Contracorriente

Alimentos caros

Al aumento de los precios que sufrimos de cereales y aceites, no le corresponde una menor oferta que lo justifique. ¿A qué atribuirlo entonces?

En México, como en todo el mundo, se ha registrado desde hace un año un alza de precios de cereales y aceites comestibles que no se justifica por razones de mercado, dado que no ha disminuido la disponibilidad de esos alimentos.

Muchos países pobres están entrando a una crisis de hambre en 2023, sostiene The Economist; el Programa Mundial de Alimentos (PMA) calcula que este año han enfrentado inseguridad alimentaria aguda 345 millones de personas, 63 millones más que en diciembre de 2021, lo que representa una cifra sin precedentes que no se debe a la falta de alimentos, sino a su encarecimiento.

En México ocurre lo mismo, al aumento de los precios que sufrimos de cereales y aceites, no le corresponde una menor oferta que lo justifique: así, por ejemplo, con información del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), tenemos que de noviembre de 2021 al de este año aumentaron de precio la harina de maíz en 20.4 por ciento; la tortilla, en 20.9 por ciento; la harina de trigo, en 36.7 por ciento; y los aceites y grasas, un 17.2 por ciento.

El propio GCMA informa que al tercer trimestre de 2022, México había reducido en 3.2 por ciento el volumen de importaciones de granos y oleaginosas, aunque hubo que pagar 16.5 por ciento más que en el mismo periodo de 2021.

Las compras de maíz -blanco, amarillo y quebrado- que se requirieron fueron 1.9 por ciento menores en volumen, pero su valor de compra se incrementó en 10.8 por ciento, mientras que las cosechas nacionales de trigo permitieron reducir sus importaciones un 7.4 por ciento, a pesar de lo cual la factura se elevó 25.1 por ciento.

Sólo las importaciones de aceites subieron en los primeros nueve meses del año en comparación con el mismo periodo de 2021, y aunque lo hicieron sólo un 3.6 por ciento, hubo que pagar 50.7 por ciento más por ellos.

El pretexto principal de la carestía es la guerra entre Ucrania y Rusia, ya que Ucrania aporta 10 por ciento del trigo, más de 50 por ciento del aceite girasol y 15 por ciento del maíz que se comercializa en los mercados internacionales. Aunque el estallido de la guerra entorpeció durante algunas semanas los suministros de esos productos, no llegó a provocar desabasto en ninguno de los mercados.

Lo confirmó la FAO, que a dos meses del estallido de la guerra informó que la disponibilidad mundial de cereales no habían sufrido merma alguna y el Banco Mundial, por su parte, confirmó que sus existencias estaban cerca de superar marcas históricas.

¿A qué atribuir, entonces, el alza de los precios? El inicio de la carrera alcista fue la anticipación de las empresas transnacionales -Monsanto, Cargill, Archer Daniels, Midland y Dupont- que comercializan mundialmente cereales, oleaginosas y leguminosas, de que habrá escasez de esos productos en el futuro cercano; a esa anticipación y alza originaria de precios siguieron otras presiones, como las causadas por las restricciones que impusieron a sus ventas externas fuertes exportadores, como Argentina e India.

Las determinaciones de esas cinco comercializadoras transnacionales se reflejan en los precios de futuros, principalmente del mercado agropecuario de Chicago, cuyos papeles bursátiles son referencia ineludible de las cotizaciones del comercio internacional.

No sólo las importaciones, sino también las cosechas nacionales de maíz, trigo y oleaginosas se cotizan tomando como referencia al mercado de Chicago, cuya tendencia alcista de estos meses recientes favorece a los grandes productores del país, y también explica que ante buenas cosechas, la tortilla, el pan y el aceite para cocinar estén mucho más caros.

La mejor protección que tendría nuestro país ante esa influencia externa, y afirmar nuestra soberanía alimentaria, es abatir los 28.1 millones de toneladas que se importaron entre enero y el tercer trimestre de este 2022 de granos y oleaginosas, para lo cual hay tierra, agua y fuerza de trabajo con que lograrlo.

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