Javier Murillo

El turismo en el metaverso

Abrochen sus cinturones y esperen un mundo turístico que no hemos visto hasta ahora.

La película de ciencia ficción Total Recall, de 1990, propone una línea borrosa entre lo que es real y lo que es implantado en una memoria o un sueño. El artista Arnold Schwarzenegger, que interpreta a Douglas Quaid, un trabajador de la construcción, se implanta un dispositivo de realidad virtual, de una compañía llamada Rekal, que le permite simular unas vacaciones de aventura en Marte, como agente secreto.

La película trata de la aventura virtual tan vívida que Douglas Quaid termina creyendo que es real y que todo es parte de una conspiración en la que las memorias reales le fueron suprimidas. Hoy en día, 32 años después del lanzamiento, la película es de culto y los grupos de fans se debaten entre si era real o no. Técnicamente es de las primeras referencias de una propuesta del turismo en el metaverso.

Más allá de la ciencia ficción, la tesis de la película parece que no es tan viable en la vida real. Por muy poderosas que sean las experiencias en un mundo de realidad virtual, será muy difícil, al menos con la tecnología como la conocemos, que en una industria en la que el valor requiere de la presencia física, se encuentre un valor similar en el metaverso.

No sucede lo mismo con la realidad aumentada, que sí tiene un gran potencial en esa industria. No es lo mismo estar inmerso en un mundo virtual, a que nos asista un dispositivo digital cuando estamos enfrente de un sitio turístico. El valor que se puede explotar de esta tecnología es tan grande que tiene el potencial de transformar en forma disruptiva esa industria. Abrochen sus cinturones y esperen un mundo turístico que no hemos visto hasta ahora.

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