Gustavo de Hoyos Walther

Impulso a la ciencia

Es de celebrarse que exista el compromiso de que el próximo gobierno tendrá una relación mucho más coordinada con el sector privado, pues el desarrollo de México depende de ello.

El mundo del siglo XX no se parece en muchos sentidos al del siglo XXI. Quizás una de las diferencias mayores sea el uso generalizado del iPhone, gran invención de Steve Jobs y su equipo de colaboradores en la compañía Apple.

El iPhone es un ejemplo de una innovación tecnológica que cambió de manera disruptiva la manera en que vivimos y nos relacionamos.

Se trata quizás de una de las más visibles disrupciones tecnológicas en el pasado cercano. Pero la verdad es que día a día en alguna parte del planeta Tierra alguien está inventando algo que podría ser relevante para el mundo.

La innovación es una de las características de las sociedades abiertas que, de acuerdo con el filósofo Karl Popper, se opone a las sociedades tribales, cerradas a la influencia externa que, por lo mismo, se mantienen inmóviles, sin posibilidad de evolucionar.

En las sociedades abiertas la innovación va de la mano del progreso científico y tecnológico. Sólo aquellas naciones que logren, a través de una innovación creativa podrán enfrentar los desafíos del futuro con éxito.

Por esto me parece un acierto la propuesta hecha por la virtual presidenta electa de crear una nueva Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación.

El nuevo ministerio se sumará a los 19 existentes y se piensa que atraerá en su seno las actividades que venía realizando el Conahcyt. Se espera también que el nuevo organismo trabaje muy de cerca con la Secretaría de Educación Pública en lo que respecta al fortalecimiento de la educación media superior y superior.

También se tiene planeado que la secretaría pueda coordinarse con la iniciativa privada para incrementar las sinergias que conduzcan al país a dar un gran paso en su desarrollo industrial, científico y tecnológico. No es menos importante que el nuevo planteamiento tenga que ver con el reto para México de la relocalización de empresas a nivel global.

Es de celebrarse que exista el compromiso de que el próximo gobierno tendrá una relación mucho más coordinada con el sector privado, pues el desarrollo de México no puede realizarse sin su concurso.

Este anuncio implica que habrá un mayor apoyo para la ciencia, las humanidades y la tecnología. No hay duda de que el planteamiento entraña un salto cuántico en la importancia que se le dará a estos rubros, empezando por los recursos que se canalizarán hacia ellos.

No obstante, tengo que señalar dos riesgos que deben ser evitados. En primer lugar, existe el peligro de una mayor burocratización, al centralizarse las actividades de la promoción de la ciencia y la tecnología. Queda la incógnita de si no habría sido mejor haber mantenido el carácter semiautónomo del Conahcyt.

En segundo lugar, existe el riesgo de una mayor politización de la ciencia en México, al depender directamente del Ejecutivo.

Estos dos riesgos son reales y deben ser materia de discusión en la próxima legislatura. Por lo pronto, sin embargo, habría que considerar el anuncio como una buena noticia.

Gustavo  de Hoyos Walther

Gustavo de Hoyos Walther

Coundador de Sí Por México.

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