Isabel Cruz

El Banco del Migrante y el desarrollo en comunidades de origen

El proyecto de Banco Migrante que se gesta entre legisladores, organizaciones de migrantes y de banca social es estratégico.

El enfoque sobre migración y desarrollo del nuevo gobierno es novedoso y podría ocasionar una innovación en el financiamiento al desarrollo de comunidades de origen, si logran encontrar la forma de bancarizar remesas. Por ello el proyecto de Banco Migrante que se gesta entre legisladores, organizaciones de migrantes y de banca social es estratégico.

Las remesas de nuestros paisanos, han sido la fuente de financiamiento más grande con el TLCAN y sigue siendo la más fuerte a las puertas del T-MEC. Este año, 2019 es casi seguro que alcanzarán los 35 mil millones de dólares y casi 130 millones de operaciones,. El flujo anual más alto registrado en la historia económica México-EEUU.

Paradógicamente, este enorme flujo de dinero contrasta con la frágil inclusión financiera del país y la existencia de un sistema financiero sin compromiso con la migración y las comunidades de origen. La inclusión financiera en el país no rebasa del 38% de personas mayores con acceso a una cuenta bancaria y crédito no mayor al 40% del tamaño del PIB. La brecha de desigualdad se amplía cuando vemos que en zonas rurales, el acceso al crédito es menor el 7%. El Sistema financiero mexicano no sólo es el de menor inclusión entre países de América Latina y de la OCDE. Su nivel de desarrollo se equipara a los países del Africa Subsahariana (Global Findex, BM).

Las historias de migrantes repatriados, deportados muestran la vulnerabilidad en que viven a pesar de trabajar en un país desarrollado, los EEUU. Aspirar al sueño americano esta siendo una pesadilla para los migrantes frente al racismo y la xenofobia; muchos padres han preferido que sus hijos dejen la escuela y no salgan de casa. Regresan a México sin dinero, sin trabajo y sin ahorros, que si los hay, se quedaron del otro lado. Familias separadas, regresos forzados no deseados, sin acceso a trabajos en México. Esta parte de las historias no se ven cuando vemos los números y el dinamismo de las remesas.

Es urgente y necesario proteger a los migrantes mexicanos y sus familias. Apoyar el desarrollo de las comunidades de origen. Y es posible hacerlo aunque sea parcialmente desde la inclusión financiera de las remesas. La mejor protección que podrían tener de forma inmediata es un mecanismo de bancarización que les permita ahorrar y tener un patrimonio familiar, para lo que suceda, sea que permanezcan en los EEUU, sea que los deporten. Apoyar los empleos en comunidades de origen a partir de expandir el acceso al crédito productivo en las economías locales. Y esa tarea requiere conocimiento, información, vocación y compromiso de las instituciones financieras. Las sociedades de ahorro y préstamo, SOCAPs y SOFINCOS ya lo están haciendo a pequeña escala con resultados alentadores, bancarización de remesas y bono migrante. Pero aún son pocas las sociedades con esta orientación, hace falta expandir la infraestructura financiera a las zonas de origen de la migración. Este esfuerzo de construcción de un amplio sistema financiero requiere un motor. Ese motor puede ser el Banco Migrante y políticas públicas favorables a la expansión de sociedades de ahorro y préstamo con integración financiera.

Las organizaciones de migrantes y las comunidades trasnacionales pueden encontrar en la construcción del Banco Migrante, un nuevo objetivo de desarrollo para sus comunidades de origen. Dinamizar y canalizar energías sociales de la diáspora en la construcción de una solución sustentable. Como en el pasado lo quiso ser el Programa 3x1. Para eso, los migrantes necesitan poder abrir una cuenta bancaria via remota, por medio del celular desde los EEU en un banco mexicano, en una sociedad de ahorro y préstamo regulada y con protección al ahorro. Se trata de construir de abajo para arriba soluciones económicas. Lejos del modelo descendente y atrofiado de bancos estatales. La tecnología Fintech lo permite.

El Banco Migrante está pensado como una iniciativa privada donde convergen las sociedades de ahorro y prestamo rurales existentes y personas migrantes que invierten en la construcción de un banco social que abra cuentas de ahorro con tecnología trasnacional, el SPEI y el CODI haciendo posible trasnferencias electrónicas internacionales. Dos herramientas tecnológicas, pero no las únicas, tarjetas de débito de fácil acceso, aplicaciones móviles de las instituciones financieras; swich que garantice la interoperatividad financiera. Vinculación trasnacional de instituciones financieras locales y tecnología. Movilizar el ahorro migrante a través de bonos de desarrollo, con rendimiento asegurado. El apoyo y la presencia del Estado como apoyo inicial, modificando la Ley para dar cabida al concepto de Bancos Sociales y estableciendo la regulacion necesaria para hacer crecer una primer iniciativa y abrir la puerta a otras iniciativas en la misma dirección del sector ahorro y credito popular. El Presidente de la Repúblca puso la primera piedra al declarar en la Convención Bancaria del 2019, que México necesitaba muchos otros bancos para la población mexicana.

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