La Nota Dura

No hay que 'dramatizar'

los miembros del crimen organizado siguen asesinando por todo el territorio y la sangre se desborda como en cualquier otro año de los últimos dos sexenios.

Al México violento no le importa la pandemia, tampoco sabe de semáforos de riesgo de Covid-19, mucho menos de campañas que invitan a la población a 'quedarse en casa'. No, los miembros del crimen organizado siguen asesinando por todo el territorio y la sangre se desborda como en cualquier otro año de los últimos dos sexenios.

La noticia con la que ayer amanecimos es un recordatorio del terror al que estamos expuestos y al que estará el México pospandemia: "Descuartizan en Colima a 7 policías estatales". La historia es aterradora, siete policías estatales de Colima fueron hallados asesinados al interior de una camioneta en el municipio de Manzanillo. Las víctimas son parte de un grupo de 10 policías estatales –siete hombres y tres mujeres– que desaparecieron la semana pasada después de escoltar a un grupo de empresarios del aeropuerto de Manzanillo a La Huerta, Jalisco. Dos datos importantes, los elementos no portaban uniformes y las tres mujeres policías y los dos civiles que habían sido secuestrados fueron liberados el fin de semana, los demás, fueron encontrados antier.

También en Colima, una noticia que como la anterior debería detener a este país, "Hallan en fosa clandestina el cuerpo de diputada local". Después de haber sido reportada como plagiada el 29 de abril, ayer se encontró el cuerpo sin vida de la diputada estatal de Morena, Anel Bueno. Del día que la privaron de su libertad se sabe poco, sólo que fue un grupo armado en la localidad de Tamala, del municipio de Ixtlahuacán, mientras realizaba acciones de sanitización por Covid-19. Como sucede en estos casos el Presidente expresó sus condolencias y señaló que las investigaciones están a cargo de la fiscalía estatal. Otra política asesinada en este país.

En este contexto el secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, señala que "no hay que dramatizar" sobre el riesgo que existe de un repunte de la inseguridad y la violencia con la reapertura económica en el marco de la pandemia.

De verdad, su declaración es para enmarcar: "Ante la eventualidad de alguna consecuencia del regreso a la nueva normalidad en el ámbito de la seguridad pública será atendida oportunamente por esta mesa de coordinación, estamos pendientes […] No queremos dramatizar, hay voces que señalan riesgos. En este momento no hay nada que esté fuera del ámbito del control y de la atención de esta mesa de trabajo". ¡Vaya frase esta última! Un secretario que no está preocupado por el aumento de violencia porque "nada está fuera del ámbito de control". Un secretario de seguridad que pide "no dramatizar" cuando se reporta el asesinato de siete policías estatales y de una diputada local en Colima, y sólo es el recuento de un estado, la realidad nos muestra una violencia que no se ha detenido en los últimos meses. De acuerdo a una nota publicada hace un par de semanas por el periodista Arturo Ángel en Animal Político, en plena pandemia los homicidios subieron en 18 estados y sumaron más de 6 mil los asesinatos, con incrementos de 100 por ciento en 17 de las 30 ciudades que acumulan uno de cada tres de los homicidios y feminicidios registrados durante la emergencia. Así que no hay que dramatizar, no se necesita regresar a una nueva normalidad cuando en materia de violencia nunca salimos de la curva ascendente de homicidios; ni en reclusión se detuvo el crimen organizado, así que creo que tiene razón, "no hay que dramatizar", seguimos igual de peor con o sin sana distancia, usted siga con todo bajo control.

COLUMNAS ANTERIORES

‘La vocera’
¿Dejó de confiar?

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.