedas que llegarán para quedarse, en mi opinión, serán las que emitan los bancos centrales).

En general, noté menos nerviosismo que en las reuniones de otoño. Tanto para un servidor, como para varios economistas con los que tuve la oportunidad de platicar al respecto, fue sorpresivo ver un mejor sentimiento en torno a la economía y los mercados financieros en esta ocasión, con respecto a la última reunión. Sobre todo, cuando acaba de ocurrir el colapso de Silicon Valley Bank y Signature Bank, así como la intervención y venta de Credit Suisse y con la idea de que ahora nos encontramos más cerca de una recesión global, aunque la apreciación sobre ésta es que no será profunda. Claramente existe una menor incertidumbre sobre las consecuencias de la invasión rusa a Ucrania –particularmente en torno a un crudo invierno que se podría haber vivido en Europa y sin gas ruso–, el crecimiento ha sorprendido al alza y los ciclos de política monetaria restrictiva ya están teniendo efecto, por lo parece que los bancos centrales ya terminaron de elevar las tasas de referencia o están cerca de acabar de hacerlo.

Una forma de observar que hay un menor pesimismo es que en el documento “Perspectiva Económica Global” (World Economic Outlook o WEO) del FMI, titulado “Recuperación rocosa”, el staff no modificó significativamente sus pronósticos de crecimiento del PIB a nivel global, sobre todo para 2023. En este sentido, el staff del FMI sí revisó a la baja sus proyecciones del PIB para 2023, pero solo una décima de punto porcentual de 2.9 a 2.8 por ciento. Cabe señalar que inclusive, tanto para Estados Unidos como para México, el FMI revisó su pronóstico de crecimiento del PIB al alza. Para EU, el FMI considera que la economía estadounidense crecerá 1.6 por ciento en 2023 (anterior: 1.4 por ciento). Asimismo, para México pronostica un crecimiento de 1.8 por ciento para este año (anterior: 1.7 por ciento). Para 2024, el FMI anticipa un crecimiento global ligeramente más alto que en 2023 de 3.0 por ciento, a pesar de que estima un menor crecimiento del PIB en Estados Unidos (1.1 por ciento). Para México, el FMI espera un crecimiento del PIB de 1.6 por ciento.

Lamento profundamente el sensible fallecimiento de Don Manuel Fernández Morett, el pasado 10 de abril. Mi más sincero pésame y un muy fuerte abrazo a Doña Tonita, así como a Cristina, Vevi, Manolín y Beatriz, así como a mis primos y demás familiares y amigos de Don Manuel.

* El autor es economista en jefe para Latinoamérica del banco Barclays y miembro del Comité de Fechado de Ciclos de la Economía de México.

* Las opiniones que se expresan en esta columna son a título personal.

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