El inicio oficial de las campañas para los comicios de este 2 de junio se llevará a cabo este viernes 23 de febrero. La elección general en México este año ofrece muchos aspectos que suceden por primera vez en la historia de nuestro país, en particular seis:
(1) Será la elección más grande en la historia en términos tanto del número de posiciones a ser elegidas simultáneamente –más de 20 mil cargos de elección popular–, como del número de personas que podrían potencialmente votar, cerca de 98 millones. No se trata solo de la Presidencia, sino también de una renovación completa del Senado (128 senadores) y la Cámara de Diputados (500 diputados), así como elecciones para nueve gubernaturas (Ciudad de México, Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán), 31 de 32 congresos locales, 16 alcaldías en la Ciudad de México, 24 consejos municipales y posiciones en una gran cantidad de municipios (mil 580).
(2) Si bien ya ha habido mujeres participando en la elección presidencial, en esta ocasión las encuestas favorecen a las dos candidatas de las principales fuerzas políticas, incrementando la probabilidad conjunta de que en esta ocasión, México vaya a tener su primera presidente mujer (si bien estoy de acuerdo con el lenguaje inclusivo, la palabra ‘presidente’ no tiene género porque refiere a la “persona que preside”. Si tuviera género entonces existirían las palabras ‘presidento’ y ‘presidenta’).
(3) Los tres partidos ‘tradicionales’ e ideológicamente antagonistas: el partido de derecha, PAN; el partido de centro, PRI, y el partido de izquierda, PRD, se han unido en una coalición. Si bien ya hemos visto a esta coalición Va por México en otros comicios, es la primera vez que van juntos para competir por la Presidencia.
(4) El presidente recién elegido asumirá el cargo el 1 de octubre, en lugar del 1 de diciembre, que había sido la fecha desde 1917. Esto se debe a un cambio en el artículo 83 de nuestra Constitución aprobado en 2014 para instrumentarse en 2024, con el fin de reducir el periodo de transición que era demasiado largo conforme a las mejores prácticas a nivel global.
(5) Esta es la primera elección organizada por el Instituto Nacional Electoral (INE) donde el Presidente actual se queja continuamente sobre el papel del Instituto y la forma en que implementa su mandato, a pesar de que la forma en que el Instituto ha trabajado ha permitido a los partidos distintos del PRI ingresar a la escena política desde la creación del instituto en 1990 (aunque bajo otro nombre, IFE).
(6) Más allá de las redes sociales, que ya han jugado un papel relevante en varios comicios tanto presidenciales como a nivel gubernatura, será la primera vez en la que la inteligencia artificial (AI, por sus siglas en inglés) tenga la capacidad, la difusión y el alcance para potencialmente influir en las preferencias de los votantes. Desafortunadamente, la inteligencia artificial se puede prestar para construir campañas para dañar al partido o candidato opuesto con información falsa –con imágenes, videos y voz–, que hagan pensar al electorado cosas muy distintas a la realidad, sobre todo a quienes no confirman la veracidad de la información.
Por el momento no tengo conocimiento sobre la publicación de encuestas para la Cámara de Diputados y el Senado. No obstante, considero que el desempeño histórico respaldaría que Morena pudiera obtener entre el 45 y el 50 por ciento en ambas cámaras, pero no una supermayoría de dos tercios. Por un lado, recordemos que Morena ganó en 2018 con dos tercios de la Cámara de Diputados y alrededor del 60 por ciento del Senado (incluyendo los partidos aliados). Sin embargo, en las elecciones intermedias de 2021, Morena perdió la supermayoría en la Cámara de Diputados, aunque mantuvo el control mayoritario.
En mi opinión, esta es una forma de observar la erosión del capital político del partido en el poder, señalando la menor proporción de escaños legislativos. Asimismo, el resultado de las elecciones para el Estado de México –el estado más poblado del país–, ha sido históricamente un buen indicador para las elecciones nacionales que tendrán lugar al año siguiente. Utilizando los resultados de esa elección a nivel estatal de junio de 2023, también considero que sería razonable estimar que Morena podría obtener entre el 45 y el 50 por ciento de las curules en ambas cámaras. Sin embargo, para que podamos observar un resultado así se necesita que haya candidatos competitivos en la oposición tanto para la Presidencia, como para los demás cargos.