La Nota Dura

¿Qué necesita este país?

En un país donde los asesinatos tienen tintes de inevitabilidad, se buscan jóvenes que ayuden a desenterrar la muerte. Corrijo, no sólo se buscan, se necesitan encarecidamente, escribe Javier Risco.

Tratemos de responder la pregunta: ¿Qué necesita este país? Antes de contestarla hay algunas reglas; prohibido caer en respuestas kilométricas que apelen a un patriotismo vacío; tampoco pueden señalar alguna tendencia política, aquí no se culpe a nadie, ni a chairos ni a fifís, ni a Peña ni a Andrés; queda determinantemente prohibido incluir mentadas de madre, descalificaciones tuiteras y amenazas de muerte; queda anulada cualquier respuesta que tenga que ver con soluciones obvias como "más dinero", "más trabajo", "menos corrupción". Dicho esto, las distintas respuestas posibles son bastante concretas. Karla Quintana, comisionada Nacional de Búsqueda de Personas de México, tiene la suya… ¿qué necesita este país? Antropólogos y arqueólogos forenses, así de claro.

En un país donde los asesinatos tienen tintes de inevitabilidad, se buscan jóvenes que ayuden a desenterrar la muerte. Corrijo, no sólo se buscan, se necesitan encarecidamente. El Estado se declara inoperante, rebasado y en una situación de desesperación para tratar de resolver el problema de los desaparecidos de este país. "Ahora hay 5 mil 900 forenses en el país, y un altísimo porcentaje es criminalista, casi un 30%, tenemos una gran carencia y es importante empezar a decirlo en medios, hacer un llamado a los antropólogos y arqueólogos forenses para que completen nuestros equipos de servicios forenses a lo largo de todo el país. Ya estamos trabajando con el ENAH, también con la Facultad de Ciencias de la UNAM, queremos trabajar con la Universidad Veracruzana", señala la doctora Quintana.

¿Y qué hace un antropólogo forense? De acuerdo con la comisionada, "son los primeros que van a las fosas, son quienes, lamentablemente, y así lo tengo que decir, quien interviene por primera vez la fosa, para ver las condiciones de la escena, saber cómo se encuentra, para empezar a remover la tierra, ver cómo está el lugar y también ver cómo debe de empezar a trabajar el terreno para respetar el cuerpo". Así es que el trabajo con mayor prospectiva y estabilidad de la próxima década tiene una paga de 30 mil pesos al mes, si trabajan en la Fiscalía General de la República.

A punto de perder el bono demográfico tan anunciado a finales de los 90 e inicios de este siglo, México apuesta porque sus jóvenes salven del olvido a este país y sean parte de la búsqueda de justicia y verdad. El país está repleto de civiles organizados que han aprendido a encontrar fosas, que con sus recursos conocen la tierra, escarban restos e identifican si se trata de animales muertos o de su hijo desaparecido. El Estado se ha dado cuenta que la desesperación no bastará para encontrar a los más de 40 mil desaparecidos. Hace un par de semanas, el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación señaló que se han identificado 222 fosas clandestinas con 337 cuerpos. Lo hizo como un primer reconocimiento por parte del gobierno de Andrés Manuel López Obrador para solucionar este cáncer sin fin en el país. Los colectivos han señalado que hay muchas más, la cifra se ha actualizado y hoy ya suman muchas más, aún no se da a conocer el dato, pero la cifra de Encinas ya quedó en el olvido.

Qué pensábamos estudiar hace 20, 30, 40 años, ¿cuáles eran las profesiones del futuro? Algunos se veían de médicos, otros de diseñadores gráficos, arquitectos. En fin, el futuro mexicano modela nuevos horizontes, la estabilidad ya no está en la construcción de casas o en el diseño de logos, sino en el arte desenterrar cuerpos. Hoy por hoy se necesitan jóvenes que le devuelvan la dignidad a este país.

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