Si vemos en retrospectiva cómo era nuestra vida y trabajo en el primer trimestre de 2020, podemos decir que el futuro que esperábamos cambió radicalmente. En México y en el mundo, el impacto de la pandemia se ha distinguido por redefinir la importancia de la transformación digital y el aprovechamiento de las tecnologías dando paso a nuevas tendencias.
Frente a este novísimo escenario desarrollado el año pasado, es fundamental entender en los albores del 2021 cómo se ha comportado el consumo digital y cómo evolucionará en el corto y largo plazos, por lo que es fundamental conocer cuál es la percepción de la propia gente y cómo está viviendo los cambios.
Bajo esta premisa, Deloitte llevó a cabo una encuesta a nivel México con el objetivo de explorar aspectos relacionados con la pandemia y su impacto en el consumo digital en el país. El sondeo reveló que los mexicanos modificaron sus hábitos para realizar muchas de sus actividades desde casa, elevando así su nivel de digitalización. Por un lado, se incrementó la frecuencia con que utilizaban las redes sociales, veían contenidos en streaming y realizaban videollamadas con familiares y amigos para fomentar la convivencia.
Por otro lado, la tecnología les permitió seguir las medidas sanitarias para respetar el distanciamiento social, mantenerse informados, continuar con su vida social y aprovechar la medicina a distancia para atender otros padecimientos distintos al Covid-19. Al mismo tiempo, se observó un aumento en la frecuencia con la que utilizaban la banca en línea, el comercio electrónico, la educación a distancia y realizaban actividades deportivas en línea.
En lo que se refiere a satisfacer sus necesidades de conectividad para realizar actividades productivas y de entretenimiento, los mexicanos optaron por adquirir nuevos dispositivos. Por ejemplo, los compradores se hicieron de smartphones (17 por ciento), televisores inteligentes (15 por ciento), laptops (14 por ciento), consolas de videojuegos (12 por ciento), o tabletas (11 por ciento). No obstante, poco menos de la mitad (47 por ciento) decidió aprovechar los dispositivos con los que ya contaba pues posiblemente su poder adquisitivo se vio afectado y decidieron no adquirir algún dispositivo adicional.
De hecho, según el sondeo, los teléfonos y los televisores inteligentes fueron los dispositivos más populares para trabajar, educarse y mantener la salud física. Observamos también un aumente en el uso de laptops, tabletas, wearables como los smartwatches y los juegos portátiles con respecto a 2019. Llama la atención que durante el confinamiento se elevaran también las ventas de equipo de entrenamiento, relojes inteligentes y, por supuesto, oxímetros.
Uno de los cambios más extremos motivados por el Covid-19 fue trasladar el trabajo de las empresas a los hogares. Para un poco más de la tercera parte le fue difícil (38 por ciento) adaptarse a trabajar remotamente. Una de las razones que citaron fue el incremento en la cantidad de trabajo y atender la alta demanda de solicitudes de los clientes.
En contraste, 49 por ciento aseguró que les es más sencillo trabajar en casa, pues esto les ha ayudado a proteger su salud y la de su familia, pese a las limitaciones en la estabilidad de las telecomunicaciones y la fiabilidad de los equipos tecnológicos.
Un aspecto importante encuestado fue el de las preocupaciones de los mexicanos frente a las implicaciones potenciales de la pandemia. En paralelo, un estudio a nivel global de Deloitte concluyó que los mexicanos están preocupados por el bienestar de familiares y amigos (81 por ciento). Una manera de mantener el bienestar ha sido a través de las compras en línea. IDC estima que el comercio electrónico puede alcanzar un valor 10 por ciento mayor a lo previsto antes de la crisis sanitaria .
En cuanto a mantener el dispositivo tecnológico de preferencia para consumir contenido y hacer compras, el smartphone ha sido reportado por 90 por ciento de los encuestados como el dispositivo utilizado de preferencia.
Si bien es cierto que en México la gente ha tenido que hacer grandes cambios y enfrentarse a importantes retos durante los últimos meses, también ha desarrollado una gran resiliencia. Al mismo tiempo, ha aprendido a sobreponerse y adaptarse a los nuevos escenarios que va forjando la pandemia, apoyándose en el aprovechamiento de la tecnología y la transformación digital. Sin duda, la tecnología es el habilitador de la 'nueva normalidad', el instrumento que nos ayuda a continuar en el trabajo, en la escuela y compartiendo con nuestros seres queridos.