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Refinería, hasta el segundo trienio

En México la inversión en refinerías llegó muy tarde, cuando en el mundo se hacen leyes para acabar con los automóviles de gasolina y diésel.

Ayer, la calificadora Fitch Ratings redujo a 1.6 por ciento su estimación de crecimiento para México en 2019, y continúa en el ambiente financiero la preocupación por la calificación a Petróleos Mexicanos, a pesar de que el gobierno federal asegure que los mercados están respondiendo muy bien a la política económica de nuestro país.

Una de las más grandes preocupaciones respecto a la calificación de Pemex es la mala idea encabezada por la secretaria de Energía, Rocío Nahle, de construir la refinería en Dos Bocas, cuando se requieren recursos para renegociar la deuda de Pemex, que cerró el año pasado en 105 mil 800 millones de dólares.

Es por ello que las declaraciones del subsecretario de Hacienda, Arturo Herrera, al diario Financial Times, en el sentido de que no se autorizaría la construcción de la refinería hasta estar seguros de que no costaría mucho más de lo previsto, era una buena opción para tener recursos y renegociar la deuda de corto plazo.

En su participación en la reunión plenaria de consejeros de Citibanamex, el secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, señaló que se anunciarán nuevas medidas para apoyar las finanzas de Pemex al asegurar que el nivel de endeudamiento de la petrolera debe ser atacado, ya que tarde o temprano dañará la calificación de deuda soberana del país.

La construcción de la refinería de Dos Bocas, que según la secretaria de Energía, Rocío Nahle, tendrá un costo de entre 6 y 8 mil millones de dólares y estará lista en tres años, podría retrasarse hasta el segundo trienio del actual gobierno, con lo cual se mandaría un mensaje de estabilidad para la petrolera y las finanzas del país.

Sin embargo, el presidente López Obrador prefirió apoyar a Rocío Nahle que a los expertos de la Secretaría de Hacienda y ya hasta dieron a conocer a las cuatro empresas que participarán en la licitación para construir la refinería que son: Bechtel-Techint, Technip, Worley Parsons-Jacobs y KBR.

Pemex es la petrolera estatal más endeudada de América Latina y su producción de crudo se mantiene en los niveles más bajos en décadas, y los nuevos descubrimientos no han logrado reemplazar sus campos más viejos y maduros.

Si no hay un cambio de timón en las políticas económicas de nuestro país hacia esta empresa, los costos pueden ser muy altos y los pagaremos todos los mexicanos, por lo que sería bueno que el presidente escuchara a sus expertos, sobre todo en los temas económicos y no se deje embaucar por el canto de las sirenas.

Ya que, según especialistas, la refinería ni de chiste costará entre 6 y 8 mil millones de dólares, y mucho menos podrá estar lista en tres años.

Además, en México la inversión en refinerías llegó muy tarde, cuando en el mundo se hacen leyes para acabar con los automóviles de gasolina y diésel.

En Suecia se planea fabricar coches sólo eléctricos o híbridos a partir de este año, y en los Países Bajos y Noruega se restringirán los vehículos de combustión interna en 2025.

Inglaterra pactó que para 2040 se prohibiría la venta de automóviles que utilicen gasolina y diésel. Para 2050, todos los vehículos tendrán que producir cero emisiones de gases contaminantes.

En Noruega se planea acabar con los vehículos de combustión, alrededor de 2025. En Francia, al igual que Inglaterra, procuran llegar a esta meta hacia el 2040.

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