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Retail de lujo y pandemia: ¿aliados o enemigos?

El imprevisto mundial que trajo consigo un retroceso en las perspectivas de crecimiento económico, fue también un detonante para generar un aceleramiento del e-commerce de tres a cinco años.

Por Paula Servín Cisneros , Integrante del Comité Técnico Nacional de Finanzas Corporativas del IMEF.

En este tiempo de contingencia, todos los minoristas/detallistas se vieron afectados, ninguno se salvó. Un giro de 180 grados en cuestión de días, cambió el rumbo drásticamente para replantear la existencia del retail como la conocemos.

Desde las pequeñas hasta las grandes marcas de lujo han tenido un panorama turbulento. La cadena de suministros se vio afectada por los tiempos de entrega, inventarios, pagos, cambios en operación, atención al cliente, entre otros; contemplando a su vez, que el e-commerce no es su principal canal de distribución.

El imprevisto mundial que trajo consigo un retroceso en las perspectivas de crecimiento económico, fue también un detonante para generar un aceleramiento del e-commerce de tres a cinco años. Acorde a Statista, portal de estadísticas sobre estudios de mercado y opinión, en Estados Unidos el e-commerce de retail implicaba apenas el 11%, mientras que el 89% se seguía haciendo en las tiendas físicas. En nuestro país, el porcentaje de ventas físicas era mayor, tal es el caso de conocida tienda departamental, que incrementó 24% sus ventas por internet en el primer trimestre del 2020 a comparación del 2019, según el Reporte Trimestral enviado a la CNBV.

Esta forma de agitar al mundo despertó al gran monstruo del "retail de lujo", el cual comprendió que no sólo ellos cambiaron, sino que los consumidores también. Un nuevo despertar de consciencia comenzó hace unos años, pero los últimos acontecimientos lo han acelerado; el fast-fashion es altamente cuestionable, ir a una tienda física ya no causa confianza y, la sustentabilidad y precios razonables cobran mayor importancia.

Integrantes del Comité Técnico de Finanzas Corporativas del IMEF coinciden en remarcar siempre la importancia del equilibrio entre los números y la responsabilidad social, pues no porque un golpe mundial se haya presentado, es lo que debe hacer cambiar la forma de hacer negocios, sino más bien, la consciencia en el arte del dinero y su impacto directo e indirecto al ecosistema.

Entonces, ¿será posible que canales de lujo, puedan tener eco en la forma de comercializar y hacer negocio, durante y después de esta contingencia?

Sectores de lujo como la joyería, han encontrado formas de reinventarse, ofreciendo productos innovadores para seguir dando trabajo a los artesanos de Taxco, además de aportar a la "nueva normalidad", accesorios con propiedades anti-bacterianas.

Siguiendo con la reinvención y concientización, el reciclaje llegó también a marcar tendencia, donde la mayor firma de joyería del mundo, anunció que dejará de utilizar oro y plata de recién extracción, y en su lugar solo usará metales preciosos reciclados, reduciendo las emisiones de carbono en dos tercios para la plata y más del 99% para el oro.

A su vez, el sector contempla que las Pop-Up Stores van tomando más fuerza en el retail para empresas de todos los tamaños, ya que ofrecen un aumento en los márgenes de ventas al aprovechar temporadas altas y, generar experiencias más cercanas y dinámicas al ser un punto de venta emergente en un lugar estratégico con la premisa de la temporalidad; siendo una excelente alternativa que seguirá terminando la pandemia, ya que el futuro del retail ahora más que nunca está ligado a experiencias.

Este nuevo vistazo a productos sustentables y más conscientes es parte del cambio en el consumo, donde las marcas de lujo tienen la oportunidad y la responsabilidad de ser el ejemplo de la evolución.

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