Si hablamos de Inteligencia Artificial (IA) y los nuevos caminos que habremos de ver en los próximos años, forzosamente debemos mirar el trabajo de Elon Reeve Musk, físico, emprendedor, inventor y magnate sudafricano, nacionalizado canadiense y estadounidense, cofundador de PayPal, Tesla Motors, SpaceX, Hyperloop, SolarCity y Neuralink. Con los avances masivos en el transporte sostenible realizados por Tesla y el progreso continuo de SpaceX en su viaje cada vez más posible a colonizar Marte, Musk ha demostrado repetidamente una ambición fuera de serie.
Neuralink, es una compañia de neurotecnología, cofundada hace apenas 4 años, derivado de la preocupación de Musk por varias amenazas entre ellas el avance mismo de la inteligencia artificial. El objetivo específico de Neuralink es desarrollar interfaces cerebro-máquina de ancho de banda ultra alto para conectar humanos y computadoras. Es decir, un chip que se implanta en el cerebro para lograr una simbiosis con IA que puede preservar y mejorar significativamente nuestros cerebros. Si bien el enfoque actual de la compañía con las primeras versiones de este implante es comprender y tratar las lesiones y trastornos cerebrales, Musk cree que esta tecnología es un paso importante para garantizar un futuro bien alineado. ¿Cómo funciona? Nuestros cerebros se activan a través de una gran red de neuronas que se comunican a través de neurotransmisores en los puntos de conexión conocidos como sinapsis. Estos neurotransmisores se liberan en respuesta a picos eléctricos llamados potenciales de acción. Todo lo que percibimos, sentimos, escuchamos y pensamos son esencialmente estos picos neuronales.
Al insertar hilos de electrodos minúsculos, Neuralink puede detectar y registrar los potenciales de acción y estimular selectivamente las neuronas en diversas áreas del cerebro. Estos hilos serán aplicados delicadamente por robots para minimizar el daño al cerebro y unidos a sensores que, en su forma preliminar, se conectarán de forma inalámbrica a través de Bluetooth a una aplicación móvil para un uso autosuficiente. Los primeros experimentos del producto se dirigirán únicamente a los pacientes con tratamiento médico para atender lesiones cerebrales: desde reconocer y prohibir la epilepsia en tiempo real, hasta reparar el daño por accidente cerebrovascular e incluso ayudar a los ancianos con la retención de la memoria. De hecho, Musk, tiene la creencia de que los humanos ya son en parte "cyborgs".
Con nuestra dependencia masiva a los teléfonos celulares y computadoras personales, la única diferencia entre el estado actual y uno con simbiosis con IA es que la velocidad de datos entre nosotros y la electrónica en este momento es muy lenta. Al aumentar la capacidad intelectual, la interfaz en nuestro cerebro podría permitir a los usuarios un crecimiento sustancial de la productividad. No descarte la posibilidad de que esta tecnología futura pueda hacer que la comunicación verbal sea obsoleta, dando un plazo de tiempo prospectivo de cinco a diez años.
¿Esta es la evolución natural del hombre? ¿Estamos preparados para esto? Neuralink y Musk nos dejan con más preguntas que respuestas. Lo que es un hecho es que las perspectivas de las interfaces cerebro-máquina son infinitas. Pero no coma ansias, no tardaremos mucho en saber nuevas noticias al respecto.
Fundador y Presidente del Consejo de Metrics