Moneda en el Aire

Afore, por informar a los trabajadores

Las Afore están poniéndose las pilas para que los trabajadores sepan que a partir del próximo año su aportación se irá incrementando, con la finalidad de tener una mejor pensión.

Este año ha sido uno de los más importantes para el sector de las Afore en muchos sentidos, pero hay un tema en el cual me centraré ya que es de vital importancia para todos los trabajadores, y en el que afortunadamente varias de estas empresas trabajan ya en dos caminos: en informar a los millones de clientes en sus filas sobre el dinero que está en sus cuentas y que es su patrimonio, para muchos el único, y en diseñar mejores estrategias para las inversiones que realizarán en el futuro, esto ante el incremento que se tendrá en los próximos años de la aportación obligatoria.

La aportación a las cuentas de la Afore y que muchos trabajadores ven como un descuento a sus ingresos, actualmente es de 6.5 por ciento, en donde el trabajador aporta 1.25 por ciento, el patrón 5.51 por ciento y el Estado 0.22 por ciento. A partir de 2023 iniciará el aumento que concluirá en 2030 al llegar a un 15 por ciento del salario base, y es ahí en donde coinciden todos: las Afore deben y están poniéndose las pilas para que los trabajadores sepan que a partir del próximo año su aportación se irá incrementando, con la finalidad de que al retirarse tengan una mejor pensión.

Hablar del retiro no es un tema atractivo, y lo saben todos, por eso el trabajo iniciado por la Amafore que preside Bernardo González, acompañado con Marinieves Lanzagorta, vicepresidenta de vinculación y de la mano de todas las Afore para impulsar que los trabajadores se informen, conozcan, pero sobre todo se acerquen a su Afore, porque consideran ayudará a que se hable más de la importancia del ahorro para el retiro.

Más allá del tope impuesto al cobro de comisiones que sin duda afectó y afectará a la industria, y que veremos algunas salidas, lo que significará una mayor concentración de este sector, muchas de las Afore, nos aseguran, tienen el foco de atención en que lo que reciban los futuros pensionados por una Afore alcance y los malos resultados que ha sucedido en otros países no se repita en México. Ardua será la labor a realizar.

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Y en el otro lado de la moneda, la Asociación de Sociedades Financieras de Objeto Múltiple en México (Asofom) que lleva Enrique Presburger, más que activa se encuentra en sus giras al interior del país, ya que trabajan en profesionalizar a la industria y sobre todo, estar al día en temas como la competencia tecnológica, pero también sirve de encuentro con autoridades de la banca de desarrollo para encontrar mecanismos que deriven en financiamiento hacia los sectores productivos con los que trabajan las Sofomes a lo largo del país, área en la que hay mucho trabajo por hacer si es que se quiere impulsar de manera más importante a la economía mexicana.

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Y otra moneda que en donde esté seguirá brillando, es Sandro García Rojas Castillo, vicepresidente por mucho tiempo de supervisión de procesos preventivos en la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), es decir, la prevención de lavado de dinero, y por donde pasan cada año millones de solicitudes de información sobre quién tiene cuentas en el sistema financiero, desde una pensión alimenticia o demanda laboral, hasta las investigaciones contra recursos de procedencia ilícita o corrupción que en los últimos meses han estado en portadas de todos lados. Se retira del sector público, sin duda, un personaje que es ampliamente conocido por su trabajo por sus pares internacionales, principalmente en Estados Unidos y con quienes trabajaron infinidad de asuntos no solo para fortalecer el marco regulatorio, sino para encerrar a muchos más; una pieza fundamental en ese engranaje internacional de vigilancia. Mucho trabajo tendrá el sucesor, y más porque en el vecino país, tras la llegada del nuevo titular a la UIF, el canal de comunicación no ha sido lo esperado, eso sí, en el sector financiero la presencia de García Rojas Castillo se extrañará. Por lo pronto, la moneda está en el aire.

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