El médico y empresario, pero mejor conocido como 'futurólogo', Peter Diamandis, solicitó a las personas que más respeta en cuanto a avance tecnológico se refiere, que le enviaran sus predicciones sobre los cismas tecnológicos que podrían ocurrir en los próximos 20 años. Peter Diamandis, a quien tuve el privilegio de conocer en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, hace algunos años y que gracias al Grupo Financiero Banorte pude invitarlo a México en el marco de nuestro Foro Estrategia México en 2016, es autor —junto con Steven Kotler— de dos libros cuya lectura recomiendo ampliamente: Abundance: The Future is Better Than You Think (Free Press, 2012, 400 páginas) y Bold: How to Go Big, Create Wealth, and Impact the World (Simon & Schuster, 2015, 336 páginas). Junto con Ray Kurzweil, Andrew McAffee, Elon Musk, Erik Brynjolfsson y Michio Kaku —entre otros—, considero que es una de las voces más reconocidas en el estudio serio del avance tecnológico actual y sus consecuencias potenciales. El domingo pasado, Diamandis publicó una selección de 50 predicciones para los próximos 20 años, ordenadas cronológicamente cada dos años desde 2018 a 2038. Dedicaré lo que resta del espacio a describir y en algunos casos comentar sobre seis de estas predicciones, ordenadas cronológicamente.
Para 2018 (¡este año!), las predicciones que reunió Diamandis son: (1) Se alcanzará la 'supremacía cuántica', en donde las computadoras cuánticas podrán resolver problemas matemáticos que las computadoras actuales no pueden. Por muchas diferencias que presenten las computadoras actuales tanto en términos de velocidad de procesamiento, como de memoria —entre muchas otras—, se fundamentan en 'el algoritmo clásico'. Yo entiendo que alcanzar la 'supremacía cuántica' significa pasar del mundo binario actual del cero y el uno o del 'sí' y 'no', a un mundo de distribuciones de probabilidad, utilizando la naturaleza aleatoria con la que se fundamenta la física cuántica. Esto abre un panorama mucho más amplio para la solución de problemas, incluyendo claramente los que hoy resuelve el 'algoritmo computacional clásico', que hemos utilizado por décadas. Esta 'conquista' va a causar cambios significativos en un sinnúmero de áreas, desde un incremento considerable en la velocidad a la que muchos procesos se llevan a cabo en las computadoras actuales, mejoras en la seguridad informática —como en la encriptación de información y en el desarrollo de cadenas blockchain y otros desarrollos que hoy hacen muy oneroso mantener a las llamadas 'criptomonedas'—, hasta un impulso sin precedentes en el desarrollo de la inteligencia artificial (artificial intelligence o AI); (2) AI con emoción, de manera generalizada. Si bien esto no significa que las computadoras habrán adquirido 'conciencia' (todavía), los dispositivos equipados con algoritmos AI podrán interpretar emociones e inclusive responder a ellas. Por ejemplo, si uno le grita a 'Siri' que no encontró lo que le pediste que buscara, 'Siri' podrá contestarte: "por favor no me grites, lastimas mis sentimientos". Si bien esto no 'suena' como algo muy útil, sin duda marcará un avance importante hacia la construcción de la relación humano-máquina.
Para 2020, hay cuatro predicciones, continuando la numeración anterior: (3) Diagnóstico médico con AI, de manera asequible. Se anticipa que no sólo las computadoras puedan diagnosticar enfermedades con un mucho mayor porcentaje de precisión que los mejores médicos (humanos) actualmente, sino que puedan recomendar las terapias y medicinas con las que existe una mayor tasa de éxito para aliviarse o al menos controlar la enfermedad, maximizando la longevidad —en buen estado— y minimizando el dolor; (4) señal 5G, que podría ofrecer velocidades de 10 a 100 gigabits por segundo para teléfonos celulares, mientras que la velocidad de la señal 4G LTE actualmente oscila entre 5 y 50 megabits por segundo; (5) inicien operaciones las primeras plataformas comerciales de coches que vuelan a la 'Volver al Futuro'; y (6) uno de los primeros usos prácticos relevantes de las computadoras cuánticas sería el descubrimiento de nuevos catalizadores químicos, que revolucionarían la química tradicional.
A partir de esta columna estaré comentando sobre estas 50 predicciones cada dos semanas. Todavía faltan 44.