Las aplicaciones bancarias son el nuevo banco en tu mano, y hoy todos compiten no sólo por tener una aplicación segura, sino en la que se puedan realizar las operaciones bancarias más solicitadas por los clientes y con ello evitar el acudir a una sucursal; incluso podríamos hablar de exclusión bancaria para muchos que no tienen un teléfono inteligente que les permita tener ese acceso.
En todo este entorno y pese a lo bueno o sencillo que puede resultar para millones el usar su aplicación bancaria en el móvil, existe en general un gran desconocimiento sobre lo que tenemos que hacer para que el uso de nuestra banca en el móvil sea seguro, y es ahí en donde la tarea por parte de todo el sector financiero, incluidas ahora las fintech, les falta mucho, mucho por hacer.
No basta con las campañas de no compartir los datos y de alertar a las personas en no caer en engaños vía correos, llamadas o mensajes de texto; si bien ya la mayoría de los grandes bancos ofrecen incluso herramientas gratuitas de antivirus para ser instaladas en los dispositivos y con eso tener un candado más de protección, quizás es momento de ir un paso más y por cada aplicación bancaria, informar al usuario de que el segundo o primer paso para tener ese acceso es tener ese antivirus en el móvil y en la banca en línea.
Si bien es cierto que hackear una aplicación bancaria sí puede ser posible y ya han quedado descubiertas vulnerabilidades, lo cierto es que también si se tiene acceso a una aplicación móvil, tal como sucedió en el conocido ataque cibernético del SPEI, en donde varias instituciones fueron afectadas, un hacker (dichos por algunos hacker éticos de la industria) se hubiera aprovechado para hacer justo un robo masivo, como ya sucedió en el pasado, por lo que si en una aplicación ya saben cómo vulnerarla y traspasar sus medidas de seguridad, ahorita estaríamos hablando de miles o millones de casos denunciando. Vulnerar una aplicación bancaria es oro puro para los ciberdelincuentes.
Se han viralizado muchos casos de personas afectadas de diversas formas y desafortunadamente, tras las investigaciones, generalmente son familiares o conocidos quienes abusaron de la confianza, pero sirve ahora que el tema está en boca de todos, para que revisen si tienen un antivirus en su celular, que tengan una contraseña segura para el celular y usar o combinar con los biométricos, tener una contraseña de tu teléfono y otra para tus aplicaciones que manejan dinero.
También si tienes cantidades superiores en tu tarjeta de débito o tu cuenta corriente reserva tu dinero en instrumentos de inversión donde estarán más seguros, no estarán a la vista y puedes tener la disponibilidad inmediata. Si te roban el celular, lo primero es que al darte cuenta utilices las herramientas de Apple o Android para bloquear el teléfono, hablar a tu compañía para cancelar la línea, y avisar a tu banco que tu teléfono no está contigo, entre más informados estemos más barreras establecemos para evitar ser víctimas de la delincuencia.
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Y una monedita que no hay que perder de vista es lo que sucede en el mundo fintech y bancario, ya que las alianzas estratégicas están a la orden y en crecimiento como bien explicó Rodolfo Lanzagorta, socio de Servicios Financieros de EY Latinoamérica Norte, en un estudio sobre estas industrias, en el que considera que los servicios financieros deben ir encaminados a asegurar los recursos necesarios para crecer y desarrollarse en el sector financiero, apoyar la adopción de las soluciones que la industria Fintech tiene y que pueden beneficiar al negocio y a las personas en general, y mantener y avanzar en la reputación global de la industria Fintech para la innovación y transformación de los servicios financieros.
Y yo agregaría que en México, dado el bajo nivel de inclusión financiera, el mercado es más que apetitoso, pero ojalá el crecimiento que se dé entre esas dos industrias también incluya temas de educación financiera; un cliente con información y conocimiento de productos y servicios beneficia a todos. Por lo pronto, la moneda está en el aire.