Perspectiva Global

Banxico bajó tasas. ¿Qué sigue?

Banxico puede disminuir el alto nivel de restricción en el que se encuentra la tasa de referencia a pesar de que la inflación todavía no se encuentra en el objetivo.

La semana pasada, como era ampliamente anticipado, la Junta de Gobierno del Banco de México redujo la tasa de referencia en 25 puntos base (0.25 puntos porcentuales) a 11.00 por ciento, la primera baja en más de tres años. Cabe recordar que Banxico no había modificado el nivel de la tasa desde marzo del año pasado, cuando terminó su ciclo de política monetaria restrictiva, en donde la elevó 725 puntos base (pb). Considero que Banxico puede disminuir el alto nivel de restricción en el que se encuentra la tasa de referencia a pesar de que la inflación todavía no se encuentra en el objetivo debido a tres factores: (1) La inflación general ya se encuentra prácticamente a la mitad de lo que llegó a estar en el momento más álgido de la pandemia de covid-19 (i.e. 4.5 por ciento en la primera quincena de marzo vis-à-vis 8.8 por ciento en la segunda quincena de agosto de 2022) y más importante aún, las expectativas de inflación han disminuido significativamente. En este sentido, las expectativas de inflación a 12 meses en la encuesta sobre las expectativas de los especialistas en economía del sector privado, que levanta el Banco de México mensualmente, han caído de su nivel más alto en este periodo de alta inflación en 5.5 por ciento en octubre de 2022, a 3.9 por ciento en la última encuesta; (2) la tasa real ex-ante, antes de la baja de tasas de la semana pasada -i.e. la tasa nominal (11.25 por ciento) ‘menos’ las expectativas de inflación a 12 meses (3.88 por ciento)-, se encontraba en 7.1 por ciento, un nivel muy restrictivo con respecto al nivel que el mismo Banco de México tiene como ‘neutral’ entre 1.8 y 3.4 por ciento; y (3) el tipo de cambio se encuentra muy bien comportado en términos de volatilidad, así como de tendencia.

Además del recorte a la tasa de referencia, hay dos aspectos clave para analizar, lo que puede pasar hacia delante en torno al nivel de la tasa: (1) La votación de la Junta de Gobierno; y (2) el contenido del comunicado que acompaña la decisión. En cuanto a la votación, la decisión se tomó por mayoría. La subgobernadora Irene Espinosa votó por dejar la tasa sin cambio, en 11.25 por ciento, mientras que los otros cuatro miembros de la Junta de Gobierno votaron por disminuir la tasa en 25pb. La subgobernadora Espinosa ha sido muy clara en sus apariciones públicas y reuniones con inversionistas, que ella está de acuerdo con ajustar la tasa a la baja, siempre y cuando se lleve a cabo cuando se puede dar inicio a un ciclo de política monetaria laxa. Es decir, cuando no sea “de una sola vez”. Inclusive comentó que, en este sentido “no hay prisa” para iniciar el ciclo de recortes. Por su parte, el subgobernador Jonathan Heath ha comentado en un sinnúmero de ocasiones que tiene la visión de que al menos en este inicio de baja de tasas se puede bajar la tasa de referencia “una reunión sí y otra no”, para mantener el grado de restricción por un mayor periodo de tiempo. Consistente con esto, el subgobernador Heath votó por una disminución de 25pb y consideró que es muy factible que vote por dejar la tasa de referencia sin cambio en 11.00 por ciento en la siguiente reunión en mayo. Finalmente, en las entrevistas que ha dado la gobernadora Victoria Rodríguez, poco después de la decisión de política monetaria de la semana pasada, ha dicho que los recortes futuros se evaluarán caso por caso. En la jerga económica y financiera a esto se le llama tener un enfoque “dependiente de los datos”. Por esto, en mi opinión, el comportamiento de la inflación, así como del tipo de cambio serán clave para poder proyectar lo que hará Banxico hacia delante. Podremos ver estas discusiones con más detalle en las minutas que se publicarán la semana que entra, el 4 de abril.

En cuanto al comunicado, el párrafo prospectivo de la decisión del 8 de febrero pasado decía a la letra: “…en las siguientes reuniones evaluará, en función de la información disponible, la posibilidad de ajustar la tasa de referencia. Tomará en cuenta el progreso en el panorama inflacionario y los retos que aún prevalecen. Considerará la incidencia de la postura monetaria restrictiva que se ha mantenido y la que siga imperando sobre la evolución de la inflación a lo largo del horizonte en el que opera la política monetaria…”. Esto fue reemplazado en el comunicado del jueves pasado por “…en las siguientes reuniones, tomará sus decisiones en función de la información disponible. Tendrá en cuenta el progreso en el panorama inflacionario y los retos que aún prevalecen. Considerará la incidencia de la postura monetaria restrictiva que se ha mantenido y la que siga imperando sobre la evolución de la inflación a lo largo del horizonte en el que opera la política monetaria...”. Cabe destacar que algunos de mis colegas han interpretado este cambio, en particular el haber quitado la frase “la posibilidad de ajustar la tasa de referencia” del comunicado, como señalando una pausa en la siguiente reunión del 9 de mayo. En mi opinión, sin embargo, creo que salvo lo que ha expresado el subgobernador Heath, no veo con claridad que los demás miembros de la Junta de Gobierno deseen con firmeza hacer una pausa, sino que tomarán sus decisiones conforme a la información disponible, en particular la inflación, las expectativas de inflación y la dinámica del tipo de cambio. De hecho, considero que hacia delante podemos ver algunas sorpresas inflacionarias a la baja, como caída de las tarifas aéreas post Semana Santa, así como un mayor número de ciudades participando este año (electoral) en los descuentos de verano de las tarifas eléctricas. Pero más importante aún, que la contribución del componente de servicios -excluyendo vivienda y educación-, continuará acercándose a su promedio prepandemia. Por ello, continúo anticipando que Banxico seguirá disminuyendo la tasa de referencia hacia un nivel de 7.50 por ciento, que se podría alcanzar en algún momento el año que entra.

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