Hemos comentado ya un par de veces en este espacio el detallado estudio sobre el Turismo de Salud en México, que recientemente hizo la consultora Deloitte, el cual se divide en tres temas: Turismo Médico, Turismo Wellness y Turismo de Retiro.
Hablamos aquí anteriormente sobre el análisis que el documento hace del primero que, para dar un contexto económico, solo recordaremos que tasó su valor de mercado entre los ocho mil y los 800 millones de dólares anuales, de los cuales entre cuatro mil 100 y cuatro mil 500 millones provienen de turistas internacionales; su crecimiento futuro lo estima en 12.8 por ciento anual.
De acuerdo con esta investigación, denominada "Oportunidades de Mercado y Perspectivas del Turismo de Salud en México", la industria del Turismo Wellness o Turismo de Bienestar, que incluye los servicios de Spa, medicina alternativa y yoga, a nivel global tiene un tamaño de 696 mil millones de dólares anuales (dato a 2018), con un 32 por ciento de clientes que llegan de otros países y con un crecimiento promedio cada año estimado en 7.5 por ciento para el periodo 2018-2023.
La mala noticia es que, de este enorme y apetitoso pastel, sólo el seis por ciento se consume en América Latina; pero la buena es que de esta pequeña rebanada, el 43 por ciento se queda en México, en tanto que el restante 57 por ciento se reparte entre diversos países de América del Centro y del Sur; es decir: nuestro país tiene solo el 2.6 por ciento del mercado global de este segmento.
Pero en realidad este trozo tampoco es tan pequeño por sí mismo, ya que, según sostiene el estudio, el valor del Turismo Wellness en México alcanza los 17 mil 900 millones de dólares, de los cuales seis mil 200 millones los gastan turistas extranjeros.
Según Deloitte, el pronóstico de crecimiento para este rubro se calcula en un promedio de 9.1 por ciento anual, con los cual, de confirmarse en el futuro inmediato esta proyección, en 2023 el tamaño de la industria llegaría a los 27 mil 700 millones de dólares.
Este cálculo no es exagerado, si tomamos en cuenta que en 2013 su valor de mercado era de ocho mil 900 millones de dólares; en 2015 alcanzó los doce mil 600 millones y el año pasado, como ya señalamos, llegó a los 17 mil 900 millones.
Así que la tendencia —de acuerdo con esta investigación— llevará a que el presente año cierre en los veinte mil millones de dólares, para alcanzar los 23 mil 900 en el año 2021 y, finalmente, los 27 mil 700 millones mencionados para el 2023. En promedio, entre 2013 y 2018 creció a un ritmo de quince por ciento cada año.
El documento precisa que uno de los principales destinos del país en la materia es la Riviera Maya, en Quintana Roo, que es el que más ha crecido y se ha consolidado, y en el cual Tulum se perfila como "la capital mundial del yoga".
Con este panorama, el estudio plantea que, como meta, es factible cuadriplicar el valor del Turismo Wellness para el 2030, para lo cual deberá incrementar su tamaño de mercado a un ritmo de 12.3 por ciento anual, desde ahora y hasta ese año.
¿En qué se basa para tal pronóstico? Bueno, según explica, en que México está mejorando sus resorts y Spas, al reorientar su posicionamiento hacia un estilo de vida activo y de bienestar integral, y a que las clínicas y hospitales se están asociando con hoteles para crear instalaciones que tengan los mismo atributos que los Spas médicos de Estados Unidos.
Otro factor que puede hacerlo posible es que "México está descubriendo el potencial de promover el Turismo de Bienestar en función de sus ventajas y activos únicos como país, tras aprovechar las motivaciones de los distintos segmentos de los visitantes: descanso, relajación, experimentación de la naturaleza, biodiversidad, aventura, vacaciones activas, ecoturismo, tratamientos de belleza y Turismo Médico. Al mismo tiempo, se ha impulsado la adopción de estándares de calidad de los Spas, capacitación del personal y la creación de una identidad de Turismo Wellness".
Otros atributos que posee México para este mercado son su riqueza en recursos naturales, propicios para desarrollar tratamiento adaptados a necesidades específicas de salud, bienestar y belleza; un acervo cultural que incluye 121 Pueblos Mágicos con atributos trascendentes y simbólicos donde se pueden ofrecer modalidades de curación indígena, incluyendo temazcales, además de que cuenta con 576 sitios de aguas termales-minerales, donde aún hay mucho por desarrollar, debido a que la mayoría de sus establecimientos son rústicos.
Sí, aún hay mucho por hacer, pero sin duda, nuestro potencial es enorme.