Heber Longhurst

La liquidez del agua en el mercado de valores

Hay que aclarar es que no es directamente el líquido lo que cotiza en bolsa sino un instrumento financiero derivado llamado 'futuro', explica Heber Longhurst.

Con la noticia reciente de que el agua cotiza en la bolsa ha habido muchas especulaciones sobre lo que implica. Lo primero que hay que aclarar es que no es directamente el líquido lo que cotiza en bolsa sino un instrumento financiero derivado llamado "futuro" sobre el agua que cotizará en CME Group, una compañía de mercados globales. También cabe señalar que sólo involucra el líquido vital del Estado de California.

Los derivados y en particular los futuros tienen una larga historia en industrias del sector primario como la agropecuaria. Para entender su origen, podemos tomar el ejemplo de un productor de grano como el trigo, durante el año el productor paga gastos como agua, luz, mano de obra, semillas, fertilizantes, entre otros, sin saber cuál será el precio en el que podrá vender su producto.

Habiendo un comprador interesado en su producto podría llegar a un acuerdo sobre el precio al que se entregará el producto en la fecha preestablecida; con un precio previamente acordado existe la posibilidad de que el precio de mercado sea diferente al precio firmado en el contrato a la fecha de vencimiento del derivado con ganancias o pérdidas para el comprador y vendedor.

En este caso ilustrativo, tanto el que compra como el que vende el futuro entraron en la transacción con el fin de comprar o vender el líquido para sus razones operativas, eso se llama cobertura. También existen participantes que compran el futuro porque buscan ganar cuando sube el precio o quienes venden el futuro porque esperan una caída en el instrumento, esta actividad se llama especular.

El futuro sobre agua que empezó a cotizar en el CME es parecido, en este caso, los productores lo comprarían para cubrir sus gastos en lugar de sus ingresos.

Es importante resaltar que el instrumento futuro sobre el agua no contempla entrega física del agua ya que por la naturaleza de esta sería muy complicada su entrega física. La diferencia entre el precio acordado en el contrato y el precio de mercado cuando vence el futuro se pagará en efectivo, es un detalle importante en instrumentos financieros derivados. Recordamos que en mayo hubo precios negativos en futuros del petróleo, pero sólo en futuros con entrega física ya que los inventarios superaban el almacenamiento disponible, futuros sin entrega física nunca presentaron precios negativos y tampoco el petróleo.

Seguramente, también habrá especuladores en este instrumento y con eso hay incertidumbre sobre si la especulación puede distorsionar los precios del subyacente, a estas alturas no se puede saber con certidumbre, sin embargo, es probable que la oferta y demanda del agua obedezcan principalmente a otros factores como lluvia, tratamiento de aguas, demanda agrícola, ganadera etc.

También es importante señalar que este instrumento aplica para agua dentro del estado de California, a diferencia de granos, petróleo y oro con mercados globales; la oferta y demanda de agua generalmente obedece más a factores locales.

A la fecha, aún existen muchas dudas sobre la evolución de este instrumento, ¿cuál será el efecto de especuladores y otros inversionistas? ¿entrará dinero de personas físicas a través de ETFs? Sin embargo, no puedo cerrar esta columna sin hacer la observación graciosa de que de alguna forma este instrumento es el más líquido que ha llegado a cotizar en el mercado de derivados.

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