¿Qué es lo que hace crecer a un país con bienestar? ¿Estabilidad macroeconómica? ¿Estado de derecho? ¿Buenas políticas redistributivas? Creo que la lección que nos ha dejado la historia económica de México y el mundo es que se necesitan de las tres. La estabilidad macroeconómica es una condición necesaria para que una economía pueda crecer a tasas más altas, pero no suficiente. Lo hemos vivido en México. Se necesita fortalecer el Estado de derecho también, para que con certeza jurídica se incentive la inversión, se paguen impuestos de manera mucho más eficiente y funcionen los mercados (sin abusos). La combinación de ambas ha logrado que los países pueden alcanzar tasas de crecimiento más altas ('Estado de derecho y crecimiento económico', 4 de noviembre, 2014). Existen varios ejemplos, pero considero que uno de los más cercanos es Chile ('Bienestar, crecimiento y desigualdad (II)', 9 de junio).
No obstante lo anterior, crecer a tasas más altas bajo un esquema como el que comentamos (estabilidad macroeconómica, con un Estado de derecho sólido), no necesariamente genera una economía con una buena distribución de la riqueza. En este caso también, un claro ejemplo es Chile ('Protestas violentas a nivel global e incremento de la desigualdad', 29 de octubre, 2019). Así, también se hace necesario instrumentar políticas redistributivas del ingreso que permitan un crecimiento con equidad. Habiendo comentado en este espacio sobre la estabilidad macroeconómica, así como los indicadores de bienestar y la medición de la desigualdad en nuestro país en semanas pasadas, en esta ocasión me enfocaré en el Estado de derecho.
Se dice que en México el principal problema es la corrupción. Yo creo que no. Veo la corrupción como un síntoma, no como un mal per se. Esto no quiere decir que no lo vea mal. Detesto la corrupción. Simplemente considero que la corrupción es resultado de la impunidad, que a su vez, es reflejo de la falta de Estado de derecho. La impunidad ocurre por la falta de aplicación de la ley. Debido a que una gran cantidad de delitos quedan sin castigo —es decir, impunidad—, se propicia la corrupción, entre otros males. Adicionalmente, la falta de derecho hace que el terreno de juego no sea parejo para todos los ciudadanos y se exacerbe la desigualdad.
Desde hace mucho tiempo sabemos que México no anda bien ni en impunidad, ni en Estado de derecho, pero ¿qué tan mal estamos y de qué pie cojeamos? Existen dos esfuerzos de medición muy importantes en este sentido desde hace varios años: (1) El Índice Global de Impunidad (IGI) —de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP)—, generado por un grupo de investigadores desde 2015 e impulsado por Luis Ernesto Derbez, exsecretario de Economía y de Relaciones Exteriores de nuestro país y actualmente rector de la UDLAP; y el (2) Índice de Estado de Derecho (Rule of Law Index o RLI) del World Justice Project, un trabajo probono del exabogado de Microsoft y dueño del equipo de béisbol Gigantes de San Francisco, William Neukom, dirigido por el economista mexicano Alejandro Ponce, que publican desde 2008. Ambos gozan de gran reconocimiento internacional y son las referencias a nivel global en cuanto a impunidad y Estado de derecho.
¿Y en dónde se encuentra ubicado México en ambas métricas? En la última edición del IGI (2017), México se ubicó en el lugar 66, de 69 países. Esto es un lugar por arriba de Camerún y un lugar por debajo de Perú. Comparándonos con otros países de Latinoamérica, Brasil se ubicó en lugar 63, Colombia en 62, Chile en 45 y Argentina en 44. Uno de los aspectos en donde México se encuentra en una situación muy precaria es en el número de jueces por cada 100 mil habitantes, con 4.13 solamente, muy por debajo de poco más de 10 jueces en Chile, Colombia y Estados Unidos, por ejemplo. Por su parte, en el índice de Estado de derecho de este año del World Justice Project, México se ubica en el lugar 104, de 128 países en donde calculan este índice. En este sentido, México está un lugar arriba de Madagascar y uno por debajo de Nigeria. Tomando en cuenta a Latinoamérica, casi todos nos ganan, Ecuador está en el lugar 86, Brasil está en el 67, Colombia en 77, Argentina está en 48 y Chile en el lugar 26.
Así, considero que aquí se encuentra una de las respuestas más importantes sobre lo que necesitamos arreglar en México para crecer a tasas más altas y con una mejor distribución de la riqueza. Podemos ir de políticas de derecha a izquierda, hacer reformas energéticas, echarlas para atrás, etcétera, pero si no fortalecemos el Estado de derecho, creo que seguiremos dando tumbos como país ("¿Izquierda? ¿Derecha? o simplemente ¿Estado de derecho?", 19 de noviembre, 2019).
Director general adjunto de Análisis Económico y Relación con Inversionistas de Grupo Financiero Banorte y presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF. Las opiniones que se expresan en esta columna no necesariamente coinciden con las del Grupo Financiero Banorte, ni del IMEF, por lo que son responsabilidad exclusiva del autor.