Este jueves el Banco de México dará a conocer su última decisión de política monetaria del año. ¿Qué espera el consenso de analistas y los participantes de los mercados financieros para esta reunión? Por un lado, la mayoría de los economistas encuestados por Citibanamex (19 de 26) el pasado 7 de diciembre anticipa que la Junta de Gobierno dejará la tasa de referencia sin cambio en 4.25 por ciento, mientas que siete economistas anticipan una reducción de 25 puntos base (0.25 puntos porcentuales). Por otro lado, el mercado de forwards de TIIE de 28 días tiene incorporado una reducción de sólo 5 puntos base (pb). Es decir, que existe una probabilidad de 20 por ciento de que la Junta de Gobierno reduzca la tasa 25pb.
En la reunión pasada (12 de noviembre), la Junta de Gobierno decidió por mayoría (4-1) dejar la tasa de referencia sin cambio en 4.25 por ciento. En mi opinión, el cambio más importante que se observó en el comunicado fue la incorporación del enunciado: "…esta pausa brinda el espacio necesario para confirmar una trayectoria convergente de la inflación a la meta…". Tomando en cuenta esto, así como las discusiones de las minutas tanto de esta reunión como de la anterior −en donde hubo gran discusión en torno al limitado espacio para continuar el ciclo de baja de tasas−, pareciera que el hecho que la inflación anual se encontrara por arriba de las expectativas desde agosto y que inclusive subiera ligeramente en octubre, fue uno de los principales motivos de la pausa.
En este sentido, la inflación anual en agosto se ubicó en 4.0 por ciento, mientras que las expectativas a 12 meses −en la encuesta del Banco de México− se encontraba en 3.8 por ciento. Asimismo, en septiembre y octubre la inflación anual se ubicó en 4.0 y 4.1 por ciento, respectivamente, también por encima de las expectativas a 12 meses en 3.8 y 3.7 por ciento, respectivamente. Cabe señalar que la inflación en octubre también se ubicó ligeramente por arriba de la cota superior de la banda de variabilidad de un punto porcentual alrededor del objetivo de inflación del Banco de México de 3.0 por ciento.
Entonces, retomando el enunciado que habla sobre 'la pausa', para la reunión de esta semana, la Junta de Gobierno sólo va a contar con el dato de inflación de noviembre, que se publicó la semana pasada. La tasa anual de inflación de noviembre se ubicó en 3.33 por ciento, por debajo de la cota alta de la banda de variabilidad del objetivo de inflación de Banxico y por debajo de las expectativas en 3.53 por ciento. ¿Será este el dato que detone una reducción de la tasa de interés este jueves?
Por un lado, se puede 'defender' un recorte de la tasa si observamos que la Junta de Gobierno estuvo reduciendo la tasa de referencia en el periodo en el que la inflación anual se encontró por debajo o cercana a las expectativas y por debajo del límite superior de la banda de variabilidad del objetivo (de agosto de 2019 a septiembre de 2020). De esta manera, con el dato de noviembre la inflación vuelve al espacio en el cuál Banxico estuvo reduciendo la tasa de referencia. Si la Junta de Gobierno decide bajar la tasa, entonces la pausa del 12 de noviembre se vería como 'la pausa de los dos minutos' de la NFL (Liga nacional de futbol americano) −pausa obligada cuando el reloj registra dos minutos antes de que terminen la mitad y el final del partido−, dado que de manera muy rápida Banxico retomaría el ciclo de baja de tasas.
No obstante lo anterior y en línea con el consenso de analistas y del mercado, considero que es más factible que la Junta de Gobierno del Banco de México decida volver a dejar la tasa de referencia en 4.25 por ciento, este jueves. Si bien la inflación tuvo un mejor comportamiento y las expectativas de inflación para finales de este año se ajustaron a la baja, tanto en el consenso de analistas (de 3.92 a 3.78 por ciento) como las propias de Banxico (de 3.7 a 3.6 por ciento, promedio trimestral de 4T20), considero aventurado que con un solo dato de inflación −el de noviembre−, la Junta de Gobierno ya tenga mayor certidumbre de que la trayectoria de la inflación convergerá hacia el objetivo de 3.0 por ciento, en el periodo en el que opera la política monetaria.
En resumen, la economía mexicana se encuentra enfrentando su peor recesión desde 1932 y por el lado fiscal el apoyo ha sido muy limitado. Así, el Banco de México podría continuar contribuyendo a apoyar la economía mexicana con una política monetaria más laxa. Sin embargo, en el análisis costo-beneficio pareciera que los beneficios de continuar disminuyendo la tasa de referencia ya son marginales −sobre todo a la luz de la baja penetración crediticia de nuestro país−, mientras que los costos pueden ser muy altos, máxime si tasas más bajas pueden detonar una potencial salida de capitales. Asunto que puede ocurrir por diversas razones, como muchas de las iniciativas irresponsables que varios legisladores continúan impulsando de manera incesante y que, por ello, Banxico tendrá que actuar con mayor cautela.
* El autor es director general adjunto de Análisis Económico y Relación con Inversionistas de Grupo Financiero Banorte y presidente del Comité Nacional del Estudios Económicos del IMEF. Las opiniones que se expresan en esta columna no necesariamente coinciden con las del Grupo Financiero Banorte, ni del IMEF, por lo que son responsabilidad exclusiva del autor.