Javier Murillo

Musk y Bezos... ¡a la conquista del espacio!

Todos sabíamos que los proyectos espaciales han estado dominados por organismos gubernamentales, hasta que vimos a empresas ambiciosas como SpaceX y Blue Origin intervenir en esta área.

La carrera por el espacio por parte de dos grandes mentes, es desde hoy un gran espectáculo y acontecimiento al que no hay que perder de vista. Todos sabíamos que los proyectos espaciales han estado dominados por organismos gubernamentales, hasta que vimos a empresas ambiciosas como SpaceX y Blue Origin intervenir en esta área. Propiedades de dos de los empresarios más poderosos de todos los tiempos, Elon Musk y Jeff Bezos, han estado en el radar de la competencia tecnológica y de la inteligencia artificial (IA). Si bien, las dos compañías pueden parecer bastante similares en sus intentos de explorar el espacio, sus ideologías y enfoques varían. Sin embargo, no se puede negar que ambos están desarrollando unidades sorprendentes y reutilizables capaces de transportar personas y satélites a través del espacio.

SpaceX, de Musk, ha realizado 21 lanzamientos, lo que representa aproximadamente el 20 por ciento de al rededor de 100 lanzamientos en todo el mundo. Se convirtió así en la primera compañía privada en lanzar con éxito su cohete SpaceX Falcon 9 al espacio. Es la primera vez que vehículos espaciales desarrollados comercialmente, propiedad y operados por una entidad privada en lugar de la NASA, han puesto humanos en la órbita terrestre. La obsesión de Musk por explorar Marte y otros espacios no es desconocida. En 2001, se le ocurrió la idea de Mars Oasis, proyecto para enviar un invernadero experimental en miniatura a ese planeta y cultivar plantas en un intento por recuperar el interés público en la exploración espacial y aumentar el presupuesto de la NASA. En 2018, SpaceX envió un robot basado en IA llamado CIMON, abreviatura de Crew Interactive Mobile Companion a la estación espacial internacional. Fue diseñado para ayudar a los astronautas a realizar su trabajo, como experimentos científicos. Se convirtió en la primera tecnología de IA que se lanzó a la estación espacial. SpaceX tiene muchas primicias en su nombre, como construir y enviar cohetes de combustible líquido en la órbita de la Tierra, desarrollar un pequeño lanzador, para orbitar y recuperar con éxito naves espaciales y desarrollar el cohete más barato.

Blue Origin, de Bezos, aún no ha puesto nada en órbita. Pero sus ambiciones no son muy diferentes de SpaceX. Su cohete llamado New Glenn es el tema de conversación de grandes comunidades fanáticas, y la compañía espera lanzarlo en 2021. El cohete estará propulsado por un motor desarrollado por la propia compañía, llamado BE-4. Bezoz lo desarrolló en 2000, pero ha llamado la atención sólo después de 2015. (Aquí aplica la paciencia más que concretar un proyecto anhelado). También está trabajando en New Shepard, un cohete de despegue y aterrizaje vertical que la compañía quiere usar para el turismo humano. Estoy seguro de que para ese entonces ya tendremos una vacuna contra el Covid-19, por lo que no será impedimento para salir de casa. Para seguir con Blue Origin, la unidad de nube de Amazon, la empresa matriz de Bezos, AWS presentó recientemente un nuevo segmento de negocios espaciales llamado soluciones aeroespaciales y satelitales. Con el objetivo de llevar los servicios de AWS a las empresas espaciales y a la industria satelital, su objetivo es ayudarlos con las operaciones de vuelos espaciales, reinventar arquitecturas de sistemas espaciales, lanzar servicios que procesen datos espaciales en la Tierra, proporcionar soluciones en la nube seguras, flexibles, escalables y rentables para futuras misiones.

Una competencia fuera de serie entre dos gigantes, cuyos resultados además de los millones de dólares para sus compañías, serán los beneficios que puedan traer para nuestras siguientes generaciones. Buenas noticias, ¿o no?

Fundador y presidente del Consejo de Metrics.

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