Por Marco Antonio Martínez Vázquez , Integrante del Comité Técnico Nacional de Seguridad Social del IMEF . marco.martinez@aseval.org.mx
Diversos especialistas e instituciones, como el IMEF, se han pronunciado reiteradamente en el sentido de que el sistema mexicano de pensiones de capitalización individual, para la llamada "Generación AFORE" (que es la que cotiza en el sistema bajo las reglas de las reformas del IMSS de 1997 y del ISSSTE de 2007), se encuentra en una condición crítica y que es indispensable realizarle una reforma completa e integral.
Podemos mencionar que las causas más visibles de esta situación son:
1.- Una muy baja tasa esperada de reemplazo de las pensiones (que es de alrededor del 30 por ciento);
2.- Una cobertura muy baja. De acuerdo con estimaciones actuales, se estima que un 70-80 por ciento de los cotizantes de la "Generación AFORE" no alcanzarán una pensión por no poder cumplir con los requisitos de ley (además de que el sector de la economía informal no está integrado al sistema); y
3.- Una insuficiencia crónica del ahorro voluntario pensionario debido a la ausencia del hábito del ahorro por parte de la población.
Además, las pensiones de los sistemas anteriores (Ley 73 del IMSS y el Décimo Transitorio del ISSSTE) implican un costo fiscal cada vez mayor para la hacienda pública, el cual actualmente se estima por encima del 3 por ciento del PIB.
Es decir, cada año, en el Presupuesto de Egresos de la Federación se tiene que asignar un monto muy grande de recursos para pagar a quienes se pensionaron con las reglas anteriores al SAR.
Recordemos que, si bien en el sexenio 2012-2018 se realizaron algunos ajustes al sitema de pensiones, éstos solo fueron paliativos que no resolvieron la problemática de fondo, además de que, entonces, se optó por sobrerregular el sistema de ahorro para el retiro, lo que fue contraproducente.
Además, debe recordarse que una pensión de retiro financiada con cotizaciones periódicas no es lo mismo que una simple ayuda económica gubernamental a grupos vulnerables, como lo podría ser, por ejemplo, la mal llamada "pensión universal para adultos mayores" que, para poder ser fiscalmente viable, debería establecerse sobre bases técnicas que permitan una sustentabilidad financiera, las cuales hoy no existen.
Una noticia alentadora es que la actual administración federal está consciente de que existe una seria problemática en nuestro sistema de pensiones, y en diversos foros ha informado que planteará una iniciativa de reforma integral en la segunda parte del sexenio. Habrá que ver si, realmente, en esta ocasión, sí se proponen ajustes de fondo que realmente solucionen los problemas estructurales.
INICIATIVA DE REFORMA QUE ACTUALMENTE SE DISCUTE EN EL SENADO
La Iniciativa de reformas que actualmente se encuentra para discusión en el Senado de la República, medularmente plantea ajustes en cinco áreas principales del Sistema de Ahorro para el Retiro:
1.- Incorporar, en el esquema de las comisiones, a los rendimientos de las inversiones de los recursos de las AFORE.
2.- Otorgar mayor flexibilidad al régimen de inversión de las AFORE.
3.- Dar mayores facilidades para el retiro de recursos de ahorro voluntario.
4.- Transformar las actuales sociedades de inversión de ahorro para el retiro, a fondos de inversión.
5.- Redefinir el concepto de "administradora de fondos para el ahorro para el retiro" al incluir a las instituciones públicas de los Estados que manejen fondos públicos.
COMENTARIOS A LA INICIATIVA DE REFORMA
En el Comité Técnico Nacional de Seguridad Social del IMEF pensamos que, si bien la iniciativa de Reformas que hoy está en el Senado es, por sí misma, insuficiente para resolver el grave problema que existe en el sistema de pensiones que hoy tenemos, ella constituye un paso valioso e importante en la dirección correcta.
Sin embargo, insistimos en que sigue siendo necesario realizar una reforma profunda e integral a nuestro sistema de pensiones.
Nos parece que, aun cuando los cambios que se proponen en la Iniciativa son positivos, ninguno de ellos, ya sea por sí solo o en su conjunto, es suficiente para mejorar las pensiones de manera significativa, ya sea en la tasa de reemplazo, en la cobertura, o en el incremento del ahorro voluntario.
En nuestro parecer, para poder alcanzar mejoras importantes en estos puntos clave que, realmente fortalezcan nuestro sistema pensionario, es imperativo introducir otros cambios como parte de una reforma integral, tanto paramétrica como estructural.
Uno de tales cambios podría ser, por ejemplo, aquél que desde hace tiempo ha sido propuesto por diversos especialistas e instituciones, como el IMEF, que consiste en aumentar la cotización obligatoria para los afiliados al IMSS, pues la que hoy existe (que es solamente del 6.5%) es la más baja en la OCDE.
Por el momento tendremos que dar seguimiento a la manera en que la Iniciativa avanza en el Senado, esperando que llegue a buen término pues, insisto, somos de la opinión de que, si se convierte en Ley, sería un paso dado en la dirección correcta.