La Nota Dura

¿Qué más necesitan?

En el sexenio priista de Peña Nieto fueron voraces y pasan los meses, pasan los años y cada vez se destapan más métodos de corrupción y más robos inverosímiles.

El sexenio de Peña Nieto nos dejó insensibles ante escándalos de corrupción, agregó al vocabulario nacional dos conceptos que nos dejaron de ser ajenos, que los usamos varias veces por semana y que llevan el sello de "hecho en México". Me refiero a las empresas fantasma y a las facturas falsas. Actores principales de fraudes millonarios, se convirtieron en los aliados laborales del exgobernador Javier Duarte y de varios exgobernadores más, en la carta de presentación de varias secretarías para hacer la 'estafa maestra' y en el modus operandi de miles de empresarios. En el sexenio priista de Peña Nieto fueron voraces y pasan los meses, pasan los años y cada vez se destapan más métodos de corrupción y más robos inverosímiles. Ahora le tocó, otra vez, al sector salud.

Esta semana las organizaciones Impunidad Cero y Justicia Justa presentaron una investigación titulada: 'Facturas falsas: la epidemia en el sector Salud'. El reporte incluía el periodo de tiempo 2014-2019, donde pudieron detectar el uso de 22 mil 933 facturas falsas y un desvío total de cerca de 4 mil 200 millones de pesos, en 30 de los 32 estados, en instituciones como el IMSS, el ISSSTE, incluso en el Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas y por supuesto la Secretaría de Salud. Así fue como detectaron este modelo para desviar recursos: proveedores con domicilios fiscales inventados, con ningún empleado, y que facturaban 10 millones de pesos por NADA.

Y hay un cuadro de honor a la corrupción: el Estado de México fue la entidad en la que se encontraron más desvíos: entre 2014 y 2018, se desvió un total de mil 804 millones de pesos y el IMSS fue la institución federal que más pagó a empresas fantasma, 320 millones de pesos.

Y hay un dato mucho más aterrador, esta investigación sólo documenta la revisión de facturas y compras irregulares de 90 instituciones de salud, de un universo total a nivel nacional de poco más de 20 mil.

Una de las conclusiones de la investigación es devastadora, "las prácticas de corrupción están en todos los niveles, en casi todos los estados y en prácticamente todas las instituciones de salud del Estado". ¿Para qué sirven 4 mil 200 millones de pesos en el sector salud? ¿Qué se pudo haber hecho? La generación de 85 mil camas de hospitales, el tratamiento durante seis meses de más de 40 mil mujeres con cáncer de mama. Por eso duele tanto la corrupción en la era Peñista.

Ambas organizaciones, Justicia Justa e Impunidad Cero han presentado las denuncias penales correspondientes para que se inicie una investigación en la Fiscalía General de la República y se abran expedientes en la Unidad de Inteligencia Financiera, hasta el momento todos, absolutamente todos los del sector salud en el sexenio pasado duermen tranquilos, la impunidad predomina porque hay encubrimiento, hay corrupción, y por supuesto una complicidad que va de manera transversal por toda la cadena de consumo.

Ya no están en el poder, ya no debería haber esa complicidad, este trabajo ya está sobre la mesa de Gertz Manero y Nieto Castillo, ¿qué más necesitan? ¿Cuándo un golpe real a aquellos que les quitaron tratamientos a millones de mexicanos? No tenemos una cifra de los muertos por esta corrupción, pero claro que existieron, la corrupción también mata, ésta que se expone en esta investigación lo hace en su totalidad, esta es parte de la justicia que necesita este país.

COLUMNAS ANTERIORES

‘La vocera’
¿Dejó de confiar?

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.