Perspectiva Global

La mesa está puesta para un recorte de tasas en marzo

La gran duda respecto al próximo movimiento del Banxico es si el recorte a la tasa en marzo iniciará un ciclo de reducciones o no.

La semana pasada se dieron a conocer la inflación de la primera quincena de febrero en México y las minutas de la reunión de política monetaria del Banco de México del 8 de febrero pasado. En mi opinión, con la información contenida tanto en el dato de inflación, como en las minutas, “la mesa está puesta” para que Banxico recorte la tasa de referencia en su próxima reunión, el 21 de marzo.

Por un lado, los precios al consumidor registraron una deflación quincenal del 0.10 por ciento durante la primera mitad de febrero, cifra considerablemente por debajo del consenso que preveía un aumento del 0.13 por ciento. La inflación subyacente -que excluye los componentes más volátiles, como energía y agropecuarios-, se situó en un 0.24 por ciento mensual, también por debajo de las expectativas de un aumento del 0.28 por ciento.

Los dos aspectos más relevantes de este dato fueron: (1) La caída en los precios del (jito)tomate, responsables de la mitad del aumento mensual de la inflación en enero, que mostraron una contribución negativa de 42.1 puntos base (-0.421 puntos porcentuales) en las primeras dos semanas de febrero; y (2) el componente subyacente, cuya contribución se ubicó en 18 puntos base (pb), es decir, por debajo de su promedio prepandémico de 19 pb. Adicionalmente, cabe destacar que en este mismo rubro, el genérico ‘restaurantes y similares’ ya no figuró entre los 10 principales contribuyentes a la inflación.

Estos números resultaron en una inflación anual de 4.45 por ciento en la primera mitad de febrero, inferior a la tasa anual de 4.87 por ciento registrada en la quincena anterior. La inflación subyacente disminuyó a 4.63 por ciento anual en la primera mitad de febrero, de 4.75 por ciento en la segunda mitad de enero. Así, la inflación subyacente continuó observando una trayectoria descendente y la inflación general retomó su tendencia a la baja.

Por otro lado, el Banco de México publicó las minutas de su reunión de política monetaria del 8 de febrero pasado. Recordemos que en esa ocasión, la Junta de Gobierno mantuvo la tasa en 11.25 por ciento, como era ampliamente anticipado, pero los miembros de la Junta llevaron a cabo ajustes al párrafo prospectivo. La nueva guía indicó un cambio respecto a la declaración anterior de mantener la tasa de referencia, apuntando a evaluar la posibilidad de ajustar la tasa en las próximas reuniones de política monetaria. Este cambio sugirió la disposición de la Junta de Gobierno para instrumentar potencialmente el primer recorte de tasas de interés en su próxima reunión programada de política monetaria el 21 de marzo.

Si bien para el consenso de analistas es prácticamente un hecho que Banxico recortará la tasa de referencia de 11.25 a 11.00 por ciento en marzo, la gran duda es si este recorte significará un ciclo de disminución de tasas o un ajuste de una sola vez y esperar a que las condiciones permitan otro u otros recortes de tasas. En este sentido, algunos miembros de la Junta de Gobierno han comentado en minutas anteriores o discursos que existe la posibilidad de que el banco instrumente recortes “no consecutivos”. Si bien no todos los miembros de la Junta mencionaron explícitamente la posibilidad de “recortes no consecutivos”, hay consenso en que las decisiones futuras sobre la tasa de interés serán “dependientes de los datos”. Adicionalmente, las minutas enfatizaron el rápido y significativo proceso de desinflación, así como la alta tasa real, que actualmente se sitúa en 7.2 por ciento. Además, cabe destacar que la discusión no abordó la postura del Banco de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) con relación con las decisiones de política monetaria, por lo que, como he comentado con anterioridad, la Junta de Gobierno no necesita esperar a que el Fed inicie un ciclo de recorte de tasas, para hacer lo propio.

Los participantes de los mercados financieros internacionales esperan con interés el informe trimestral de Banxico, que se publicará mañana. En particular la sesión de preguntas y respuestas en la conferencia de prensa, para obtener más información sobre las opiniones de los miembros de la Junta sobre la futura trayectoria de la tasa. Considero que la Junta de Gobierno realmente no está inclinada a instrumentar un ciclo de recortes no consecutivos, sino que desea dejar margen para tener mayor flexibilidad en respuesta a la posible volatilidad en el tipo de cambio, especialmente durante los procesos electorales concurrentes en México y Estados Unidos. En mi opinión, un escenario de recortes no consecutivos podría conducir a una tasa de 10.00-10.25 por ciento a fines de 2024 y 7.50 por ciento a fines de 2025. Sin embargo, continúo anticipando que Banxico seguirá recortando tasas de forma consecutiva, reduciendo finalmente la tasa de referencia a 8.75 por ciento a fines de 2024 y a 7.50 por ciento a mediados de 2025.

Twitter-X: @G_Casillas

* El autor es economista en jefe para Latinoamérica del banco Barclays y miembro del Consejo Asesor del Sector Financiero del Fed de Dallas y del Comité de Fechado de Ciclos de la Economía de México.

* Las opiniones que se expresan en esta columna son a título personal.

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