Datos y Verdades

Historias en 100 líneas, 50 trazos

Cien personas que mantenían o habían mantenido una relación de pareja trazaron sobre una plantilla la percepción emocional que habían tenido dentro de la relación en el transcurso del tiempo, escribe Jaime Serra.

Las actuales visualizaciones, contenedoras de millones de datos recogidos con modernas tecnologías que no precisan de la intermediación del individuo, se supone que somos todos. Son, por tanto, nadie.

Recogemos, procesamos y representamos cantidades ingentes de datos para obtener respuestas que no sirven para nada. Aunque las preguntas fueran valiosas –que no suelen serlo– faltarían los actores.

En los hechos (los datos son los hechos más precisos que existen) de lo que hace un individuo concreto, frente a un tema concreto, en un momento dado concreto; otro individuo concreto, en un momento dado concreto, frente al mismo tema concreto, puede verse reflejado. Por analogía o por oposición.

Un individuo. Todos los individuos.

El polígono de frecuencias (modelo de visualización de datos utilizado para construir la gráfica publicada en estas páginas) fue desarrollado por William Playfair y publicado por primera vez en su Commercial and Political Atlas and Statistical Breviary (1786). Desde entonces, y junto a los populares gráficos de 'barras' y 'pasteles' –concebidos también por Playfair–, ha sido utilizado para la presentación de datos objetivables como la evolución de la bolsa, el PIB de un país, la evolución del desempleo... Pero, ¿existe algo más objetivable que la verdad? (la individual, la única aceptable) ¿Es, acaso, más tangible un índice bursátil que una emoción?

Se les pidió a cien personas que mantenían o habían mantenido una relación de pareja, que mediante una línea trazasen, sobre una plantilla, la percepción emocional que habían tenido dentro de la relación en el transcurso del tiempo.

Una línea es una sucesión continua de puntos que nos muestran la dirección que toma determinada conducta. Esta gráfica esta compuesta por cincuenta trazos, cada uno de ellos delineado por una línea azul y una naranja. El espacio delimitado por ambas líneas es un trazo común. Dentro se encuentran ambos, fuera, el subjetivo mundo real.

-Las líneas azules son representaciones femeninas y las naranjas masculinas.

-Todas las líneas parten del mismo punto: el momento en que se inicia la relación. Se ha tomando este punto como eje para valorar una percepción de estado emocional: mejor (cuando asciende) o peor (cuando desciende) que en el momento de iniciar la relación.

-El tiempo de relación está indicado en años al pie de la representación.

-El círculo, al final de algunas líneas, identifica a las parejas que abandonaron la relación.

-Las triángulos grises nos muestran en su vértice vertical el desfase emocional y en el horizontal el temporal, que en la mayoría de trazos se produce.

Algunas observaciones

-Uno de los trazos está formado por dos líneas azules.

-Quince de estos trazos están cerrados al no tener continuidad sus líneas. Treinta y cinco siguen abiertos y evolucionando.

-Un trazo sufre una interrupción: tras quedar cerrado por un periodo de tiempo, vuelve a abrirse dibujando un nuevo trazo, prolongación del anterior.

-Las líneas más cortas tienen una mayor oscilación emocional que las largas. Podría concluirse que las relaciones más pasionales son más breves, pero no debemos olvidarnos del factor 'recuerdo'. Una realidad sólo visible desde el hoy, con la conocida alteración que provoca la perspectiva.

Lápiz y acrílico sobre papel

70 cm x 100 cm

Enero de 2018

El trazo coloreado y los desfases emocional/temporal están realizados digitalmente

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