El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, implementó el 8 de Junio la Ley Bitcoin que reconoce la criptomoneda como de curso legal. El argumento central fue abaratar el costo de las remesas para supuestamente “dejar en los bolsillos de los migrantes y sus familias miles de millones de dólares que hoy se pagan en comisiones”. Lejos de abaratar el costo, usar el bitcoin puede resultar en dos o tres veces más caro que en los métodos tradicionales de envío de dinero.
Según el Banco Mundial, en 2019 las remesas personales como porcentaje del PIB en El Salvador alcanzaron 20.9 por ciento y en 2020 el monto recibido fue de 5.92 mil millones de dólares. Un millón de familias dependen de las remesas. Estos hogares recibieron un promedio de 195 dólares mensuales y solo 13 por ciento de esos pagos superaron los 350 dólares. Como El Salvador fue dolarizado en 2001, las remesas se envían y se reciben en dólares, se usa el dólar como moneda corriente. A diferencia del caso de México, no existe un doble costo: el de la comisión por el envío y el del tipo de cambio.
En 2019, la ciudad costera de El Zonte (conocida como bitcoin beach) adoptó el bitcoin como moneda corriente, pero no se popularizó porque el acceso al internet es muy irregular por las malas conexiones, y comerciantes y consumidores han resistido la adopción de la moneda.
El rechazo de bitcoin por parte de El Salvador no se limita a bitcoin beach. Según una encuesta de junio de 2021 de la Cámara de Comercio de El Salvador, 92 por ciento de más de mil 600 encuestados dijeron que no está de acuerdo con exigir la aceptación de bitcoin, y 93,5 por ciento dijo que no quería recibir sus salarios en bitcoin. Los salvadoreños no quieren recibir bitcoin, quieren el billete verde.
Los costos de las remesas tradicionales varían según lo que el remitente utilice como instrumento de pago (transferencia bancaria, efectivo o crédito) y cómo el destinatario reciba el dinero (transferencia bancaria, billetera móvil, efectivo o crédito). De hecho, su costo de transacción promedio como porcentaje del envío de dólares es de 2.85 por ciento por transacción; es el sexto más bajo de los 104 países monitoreados por el Banco Mundial. Además, El Salvador obtuvo el costo más bajo de transferencias de remesas de cualquier país de la región de América Latina y el Caribe.
Tal como están las cosas actualmente, los salvadoreños sin una cuenta bancaria (70 por ciento de la población) solo pueden convertir bitcoins a billetes verdes en un cajero automático de bitcoins. En la actualidad, El Salvador solo tiene dos cajeros automáticos bitcoin activos ubicados en poblaciones costeras con cobertura a una proporción muy pequeña de población. El Sunzal y El Zonte (bitcoin beach)
Para cambiar bitcoin por efectivo (dólares) en un cajero automático de bitcoin, se deben pagar dos costos, una tarifa por la venta de bitcoin (5 por ciento) más una tarifa de red, que consuma la operación siempre y cuando se pague la tarifa más alta posible (impredecible para el consumidor). La tarifa de red es el costo de confirmar y ejecutar la venta.
Por lo tanto, el ‘costo de las remesas’ cuando los salvadoreños cambian sus bitcoins por dólares es de al menos el 5 por ciento + las tarifas de la red + los costos de viaje asociados con ir a un cajero automático y los costos de seguridad asociados con el uso de un cajero automático. Conclusión, los métodos tradicionales de transferencia de remesas son más baratos que usar el bitcoin.
La fiebre por las tecnologías fintech y el uso de criptomonedas pierden de vista no sólo los costos, sino el control social de las monedas por parte de consumidores. Y sobre todo las desigualdades de acceso a computadoras, internet, cálculo de costos.
1 Asociación Mexicana de Uniones de Crédito del Sector Social, A.C. email: isacruzh@gmail.com
2 https://sites.krieger.jhu.edu/iae/files/2021/06/Bukeles-Bitcoin-Blunder-Final.pdf