La Nota Dura

Plan de apoyo emocional

Se necesita una estrategia nacional para hablar de las personas que quedan con el dolor de perder un familiar, ellos también necesitan una política pública que los atienda.

Este fin de semana me topé con una muy interesante entrevista en el diario El País sobre el duelo en esta pandemia. La periodista Jessica Mouzo platicó con Montse Esquerda, directora del Instituto Borja de Bioética de Barcelona. En la entrevista se habla de lo poco que socializamos la pérdida, del fracaso de la muerte con dolor, y de lo cerca que ha estado este año. Su principal preocupación es la manera en la que le damos la vuelta a la página en una etapa pospandemia: "con las muertes que hemos tenido (en España), debe de haber más de 100 mil personas en duelo, pero son difíciles de visibilizar. Aunque es muy difícil analizar un fenómeno cuando lo estás viendo. Y ahora veo tal necesidad de pasar página que hay riesgo de que todo el duelo quede encapsulado y sin posibilidad social de expresarse", y justo me quedé pensando en lo que hacemos en nuestro país, en el trato que le damos no sólo a los que hemos perdido, sino a los que se han quedado con el dolor de ver a un familiar o a un amigo morir a causa de Covid-19.

En México, el duelo debe de acompañar a por lo menos 200 mil ciudadanos, y ¿qué han hecho nuestras autoridades de salud para apoyar a los que tienen un espacio vacío en casa? Hasta el momento el único apoyo ha sido monetario, como bien lo consignábamos la semana pasada: el 2 de diciembre el gobierno federal empezó a otorgar un apoyo universal de 11 mil 400 pesos para gastos funerarios, pero qué ha hecho para apoyar de manera psicológica a los familiares o acompañar el duelo de otra forma. En la conferencia vespertina se ha insistido en que cada muerto es una historia, el presidente de la República dedica un minuto de silencio a la semana a las víctimas de Covid-19, pero han quedado en el olvido, hasta el momento, los que permanecen en duelo.

El Consejo Ciudadano, a inicios de la pandemia, firmó un convenio de colaboración con una cadena de funerarias para la contención emocional, lo hicieron con un centenar de psicólogos. El corte hasta finales de noviembre de 2020 era de 25 mil 444 atenciones de contención, y fue octubre el mes que más consultas por WhatsApp y telefónica realizaron, con 3 mil 928. De septiembre a octubre las peticiones de ayuda subieron, de 78 llamadas diarias, en promedio, a 130, y para noviembre se mantuvieron casi en la misma cifra que octubre. Es preocupante y se necesita una estrategia nacional para hablar de los que quedan con el dolor de perder un familiar, ellos también necesitan una política pública que los atienda.

No podemos darle la vuelta a la página, esperamos una vacuna con ansias, pero no hemos sido capaces de darle una respuesta a los que siguen pidiendo explicaciones del porqué no se atendió a su familiar correctamente, por qué murió en su casa, por qué en el acta de defunción dice que falleció por una neumonía atípica y no por Covid-19. Cómo explicarle a los que quedan la pérdida, cómo acompañar a los que están en el hospital a distancia, tantas preguntas que debimos de responder hace meses y seguir respondiendo ahora.

La lucha contra el Covid-19 también incluye a los que se quedaron. El plan de vacunación se presenta hoy, un plan de apoyo emocional para atender a cientos de miles de mexicanos también necesita ser presentado.

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