Perspectiva Global

Banxico puede bajar tasas en febrero

Aún hay preocupación de que se avecine una desaceleración económica global, sobre todo en Estados Unidos, y que eso tenga un impacto negativo en México.

La semana pasada, la Junta de Gobierno del Banco de México decidió dejar la tasa de referencia sin cambio en 11.25 por ciento, como era ampliamente esperado. Sin embargo, hubo cambios importantes en el comunicado que acompaña la decisión. Los tres mensajes que me llevé del comunicado son: (1) No habrá más alzas de tasas. Algunos participantes de los mercados financieros internacionales anticipaban que uno o dos miembros de la Junta de Gobierno pudieran haber votado por un alza de 25 puntos base (0.25 puntos porcentuales), cosa que no sucedió porque la decisión fue unánime; (2) no van a bajar la tasa de referencia este año (“No habrá recortes a la tasa de interés en México este año”, 29 de agosto); y (3) la Junta de Gobierno no ha abandonado la idea de poder iniciar un ciclo de baja de tasas a inicios del año que entra. En mi opinión, creo que una forma de expresar eso fue no haber caracterizado el balance de riesgos para el crecimiento como “sesgado al alza”. De hecho, la Junta de Gobierno decidió simplemente reemplazar la frase “…el balance de riesgos para el crecimiento se encuentra equilibrado…” en el comunicado de la reunión anterior (10 de agosto), por “…la actividad económica muestra resiliencia y el mercado laboral continúa presentando fortaleza…”, en el comunicado del jueves pasado.

¿Por qué considero que sí pueden bajar la tasa de referencia en febrero de 2024? Considero que a pesar del tono restrictivo (‘hawkish’) del comunicado, incluyendo el alza de las proyecciones de inflación y las preocupaciones de que el mayor ritmo de actividad económica pudiera hacer todavía más lenta la convergencia de la inflación al objetivo, la Junta de Gobierno no ha abandonado la idea de poder bajar tasas en febrero de 2024.

En mi opinión, hay cuatro factores que apoyan esto: (1) No haber caracterizado el balance de riesgos para el crecimiento como “sesgado al alza”, en mi opinión, habla de que todavía hay preocupación de que se avecine una desaceleración económica global, sobre todo en los Estados Unidos y que eso tenga un impacto negativo en México. Asimismo, no vi convicción de que el mayor dinamismo de la actividad económica vaya a tener incidencia en la inflación. Si bien lo mencionan en el comunicado, lo ponen como un riesgo y no está en primer lugar, sino en cuarto; (2) considero que con el ajuste que hizo el staff de las proyecciones de inflación, no va a tener que hacer mayores ajustes en las próximas reuniones e Informe Trimestral, a menos que haya un choque totalmente inesperado. En mi opinión, los cambios que se hicieron a las proyecciones de inflación ya incorporan una menor velocidad de la caída del componente subyacente y una aceleración de los precios de la energía y de los productos agropecuarios. En particular, considero que para los precios de los agropecuarios ya están tomados en cuenta tanto los aspectos estadísticos del ciclo agrícola, como los efectos potenciales del fenómeno climático El Niño e inclusive los mayores precios de los granos después del fin del acuerdo de guerra entre Rusia y Ucrania para exportar granos (“Los peligros económicos de El Niño y La Niña”, 22 de agosto); (3) aunque esto es más una interpretación del mercado, fundamentado en una respuesta que dio la gobernadora Victoria Rodríguez hace dos Informes Trimestrales, “un periodo prolongado” se toma como dos reuniones de política monetaria. Todavía faltan dos reuniones este año (9 de noviembre y 14 de diciembre), por lo que si en la siguiente reunión eliminan “un periodo prolongado”, para mí sería una señal de que sí pueden bajar la tasa en febrero; y (4) si hacemos un experimento mental y viajamos en el tiempo a febrero de 2024, considero que vamos a estar en un mundo caracterizado por: (a) Una economía global en desaceleración, en donde considero que habrá varias señales de debilidad económica en los Estados Unidos y probablemente en México también, con una inflación que recuperó la tendencia a la baja; (b) percepción de los participantes de los mercados que el Banco de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) ya habrá terminado de subir la tasas, a pesar de que es factible que todavía la suba 25 puntos base en noviembre. Inclusive, en febrero ya podría haber señales de que en algún momento en el año podría iniciar un ciclo de baja de tasas; (c) un tipo de cambio peso-dólar muy bien comportado. Reconozco que hacia finales del año que entra podría haber presiones para el tipo de cambio debido al proceso electoral estadounidense, en donde algunos candidatos podrían difundir opiniones negativas sobre nuestro país, pero no creo que esto se observe en febrero; y (d) en febrero del año que entra la “tasa real ex ante” se encontrará alrededor de 7.5 por ciento, un nivel no solo muy arriba del “rango neutral” de Banxico entre 1.8 y 3.4 por ciento, sino que arriba de 7.0 por ciento ha sido caracterizado por varios miembros de la Junta de Gobierno como “muy restrictivo”. Para estimar esta “tasa real ex ante”, se toma la tasa nominal de fondeo de Banxico, que se encuentra en 11.25 por ciento y que considero que en febrero –antes de la reunión de política monetaria–, se encontrará en el mismo nivel. A esta tasa se le “resta” la expectativa de inflación 12 meses adelante, i.e. la inflación esperada para el periodo febrero 2025/febrero 2024, que un servidor estima que estará alrededor de 3.5 por ciento. Por lo que, haciendo “la resta” de tasas {[(1+0.1125)/(1+0.035)]-1}x100, queda en 7.5 por ciento.

Quiero expresar mi más sentido pésame a mi madrina Rebe y a mis primos Rebe, Monse y Eduardo, así como a mi tío Carlitos, mi tía Alda y a mis primos Mariana y Pedro por el triste, inesperado y sensible fallecimiento de mi tío Pedro Arnauda. Les mando un abrazo con mucho cariño a la distancia.

* El autor es economista en jefe para Latinoamérica del banco Barclays y miembro del Comité de Fechado de Ciclos de la Economía de México.

* Las opiniones que se expresan en esta columna son a título personal

COLUMNAS ANTERIORES

Consolidación fiscal y baja de tasas
Kamala onda

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.