En el espejo de Washington

¿Podrá DeSantis con Trump?

Una vez que DeSantis ha establecido todo en lo que será idéntico a Trump, dará paso a los elementos para diferenciarse y explicar a los electores por qué sería una mejor opción.

El proceso de selección del candidato republicano a la presidencia de EU, en las elecciones de 2024, empieza a calentarse.

Hoy Donald Trump va muy arriba de las encuestas entre la base de electores republicanos que elegirán a su candidato en elecciones primarias. Las diferencias rondan los 35 puntos porcentuales, brecha muy grande pero no irremontable.

Hasta ahora Trump es percibido como favorito, pero su nominación aún no es vista como inevitable porque el gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha entrado formalmente a la contienda.

DeSantis se presenta como un representante de la generación X, que está más conectado con los segmentos menos viejos de la población (tiene 44 años, mientras que Donald Trump Jr. tiene 45). Al subrayar su edad intenta matar dos pájaros de un tiro al diferenciarse también del octogenario Joe Biden.

Por eso, quiso dar el banderazo de salida a su campaña presidencial en un formato novedoso a través de un space en Twitter, entrevistado por Elon Musk. Mal arranca la semana a quien ahorcan el lunes, dice el refrán y definitivamente empezó con el pie izquierdo dadas las complicaciones y problemas técnicos que tuvo el evento, generando el efecto inverso a la imagen de eficiencia que desea proyectar.

Al momento, su equipo ha logrado darle rápido la vuelta a esa mala página para poder concentrar sus esfuerzos en posicionarlo como “Trump, pero sin drama”.

¿Qué quiere decir esto? Significa que su narrativa y sus propuestas seguirán buscando conectar con el odio, el miedo y el resentimiento incrustados en amplios sectores de la población estadounidense. No podremos esperar mucho respeto a la constitución, leyes y normas ni a posiciones mediadoras o de consenso. Tampoco descripciones esperanzadoras y luminosas, todo será angustiante, peligroso y amenazante para, a partir de ahí, adjudicarse el rol de “defensor y protector”.

Estemos preparados para posiciones duras como “cerrar la frontera” y ser intratable en temas de crimen y migración. En las primarias republicanas México volverá a ser una piñata a modo.

Una vez que DeSantis ha establecido todo en lo que será idéntico a Trump, dará paso a los elementos para diferenciarse y explicar a los electores por qué sería una mejor opción.

Buscará sustentar su credibilidad al acentuar su gestión como gobernador, la cual desde una perspectiva electoral ha sido tremendamente exitosa (electo con una diferencia menor al 1.0 por ciento y reelecto con un asombroso margen de casi 19 por ciento). Resultados, resultados, resultados será su mantra.

Dicho en sus palabras, “el liderazgo no se trata de entretenimiento. No se trata de construir una marca. No se trata de señalar defectos, se trata de resultados”.

Presumiendo su gestión en el tercer estado más poblado del país, ha acuñado la frase “Make America Florida”.

Cuando Trump declara que las cosas en Florida no van bien, simplemente le echa en cara que no solo él, sino prácticamente toda su familia, se mudó de Nueva York a Florida, con lo que inmuniza esa crítica.

Otro eje fundamental de ataque a Trump será estigmatizarlo como un perdedor, lo cual en estricto sentido es verdad.

Trump perdió el voto popular con Hillary Clinton en 2016 y solo llegó a la Oficina Oval gracias a la anomalía del Colegio Electoral. En las elecciones intermedias de 2018 y de 2022 los resultados fueron muy negativos para los republicanos y qué decir de la contundente derrota ante Joe Biden en 2020.

Los liderazgos del Partido Republicano lo saben muy bien. Por eso ven con buenos ojos la candidatura de DeSantis, quien podría renovar la imagen del partido por su juventud, su orientación a resultados y especialmente por no despertar tanto rechazo entre los votantes independientes.

Cuando se le preguntó cómo se distinguiría de Trump, el mismo DeSantis dijo “no hay sustituto para la victoria (…), hay muchos votantes que simplemente nunca votarán por él”.

Por eso en los círculos demócratas prefieren competir contra el expresidente que contra el gobernador de Florida. Para que esto suceda el mensaje de DeSantis deberá calar hondo y dar paso a la creación de una amplia coalición social que hoy pareciera tener la marca de Trump incrustada como un tatuaje.

Estaremos atentos para ver qué rendimiento le dan sus posiciones conservadoras, abiertamente en contra del aborto, su beligerancia para mantener fuera de las escuelas temáticas vinculadas a la equidad de género y las libertades sexuales, su mano dura ante la migración y un rosario de batallas culturales que buscan contener y derrotar una agenda liberal marcada por la inclusión, la diversidad, la igualdad y las regulaciones a favor de la salud y el cuidado del medio ambiente.

El reto que enfrenta De Santis es muy complejo, pues aunque Trump es un candidato vulnerable en una elección general, en la cancha republicana su base de apoyo se acerca más a un culto fanático que a un respaldo político.

El autor es CEO Founder LEXIA Insights & Solutions.

Guido Lara

Guido Lara

CEO Founder LEXIA Insights & Solutions.

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