La Nota Dura

Otra vez Acapulco

Ya nadie se detiene por nada en Acapulco; hoy ya no recuerdo una semana en la que uno de los destinos turísticos 'emblema' haya bajado su nivel de violencia.

Hace menos de quince días asesinaron al fotógrafo Erick Castillo Sánchez en Acapulco, la historia del porqué sigue siendo confusa: algunos reportes señalan que se trataba de un robo, otros apuntan a un intento de secuestro. La nota publicada por el periodista Jesús Guerrero en Reforma, el viernes 13 de septiembre, señala: "Ellos salieron de la tienda y uno de los hombres les dijo que no les harían nada y que se subieran a la camioneta. Sin embargo, ella (la esposa de Erick) corrió hacia una caseta y desde ahí escuchó los disparos. La mujer indicó que ella y su esposo se habían hospedado en un hotel que está ubicado a 2 kilómetros de donde fueron agredidos". Esa mañana, en el programa Así las Cosas de W Radio, hablamos con el corresponsal de Guerrero para la estación y nos dijo algo aterrador con el tono de una persona que dice lo obvio, no más que eso: "el camarógrafo y su novia salieron a horas en las que ya hay un toque de queda no oficial, pero que todos los vecinos conocen, eran como las 8:30 de la noche y ya nadie sale a esa hora, sinceramente". Todo indica que el puerto de Acapulco cierra a las 7:36 pm, hora en el que se va la última luz del día.

Ayer, dos secuestradores no se esperaron a la noche, tampoco a que la víctima pasara por un barrio perdido. Nos enteramos, como la mayoría de las nuevas tragedias, a través de redes sociales, que dos hombres secuestraron a una joven que realizaba prácticas en la Unidad de Atención Jurídica Integral del Poder Judicial. Se la llevaron de la Avenida Cristóbal Colón, en el fraccionamiento Magallanes, casi en la Costera Miguel Alemán, a plena luz del día, sabiendo que las cámaras de seguridad funcionaban 24 horas los siete días de la semana. Lo hicieron, repito, afuera del Poder Judicial. La imagen que ha circulado en Twitter muestra a dos hombres, uno de playera negra, otro de azul con pantalones de mezclilla, jalando a la joven. La primera declaración de las autoridades ha sido que "la zona está vigilada por fuerzas de seguridad federal, estatal y municipal durante las 24 horas". Aún no sabemos si es una línea de investigación o una declaración que exhibe su torpeza. De acuerdo con lo publicado por el periodista Jesús Guerrero, "la versión que cuenta la madre de la joven es que, cuando ella estaba hablando por teléfono con su hija, ésta le comentó que dos hombres la interceptaron y que eran de La Maña".

Ya nadie se detiene por nada en Acapulco, han pasado presidentes municipales, han llegado gobernadores de distinto partido y hoy ya no recuerdo una semana en la que uno de los destinos turísticos 'emblema' haya bajado su nivel de violencia.

Los expedientes se acumulan, llegan nuevas estrategias de seguridad, que incluyen algo llamado 'Guardia Nacional', que a nadie le ha importado, al menos en estas playas del país. Lo mismo matan a un fotógrafo que se atrevió a salir al Oxxo a las 8:30 de la noche, o a una practicante del Poder Judicial que salía de su trabajo con la luz del día. En Acapulco están lejos de Durazo, de Rodríguez Bucio, y de cualquier mañanera presidencial, en este lugar no hay nada que intimide a algo llamado La Maña, al menos es lo que piensa una madre que no ve a su hija volver.

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