Ciudad Abierta

El resurgimiento de Mazatlán como destino turístico

El Consejo Mundial de Viajes y Turismo entregó sus reconocimientos anuales: los 'World Travel Award', y entre ellos premió a Mazatlán como el “Mejor destino turístico de México y Centroamérica”.

Hace unos cuantos días, el Consejo Mundial de Viajes y Turismo entregó sus reconocimientos anuales: los "World Travel Award", y entre ellos premió a Mazatlán como el "Mejor destino turístico de México y Centroamérica".

Seguramente, a muchos les resultará sorpresiva esta decisión, por el estigma de inseguridad que desde hace tiempo arrastra el estado de Sinaloa, pero más asombro puede causarles saber que no es la primera vez que sucede, ya que el organismo internacional le otorgó el mismo diploma el año pasado. Es decir, en 2019 el puerto mazatleco refrendó el galardón que ya había recibido en 2018.

Muchos, también, se preguntarán cómo es posible esto durante dos años consecutivos, si Mazatlán compite, a nivel nacional, con lugares como Cancún, Riviera Maya, Los Cabos, San Miguel de Allende o la propia Ciudad de México, por citar sólo algunos; además de que en América Central igualmente hay otros destinos destacados.

Tal vez la respuesta a esta interrogante se encuentre en el Tianguis Turístico que se celebró en Mazatlán, y todo lo positivo que éste, el máximo evento del sector en nuestro país, trajo al destino.

Durante varios años, desde que el Tianguis dejó de ser exclusivo de Acapulco, en el sexenio de Felipe Calderón, el gobierno sinaloense buscó infructuosamente ganar la sede de este evento, hasta que por fin lo consiguió para el 2018, venciendo a los estados de Jalisco y Querétaro, que también se postularon.

La noticia se dio a conocer en febrero de 2017, cuando anunció su fallo el Comité de Selección integrado por la Secretaría de Turismo, Fonatur y el Consejo de Promoción Turística de México, por parte del gobierno, en tanto que por la iniciativa privada tomaron parte la Concanaco-Servytur, el Consejo Nacional Empresarial Turístico y la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles, ya que al volverse itinerante, los destinos tienen que competir para conseguir ser los anfitriones.

Según explicaron entonces los miembros del Comité, los aspectos que se evaluaron fueron la capacidad instalada, conectividad, oferta de servicios turísticos, compromiso de los gobiernos estatales y apoyos complementarios. Y, al comparar las ofertas de cada aspirante, Mazatlán les resultó el más adecuado.

En Tianguis anteriores, con el objetivo de hacer eventos memorables, los destinos sede gastaron mucho dinero en infraestructura temporal o en fiestas de hasta un millón de dólares, que no trascendieron más allá del estado de ánimo de los invitados durante unos cuantos días, sin heredar nada trascendente a la ciudad.

Pero el gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel, al parecer entendió la lección y decidió hacer algo más que infraestructura perecedera y grandes fiestas de unas cuantas horas.

Quienes hayan asistido el año pasado al Tianguis de Mazatlán, sin duda recordarán la impresionante noche de la inauguración, que incluyó la presentación en el teatro Ángela Peralta de un extracto de "Luzia", el espectáculo que por encargo del gobierno mexicano diseñó el Cirque du Soleil basado en la cultura nacional; después habría la cena en el malecón con alrededor de mil 300 invitados, quienes mientras comían pudieron escuchar en vivo a una sinfónica, para después ver desfilar a todos los carros alegóricos del carnaval. El gran pilón fue admirar los fuegos pirotécnicos que durante casi media hora iluminaron el cielo. Gran fiesta, sin duda.

Todo esto tuvo un elevado costo y suena a lo mismo que habían hecho otros. Pero la gran diferencia fue que, durante el año previo a la realización de este Tianguis, el gobernador Ordaz Coppel también invirtió una gran cantidad de dinero en remozar el malecón y el Centro Histórico, entre otras partes del puerto.

Esa noche, concluida la cena, un grupo de amigos recorrimos la Plaza Machado y otras partes del Centro Histórico, que se encontraban vacías de gente porque los bares y restaurantes no abrieron. Entonces pudimos admirar lo bellas que lucían las calles y edificios con la iluminación que se instaló a nivel de las banquetas.

Regresé a Mazatlán a principios de este año y pude volver a caminar esas calles y el malecón, para apreciar que realmente esa parte del puerto vivió una transformación que le aportó mucho como destino turístico.

Según ha explicado el gobernador, los recursos en esa remodelación ascendieron a tres mil millones de pesos, con la idea de efectuar durante el Tianguis un relanzamiento de Mazatlán como destino turístico, además de invertirle durante el año 400 mil dólares en promoción, a los que su sumaron otros 300 mil de la iniciativa privada. Así demostró que el evento no solamente es oropel, sino que también puede servir para hacer inversiones permanentes que fructifiquen. Y ahí están los resultados.

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