Subsecretario de Hacienda y Crédito Público
El pasado 8 de septiembre se entregó el Paquete Económico 2022, en él se incluye una iniciativa para aplicar el IVA a tasa cero sobre los productos de gestión menstrual. A pesar de que esta iniciativa se planteó hace varios años, fue hasta el año pasado cuando los colectivos de mujeres y las diputadas lograron que este tema fuera considerado para su análisis en el Congreso en el marco de la discusión del Paquete Económico.
Los productos de gestión menstrual son una necesidad básica y esencial en la vida cotidiana de las mujeres a lo largo de su edad reproductiva, que es, en promedio, de 35 años. La adquisición de estos productos representa una carga tributaria por el solo hecho de nacer mujer, lo cual es injusto y discriminatorio por motivos de género.
En México, la dificultad en el acceso a productos de gestión menstrual por parte de adolescentes es un problema que puede causar abandono escolar temporal o definitivo. Unicef ha documentado que 4 de cada 10 adolescentes no asisten a la escuela durante su periodo menstrual debido a que no cuentan con recursos suficientes para comprar productos sanitarios. Esto equivale a 20 por ciento de un año escolar y, por obvias razones, tiene consecuencias en la formación de capital humano del país, donde la tasa de participación laboral de las mujeres es de tan solo 42 por ciento, mientras que la de los hombres es de 74 por ciento. Además, por cada año de educación post primaria, el salario de una mujer aumenta entre 10 y 20 por ciento.
Para generar un cambio en estos datos y reducir la brecha de género debemos, por un lado, comenzar a diseñar políticas que contribuyan a combatir las causas del rezago y ausentismo escolar y, por otro, reconocer que esas causas son diferentes para las niñas y para los niños. Reducir el costo y dar acceso a productos de gestión menstrual tiene un impacto positivo en los retos antes señalados. Si bien la medida por sí sola no es la única solución para reducir el ausentismo y deserción escolar, sí contribuye y complementa otros esfuerzos, como lo es la provisión gratuita de estos productos en las escuelas, además de otras políticas educativas.
En línea con lo anterior, se incluyó la iniciativa para aplicar el IVA a tasa cero sobre los productos de gestión menstrual en el Paquete Económico. El diseño del impuesto tiene un papel determinante para que las empresas efectivamente reduzcan el precio final con IVA incluido. La tasa cero, es una alternativa superior a la exención, ya que con esta tasa las empresas pueden compensar a través de la cadena de valor agregado. Con este diseño existen mayores probabilidades de que las personas menstruantes se beneficien por una disminución en el precio final con IVA incluido. Para lograrlo, adicionalmente, se tendrá que trabajar en conjunto, empresas y gobierno, para que la medida alcance el objetivo esperado.
Otro beneficio de esta medida es su progresividad, ya que beneficia más a las personas menstruantes de menores ingresos, principalmente en las zonas rurales donde se destina un mayor porcentaje del ingreso personal a la compra de estos productos.
Un elemento positivo adicional de la propuesta es el debate público que ha generado en un país con una brecha de género amplia. La propuesta ha detonado una interesante discusión con puntos de vista antagónicos entre una parte de la población. Por ejemplo, hay quienes perciben la iniciativa como ineficaz para resolver los problemas mencionados, o bien, discriminatoria contra los hombres.
Sin embargo, en un país con brechas sociales amplias como lo es México, es importante promover todas las iniciativas que ayuden a la inclusión de las mujeres en la fuerza laboral remunerada. Por esto es clave invertir en las mujeres para lograr una sociedad y economía más justas y equitativas.