Perspectiva Global

Nuevo Plan de Negocios de Pemex

Luego del Plan de Negocios de Pemex hay que evaluar qué hacer con las posiciones de bonos (inversionistas), recomendaciones (analistas y estrategas) y calificaciones de crédito (agencias calificadoras).

La semana pasada Petróleos Mexicanos (Pemex) publicó su Plan de Negocios 2019-2023. Como he comentado en semanas anteriores, los participantes de los mercados financieros nacionales e internacionales han estado esperando la publicación de este plan para evaluar qué hacer con sus posiciones de bonos de Pemex (inversionistas), recomendaciones (analistas y estrategas) y calificaciones de crédito (agencias calificadoras) ('Urge atender situación financiera de Pemex', 2 de julio). Recordemos que la deuda de Pemex -cuyo monto asciende a cerca de 110 mil millones de dólares u 8.5 por ciento del PIB-, no cuenta con la garantía explícita del gobierno federal. Es decir, si Pemex no genera el efectivo necesario para pagar los intereses o el principal de la deuda de manera parcial o total en los tiempos acordados, en estricto sentido el gobierno no tendría la obligación de pagar a los acreedores.

El hecho de que el gobierno federal no sea 'aval oficial' de Pemex es la razón más importante por la que los participantes de los mercados han estado esperando la publicación de este plan. Es decir, en el plan tiene que reflejarse una manera creíble en la que se generarán los flujos de efectivo necesarios para llevar a cabo los pagos de deuda hacia delante. En este sentido, dado que la empresa se encuentra muy endeudada, la manera de generar flujos tiene que ser: (a) Con recursos externos para invertir, que en buena medida el gobierno federal le va a otorgar vía inyecciones de efectivo y reducciones a la carga fiscal, de acuerdo con el nuevo Plan de Negocios; y (b) que dichos recursos sean invertidos en actividades que sean rentables, para que al menos se pueda garantizar el pago de la deuda. En este sentido, Pemex lleva a cabo un sinnúmero de actividades y no ha sido rentable en muchas de ellas, como es el caso de refinación. Afortunadamente ha sido rentable en sus actividades de exploración y producción.

Sin embargo, por un lado, una de las propuestas de campaña del presidente López Obrador fue la construcción de la refinería de Dos Bocas, Paraíso, Tabasco. Cabe señalar que las empresas participantes -expertas a nivel internacional- no pudieron ofrecer un proyecto que se ajustara a los parámetros que indicó la administración: (a) Estar lista a más tardar en el año 2023; y (b) a un costo no mayor a 8 mil millones de dólares. Por otro lado, para que las actividades de exploración y producción sean rentables es necesario que se eleve la producción de petróleo crudo, que ha estado declinando desde 2004 de poco más de 3.3 millones de barriles al día a 1.6 actualmente. Así de importantes son los retos que tiene Pemex y cuyo único accionista, el gobierno, tiene recursos muy limitados, sobre todo bajo el compromiso de mantener finanzas públicas sanas.

Así, destaco cinco aspectos del Plan de Negocios 2019-2023: (1) Considero positivo que el plan se enfoque en exploración y producción que como comenté, ha sido de las actividades en donde Pemex ha sido rentable; en este sentido, (2) se plantea elevar la producción de 1.6 millones de barriles al día, actualmente, a 2.6 para diciembre de 2024. Cabe señalar que el plan ofrece información detallada de los proyectos con los que se plantea incrementar la producción en 320 mil barriles al día, que se llevaría a cabo mediante la explotación de 22 pozos, incluyendo Ixachi, uno de los mayores descubrimientos de los últimos años. Asimismo, en el plan se comenta que con el desarrollo de otros 148 nuevos pozos -que no se detallan-, se explican los cerca de 700 mil barriles adicionales que complementarían el incremento de la producción a 2.6 millones de barriles al día para 2024; (3) se proyecta invertir mil 947 miles de millones de pesos en los próximos cinco años, de los cuáles 80.6 por ciento provendrían de la generación de ingresos del propio Pemex, 13.8 por ciento de apoyos del gobierno federal -7.2 por ciento de aportaciones y 6.6 por ciento de la reducción de carga fiscal- y 5.5 de inversión del sector privado vía los CSIEEs, contratos de servicios; (4) considero muy importante que Pemex haya dejado abierta la posibilidad de llevar a cabo 'farmouts'; y (5) los participantes de los mercados quedamos atentos a la presentación del programa de apoyo fiscal de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, para analizar la forma en que el gobierno hará frente a las reducciones fiscales y aportaciones que se le otorgarán a Pemex. Creo que con esto último ya podremos saber el veredicto de las principales calificadoras de riesgo hacia delante, tanto para Pemex, como para la calificación de la deuda soberana ('Imprescindible apoyo de Hacienda a nuevo Plan de Negocios de Pemex', 9 de julio).

El autor es director general adjunto de Análisis Económico y Relación con Inversionistas de Grupo Financiero Banorte y presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF.

Las opiniones que se expresan en esta columna no necesariamente coinciden con las del Grupo Financiero Banorte, ni del IMEF, por lo que son responsabilidad exclusiva del autor.

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