Javier Murillo

Robots ajustados en cuerpo y ‘mente’

Los robots aún están lejos de tener las habilidades que hemos visto en películas.

Javier Murillo

La ciencia ficción y los dibujos animados han sido un entorno propicio para reflejar la fascinación que los humanos sentimos hacia los robots. Astro Boy, Mazinger Z, Wall-E, Bumblebee y hasta Terminator son sólo algunos ejemplos.

En los últimos años hemos visto aparecer robots que brindan múltiples funciones, que van desde ofrecer un menú, preparar alimentos, realizar labores de limpieza en hospitales y hasta de vigilancia en parques públicos. Pero, a pesar de lo extraordinario de su utilidad, aún están lejos de tener las habilidades que hemos visto en la literatura, las películas y mangas. Sin embargo, esto podría cambiar muy pronto. Recientemente se dio a conocer un avance significativo en las ciencias computacionales que, si bien no nos traerá una Robotina a casa, sí puede hacer más eficiente el desempeño de los robots a nivel mundial, a través de un chip personalizado que minimiza el tiempo de respuesta del robot, lo que implica una mejor conexión entre su cuerpo y su 'mente'.

Se trata del sistema de computación robomórfica, desarrollado por la doctora Sabrina Neuman, quien es graduada en Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial del Instituto de Tecnología de Massachusetts, y actual becaria en la Universidad de Harvard. Ella explica que la construcción de robots está en aumento, y su aplicación es diversa, pero a pesar de que la mayoría de ellos demuestra tener una gran potencia física, ésta se convierte en un desafío para los sistemas informáticos. Antes de moverse, los robots deben detectar el entorno con sus sensores, tomar decisiones en tiempo real, con la interacción de componentes cibernéticos y físicos. Esto deriva en limitaciones de tiempo y cargas computacionales pesadas.

La doctora Neuman consideró que optimizar el software no era suficiente para brindar una mayor eficiencia a los robots y exploró con el hardware.

El Instituto Tecnológico de Massachusetts sintetiza que el sistema de Neuman crea un diseño de hardware personalizado. El usuario ingresa los parámetros de un robot -como el diseño de sus extremidades, determina cómo se pueden mover sus articulaciones- y el sistema traduce esas propiedades físicas en matrices matemáticas. Éstas tienen muchos valores cero que corresponden a movimientos imposibles, dada la anatomía particular del robot, por lo que el sistema crea una arquitectura de hardware especializada para ejecutar cálculos solo en valores distintos a cero. El resultado es un chip diseñado para maximizar la eficiencia de cada robot en concreto.

El mes próximo, Neuman presentará la investigación en la Conferencia internacional sobre Soporte Arquitectónico para Lenguajes de Programación y Sistemas Operativos.

Sí, aún estamos muy lejos de contar con robots que son amigos, confidentes, guías en la vida cotidiana de una persona. Pero lo que Neuman podría haber logrado es avanzar más rápido hacia esos objetivos, puesto que optimizaría la eficiencia, incluso, de los robots ya existentes, con lo que su uso sería un gran alivio para los humanos en tareas de riesgo, como la atención de pacientes con enfermedades contagiosas, o la carga de objetos pesados, entre otras.

El autor es fundador y presidente del consejo de Metrics.

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