Sibarita

Hamburguesa en el parque

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MALAMÉN

Dirección: Emilio Castelar 121, Polanco, Delegación Miguel Hidalgo

Teléfonos: 5280-5389

Twitter: @Malamenmx

Horarios: Lunes a viernes, de 13:00 a 23:30; sábado, de 8:00 a 00:00;
domingo, de 8:00 a 18:00 horas

Precio: $250-400 por persona

Tiempo: Una hora

Compañía: Pareja, amigos y familia

Tarjetas: American Express, Master Card, Visa; crédito y débito

Estoy seguro que muchos comparten conmigo el gusto por comer alrededor del parque Lincoln, en Polanco, pese a que muchos días puede ser una zona complicada y de tránsito.

Llegué a Malamén no sólo por mi antojo de pasear en el parque después de comer, sino porque me habían dicho que su menú, que mezcla un poco de todo, tiene buenas sorpresas.

Como se terminó el Mac and Cheese con langostinos, pedí el tradicional fideo seco como primer tiempo. Es, en efecto, muy tradicional, pero la salsa tiene un buen equilibrio entre el sabor del jitomate y el de los chiles, sin resultar picante, pero sí bien condimentada.

Si busca algo más fresco puede comenzar con los corazones de alcachofa con picadillo de champiñones, un plato muy ligero, pero con una interesante mezcla de sabores. Lo disfrutará todavía más si lo pide gratinado.

Me sentí engañado —no intencionadamente— con la ensalada de quinoa, pues esperaba que fuera una montaña de quinoa cuando en realidad es una mezcla de lechugas, aguacate, pollo y piñones con un poco de quinoa. Es una ensalada muy rica, es cierto, pero le caería muy bien un poco más de quinoa (y más si la anuncian como tal).

Quizás mi plato fuerte favorito haya sido la hamburguesa Malamén, con carne tipo Angus con queso manchego, portobello, arúgula, guacamole y cebolla a la cerveza. No es muy diferente a las que puede probar en otros lados, pero siempre se agradece que haya una buena hamburguesa en el menú y más si la mezcla de sabores la hace una opción destacada.

Tuvimos menos suerte con el Doner Kebab, pues la carne se veía un poco gris y su sabor era un poco agrio. Enviamos el plato de regreso a la cocina y el chef salió de inmediato a ofrecernos una disculpa y a decirnos que un nuevo Kebab venía en camino. Era completamente distinto esta vez, con la carne con mejor consistencia y mejor sabor.
En la baguette de brisket de res la carne no era tan suave ni tan jugosa como esperaba luego de 12 horas de cocción. Le faltaba un poco de sabor a pesar del baño en vino tinto.

Lo que cambiaría: hace falta un apretón de tuercas a la cocina para controlar los platos que salen. Con nosotros hubo un error y notamos que en la mesa de a lado pasó lo mismo.

Lo que me faltó: tendré que regresar por el Mac and Cheese con langostinos y por una de sus malteadas, como la de flan de cajeta o la de chocoretas y romero.

Twitter: @ysusi

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