La pandemia que estamos viviendo y los muy desafortunados fallecimientos, así como las reacciones de los gobiernos —incluyendo las políticas de confinamiento—, generan diferentes sentimientos entre la población. Estos dependen desde las condiciones más básicas —como la oportunidad de poderse quedar en casa—, hasta las circunstancias y tipo de trabajo que permiten o no hacer home office, entre otros factores. En el ámbito de la economía y los mercados financieros a nivel global, desde el 15 de marzo pasado que el Comité de Operaciones de Mercado Abierto (FOMC) del Banco de la Reserva Federal de EU (Fed) decidió —en domingo—, llevar las tasas de interés de referencia a niveles cercanos a cero por ciento, no han parado las noticias y eventos de carácter económico a nivel mundial.
Hemos observado más decisiones fuera de calendario de bancos centrales, continuas revisiones de pronósticos de crecimiento del PIB y otras variables macroeconómicas, paquetes de estímulo fiscal, medidas de provisión de liquidez, degradaciones de calificaciones crediticias, niveles históricos en diferentes indicadores económicos y financieros y hasta precios negativos del petróleo. Sin embargo, la ausencia de viajes y eventos sociales generan espacios de reflexión. Comparto con ustedes cinco breves reflexiones desde el encierro. Si bien estoy seguro de que ya han llegado a conclusiones similares o que las han leído en algún otro lado, espero que el compendio y la forma de presentación aporten al proceso de reflexión propio.
(1) No se regresará a la 'normalidad', mientras no haya cura. Ya se discuten formas en la que se podrán levantar las cuarentenas y reabrir las economías. Sin embargo, considero que el mundo no regresará a la 'normalidad', hasta que no se encuentre la cura.
(2) El levantamiento de cuarentenas sin cura tendrá consecuencias. Un sinnúmero de actividades continuarán siendo afectadas por la pandemia de Covid-19, a pesar de levantar las cuarentenas. Los viajes y los eventos que impliquen aglomeraciones serán los más afectados. Tal es el caso de viajes en avión o autobús y cruceros, así como asistencia presencial a centros comerciales, restaurantes, gimnasios, casinos y eventos masivos, como conciertos, partidos de futbol, marchas y hasta las olimpiadas. Es necesario evitar recaídas.
(3) La magnitud y profundidad de los cambios estructurales en la sociedad y en la economía dependerán del momento en el que se encuentre un tratamiento eficaz. Se habla mucho de que esta emergencia sanitaria propiciará cambios muy profundos en la sociedad y en la economía. Sí creo que los habrá, pero considero que no hay que subestimar las inercias. Hay muchas cosas que seguirán siendo igual que antes. En mi opinión, qué tan rápido se encuentra un tratamiento eficaz para tratar el Covid-19, definirá en gran medida si los cambios transitorios se vuelven permanentes —si tarda muchos meses—, o si permanecen las inercias primordialmente -si se encuentra pronto.
(4) Descubrimientos a partir del 'experimento forzado'. En ausencia de una emergencia sanitaria como la que estamos viviendo, no podría llevarse a cabo un experimento de confinamiento de la sociedad. Ya estamos descubriendo algunas cosas al respecto. Serán más. La disminución de niveles de contaminación en el aire, en el mar, así como el regreso de fauna a lugares urbanos y a las playas, dejan claro que el hombre sí incide en el cambio climático, pudiendo cambiar significativamente la actitud de la ciudadanía y las políticas públicas en torno al cuidado del medio ambiente. Asimismo, el 'teletrabajo' (o home office) al que muchas empresas temían, se verá como algo 'normal', apoyando el empoderamiento de los trabajadores, sobre todo en cuestión del manejo de su tiempo y modificar la forma en que se evalúan, más orientada hacia resultados. Es probable que se masifique el concepto de 'oficinas genéricas' —en donde no hay asignación única y las personas no mantengan nada personal— y varias empresas opten por disminuir el espacio que ocupan sus oficinas. El estar más en casa puede impulsar la venta de productos y servicios relacionados con tener una vivienda más cómoda y con un estilo más agradable para quienes la habitan. Inclusive podría revertirse la tendencia de 'vivir más cerca del trabajo', debido a que la posibilidad de 'teletrabajo' lo hará menos relevante. En este sentido, es muy factible que disminuyan los viajes, en general. Esta menor movilidad podría apoyar a mejorar tanto la asignación del tiempo de las personas, como los índices de contaminación.
(5) Se intensificará el debate entre autoritarismo y libertad individual, debido a que las emergencias sanitarias —como muchas otras— 'abren la puerta' a las autoridades para limitar o hasta suprimir la libertad individual, incluyendo la restricción de flujos migratorios y de productos a nivel global (nacionalismo y globalización).
Hacia delante, considero que un tema que arrojará varias reflexiones también será la forma en cómo se dejarán de instrumentar las políticas para atajar el Covid-19, tanto las de salud, como las económicas. Algunas llegaron para quedarse, otras tendrán que evaluarse a la luz de una gran cantidad de factores, incluyendo la disminución del gasto y del endeudamiento de los gobiernos, las empresas y los hogares.
* El autor es director general adjunto de Análisis Económico y Relación con Inversionistas de Grupo Financiero Banorte y presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF.
* Las opiniones que se expresan en esta columna no necesariamente coinciden con las del Grupo Financiero Banorte, ni del IMEF, por lo que son responsabilidad exclusiva del autor.