Javier Murillo

El desafío reputacional de las empresas ante Copilot, ChatGPT y Gemini

Los asistentes de IA están ganando terreno como fuentes primarias de información, especialmente entre las generaciones más jóvenes.

Esta semana ‘me cayó el veinte’ de lo que será el futuro de la relevancia y reputación digital. En una columna anterior hablé sobre el comportamiento de los millennials y la generación Z, que están cambiando su forma de buscar información, haciendo una transición de los buscadores tradicionales hacia los asistentes de inteligencia artificial.

Como mencioné, esta semana, buscando en Google una columna mía, me di cuenta de que Copilot ya me identifica y tiene información personal y profesional sobre mi persona. Esto se reafirmó cuando, en otro evento aislado, el director general de una empresa me comentó que estaba consultando a ChatGPT sobre la reputación de la empresa que dirige. Dos eventos separados que marcan una tendencia ineludible.

La irrupción de asistentes de inteligencia artificial como Microsoft Copilot, ChatGPT de OpenAI y Gemini de Google está redefiniendo la forma en que accedemos y procesamos información. Las empresas ya no pueden depender únicamente de su presencia en buscadores; ahora, deben considerar cómo son percibidas y representadas por estas herramientas de IA.

Los asistentes de IA están ganando terreno como fuentes primarias de información, especialmente entre las generaciones más jóvenes. Según informes recientes, Microsoft Copilot ha introducido nuevas características para mejorar la interacción con el usuario a través de voz natural. Esto forma parte de la estrategia de Microsoft para diferenciarse en un mercado donde las características básicas de IA se están estandarizando, compitiendo contra rivales como Google Gemini y ChatGPT.

Por su parte, ChatGPT ha lanzado una nueva función beta llamada ‘interfaz de lienzo’, que permite un enfoque más colaborativo con los usuarios. ChatGPT puede sugerir mejoras o editar directamente textos y códigos dentro de una página editable, representando un cambio significativo en su interfaz de usuario tradicional.

Con estos avances, surge una pregunta crucial para las empresas: ¿cómo asegurar que los asistentes de IA ofrezcan información precisa y favorable sobre sus marcas? Ya no es suficiente optimizar los motores de búsqueda; ahora, las empresas deben considerar cómo ‘alimentar’ a las IA con información actualizada y veraz.

Para las empresas, esto significa que deben estar presentes en múltiples plataformas y asegurarse de que su información es accesible y está actualizada en todas ellas. No se trata solo de tener un sitio web optimizado para SEO, sino de estar preparados para que las IA puedan acceder y utilizar su información de manera efectiva.

La forma en que los asistentes de IA presentan la información puede influir significativamente en la percepción que el público tiene de una empresa. Si un usuario le pregunta a ChatGPT, Gemini o Copilot sobre una marca y recibe información desactualizada o negativa, esto puede afectar directamente la reputación de la empresa.

Por ello, es esencial que las empresas trabajen en estrecha colaboración con estas plataformas de IA. Esto puede implicar la actualización constante de datos, la corrección de información errónea y la implementación de estrategias para mejorar su presencia en estos nuevos canales de comunicación.

La introducción de nuevas funciones, como las interacciones de voz natural en Copilot y la ‘interfaz de lienzo’ en ChatGPT, indica una tendencia hacia experiencias más personalizadas y humanas. Meta, anteriormente conocida como Facebook, también ha presentado su último modelo de IA, Llama 3.2, y nuevas voces de celebridades para sus asistentes de IA en Facebook, Instagram y WhatsApp.

Estas mejoras sugieren que las IA no solo serán fuentes de información, sino también compañeros interactivos que influyen en las decisiones y percepciones de los usuarios. Las empresas deben considerar cómo pueden aprovechar estas interacciones para fortalecer su relación con el público.

Los ejecutivos de las empresas tienen que entender que no se trata solo de una tendencia pasajera; es una transformación en la forma en que se consume y comparte información. Ignorar este cambio podría significar quedar relegado en un mercado cada vez más competitivo y orientado por la tecnología.

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